Los chinos podrían haber llegado a América antes que Cristóbal Colón.

El mayor experto chino en la dinastía Shang, el arqueólogo Tang Jigen, está dispuesto a realizar pruebas de ADN para determinar si existió una conexión temprana entre la dinastía Shang y las civilizaciones preíncas. De esta forma también se comprobaría que navegantes chinos arribaron al continente americano mucho antes que Cristóbal Colón.

“Hasta el momento no tenemos evidencia científica, aunque hay estudiosos chinos que han propuesto esta teoría a partir de leyendas sobre el desplazamiento de un grupo humano perteneciente a la dinastía Shang. Hay que hacer estudios comparativos más profundos”, propone Tang, de la Academia de Ciencias Sociales de China.

 

Desde hace dos décadas, los investigadores chinos Song Baozhong y Wang Dayou estudian los contactos entre la antigua China y la América precolombina. En el 2006 recorrieron el Perú, Ecuador y Bolivia, tras los pasos de lo que se conoce como el “viaje de los Yin hacia el este”. De acuerdo con sus hipótesis, los antiguos peruanos tendrían origen chino.

La última capital de la dinastía Shang estuvo ubicada en la ciudad de Yin. Fue allí donde el reinado alcanzó su apogeo, pero también su ocaso. Este período se conoce como Shang-Yin. Según antiguos libros chinos, cuando la dinastía colapsó, un desencantado príncipe Yin, que rechazó ceder el poder a sus enemigos, partió de China con su ejército y se dirigió hacia el este.

Los expertos chinos afirman que los clanes que dieron forma a las culturas de México y el Perú son descendientes directos de los Yin. La última etapa de la dinastía Shang coincide cronológicamente con la primera etapa de la cultura Chavín. Desde entonces, los intercambios podrían haber sido más frecuentes y en distintas épocas.

DINASTÍA MADRE

En 1999, el arqueólogo Tang hizo historia cuando descubrió vestigios de una antigua ciudad amurallada de la dinastía Shang (1600 a.C – 1046 a.C) en la provincia de Henan. No solo es la primera dinastía china cuya existencia está comprobada con hallazgos arqueológicos, sino que además es considerada la cuna de la civilización china.

“La historia de la escritura en China se inicia en la dinastía Shang. Los huesos oraculares son evidencia científica de que se trata de uno de los sistemas de escritura más antiguos del mundo”, explica el experto. Estas inscripciones se hicieron sobre caparazones de tortugas y huesos de animales, en ocasiones con un pincel.

A través de los huesos oraculares se ha podido conocer la genealogía real completa de la dinastía Shang, así como sus creencias y organización social. “El culto a los ancestros, el concepto de familia y los ritos son de esa época”, señala Tang. El bronce estaba destinado a vasijas ceremoniales y armas.

Según el arqueólogo, la estructura arquitectónica llamada ‘siheyuan’, compuesta por un patio rodeado por cuatro edificios, y que perduró hasta el siglo pasado, aparece en la dinastía Shang. En el sitio arqueológico de Yinxu –donde habitaba el grupo Yin– se han encontrado tumbas y palacios que son prototipos de la arquitectura china.

“Mataron a mucha gente y esa fue una de las razones de su fin. Hacían sacrificios humanos para honrar a sus ancestros. Las víctimas podían ser de buena posición social o esclavos. Pero también secuestraban a campesinos para sacrificarlos. Hemos encontrado muchos cuerpos sin cabeza”, cuenta el arqueólogo.

EXTRAÑAS COINCIDENCIAS

A principios del 2014, durante una visita académica, un profesor de la Universidad de Stanford le mostró piezas de la cultura Chavín. Tang reconoció ciertas similitudes con la dinastía Shang. “Aunque hasta aquí no podemos concluir que los Yin cruzaron el océano rumbo a Mesoamérica. Aún estamos lejos de ese punto”, sostiene.

Contemporánea a la dinastía Shang floreció la cultura Sanxingdui, en la provincia de Sichuan, considerada una misteriosa civilización que no aparece documentada en los antiguos libros chinos. Hallazgos como grandes máscaras cubiertas de láminas de oro y cabezas de bronce son hasta hoy un enigma para los especialistas.

Un motivo que aparece en las vasijas de bronce de la época Yin (dinastía Shang) y en las máscaras de Sanxingdui es el Taotie, una mezcla de dragón y felino, con ojos protuberantes, marcadas ventanas nasales, colmillos, cuernos y garras. Suele estar representado con un cuerpo y dos cabezas que pueden ser de dragón, fénix o serpiente.

Se trata de un ogro de la mitología china, uno de los 9 o 14 hijos del dragón. Su nombre se debe a su voraz apetito. Es un tótem protector que está ligado a un contexto religioso o de guerra, ya que se registra en piezas o herramientas que cumplen estas funciones. Simboliza la valentía, la agresividad y la fuerza.

Para Song y Wang, este elemento chino está presente en cerámicas y esculturas preincaicas, siempre de carácter religioso o guerrero. El felino de la iconografía Chavín es en realidad la representación de Taotie, que además aparece en un pectoral de oro y en la Estela de Raimondi, afirman convencidos.

Estas y otras representaciones –según los estudiosos chinos– se extienden a las culturas Mochica, Nasca, Paracas y hasta los incas, donde además es posible reconocer antiguos caracteres chinos en ceramios, artefactos, túnicas, tapices y geoglifos. En todos los casos, los trazos están dispuestos y vinculados al concepto de poder.

“Hemos llegado al punto de que es necesario hacer estudios científicos. Propongo comparar el ADN de restos de la dinastía Shang con los de la cultura Chavín o posteriores. Podemos mandar las muestras a laboratorios en EE.UU. o Canadá. Solamente con estas pruebas confirmaríamos un pasado compartido”, plantea Tang.

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Arqueoastronomía.

Arqueoastronomía es el nombre que en los últimos años se ha dado a todo un conjunto de disciplinas que tratan sobre el papel del cielo en las culturas de la antigüedad.

En el Nuevo Mundo, los arqueoastrónomos han estudiado principalmente como las civilizaciones prehispánicas de América Central vieron el cielo, y, en particular, la preocupación de los mayas por ello, con un calendario que incluía complejos ciclos entrelazados, algunos de ellos basados en sus observaciones de los planetas. Tales arqueoastrónomos tienen abundantes evidencias a su disposición: la orientación de los edificios, inscripciones en piedra, un puñado de códices que sobrevivieron a la conquista, e, incluso, entrevistas con los descendientes de los pueblos estudiados.

En Europa, los arqueoastrónomos se han concentrado en el estudio de los monumentos prehistóricos -especialmente tumbas y santuarios- para ver si se pueden descubrir pruebas acerca del interés por el cielo de sus constructores.

Para la mayoría, estas pruebas, si existen, se hallan en la orientación de los monumentos. Este tipo de arqueoastronomía remonta la historia de la astronomía hasta la prehistoria, al igual que la arqueología lleva hasta dicho tiempo a la historia social.

No todos los arqueólogos han dado la bienvenida a este nuevo tipo de aproximación, y es fácil comprender por qué. Muchos arqueólogos tienen un historial basado en el estudio de humanidades, mientras que la naturaleza de la arqueoastronomía es astronómica y estadística.

Así, el que el eje del famoso monumento de Stonehenge en Inglaterra esté orientado hacia la salida del Sol en el Solsticio de Verano (21 de junio), pudo deberse tanto a la casualidad, como a la intencionalidad de sus constructores, no siendo fácil decidir entre ambas alternativas. En la dirección opuesta, el eje del monumento encara la puesta de Sol en el Solsticio de Invierno (21 de diciembre), y, sin embargo, esto no supone ninguna evidencia adicional de una motivación astronómica por parte de sus constructores, sino la misma prueba presentada en diferente forma. Los argumentos sobre Stonehenge rápidamente degeneran en disputas técnicas sobre estadísticas, discusiones que la mayoría de arqueólogos no suelen poder comprender.

Sin embargo, saben bien cuando un arqueoastrónomo cataloga equivocadamente, como a veces pasa, de forma conjunta monumentos que pertenecen a diferentes culturas y períodos. Y, por supuesto, también saben cuando la vena lunática de la arqueoastronomía enuncia absurdas hipótesis, como sucede a menudo.

Como resultado de esto ha habido, hasta hace poco, un abismo entre arqueólogos, con una preparación tradicional, y arqueoastrónomos, con una educación basada en los conocimientos astronómicos. Este abismo es más lamentable en aquellos arqueólogos que correctamente enfocan las costumbres funerarias como reflejo parcial de las actividades más solemnes propias de una cultura, dado que una costumbre en la orientación de las tumbas, si existe, es una de esas costumbres, que la mayoría de los arqueólogos suelen descuidar en sus estudios.

Además, la orientación es una dirección, y ésta es medible en ángulos, es decir, en números. Una costumbre en la orientación es una costumbre  poco usual, quizás única, dado que es una costumbre funeraria cuantificable.

Como resultado, es fácil decidir si una costumbre de la Cultura A es la misma, similar a, o bastante diferente de una costumbre propia de la Cultura B, y esto puede proporcionar unos indicios valiosos sobre las relaciones entre ambas.

Afortunadamente, está empezando a ser cada día más común que trabajen en equipo arqueoastrónomos y arqueólogos, para su mutuo beneficio. En particular, la técnica de medición de orientaciones puede fácilmente ser enseñada en aire libre (o en una conferencia) en una hora. Pero la tarea debe ser llevada a cabo de forma competente: muchos mapas de yacimientos arqueológicos tienen flechas marcando el Norte de forma incorrecta.

Supongamos que estamos estudiando una tumba que tiene una entrada y un eje de simetría. En este caso se podrá decir que la tumba está orientada en una cierta dirección (que nosotros diremos que será preferentemente aquella de la vista desde el interior hacia afuera, mejor que al revés). A lo largo de este eje emplazaremos dos polos, usualmente uno en la mitad de la piedra de detrás y el otro en medio de la entrada, y trataremos de medir la orientación de la tumba, que es la dirección desde el primer polo hasta el segundo. Los ángulos se deberán medir en azimuth, en el sentido de las agujas del reloj desde el Norte geográfico (el Norte en sí mismo tendría un azimuth  00 , el Este tiene un azimuth de 900, y así sucesivamente).

La primera cuestión que surge es la duda entre usar un teodolito o una brújula magnética. El teodolito es un instrumento muy exacto, por lo que es apropiado si el monumento ha sido construido con gran precisión -como por ejemplo, un templo griego-. El método de uso con él descansa sobre el hecho de que sabemos la dirección del Sol en cada momento a lo largo del año, y en que tablas con esas direcciones se publican anualmente. El teodolito se sitúa en línea con los dos polos, y mide la diferencia entre la dirección del Sol y la orientación de la tumba. Dado que con las tablas sabemos la dirección real del Sol en el momento de la observación, podremos hallar la orientación de la tumba por adición o sustracción. Obviamente, en ausencia del Sol, no podremos usar un teodolito, así como si el terreno es muy desigual, puede ser muy difícil el transportar el mismo hasta el yacimiento y emplazarlo en línea con los dos polos. Si, además, la tumba fue construída de manera pobre o está tan mal preservada que la posición exacta del eje esté mal definida, puede incluso no ser conveniente el intentar usar el teodolito.

Una brújula magnética mide la diferencia entre la orientación de la tumba y el Norte magnético (no con respecto al geográfico), y lo hará tanto en un día soleado como en uno lluvioso. Para convertir estas medidas de la brújula en azimuths, necesitamos saber la diferencia entre el norte geográfico y el magnético, que, por desgracia, cambia de lugar en lugar y también de año en año.

En la actualidad, en España, el Norte magnético se encuentra a unos pocos grados al Oeste del Norte geográfico, y hay que descubrir -por ejemplo, mediante la información de los planos de la Cartografía Militar– las diferencias para cada región y para cada momento del año en que se está trabajando.

Desafortunadamente, puede suceder a veces que la roca de la región sea ígnea y aparezca alguna anomalía magnética que afecte a esta diferencia. En este caso, la consulta a un geólogo debe ser solicitada siempre, porque aunque las anomalías significativas suelen ser poco habituales, cuando ocurren pueden crear problemas serios a los usuarios de la brújula.

Si sospechamos que el motivo para la orientación fue astronómico, deberemos entonces medir también la altitud angular de la línea del horizonte en el dirección de la orientación, es decir, a cuantos grados sobre el horizonte se encuentra la cima de la colina o montaña hacia la que la tumba se orienta. Esto es porque el Sol, la Luna y las estrellas no salen o se ponen de manera vertical, sino que lo hacen siguiendo una trayectoria inclinada.

Supongamos, por ejemplo, que sospechamos que una tumba en Andalucía, que fue construida en el tercer milenio a.C., se orienta hacia la salida del Sol en el Solsticio de Invierno. En esa latitud y en esa época, el Sol salía ese día con un azimuth de 120 0  siempre que no hubiera una colina o una montaña de por medio en esa dirección.

Pero si el horizonte en esa dirección hubiera sido montañoso, y las cimas se alzaran unos 50, entonces el Sol debía ascender 50 verticalmente antes de que pudiera ser visto desde la tumba, mientras seguía con su movimiento hacia el Sur.

Un simple cálculo demuestra que el Sol se habría movido 50 hacia el sur antes de salir tras la montaña. El azimuth del eje de la tumba en este caso sería, por lo tanto,  no de 120 0, sino  de 120 0 más 50 , es decir 1250. Ésta es una diferencia considerable, igual a diez veces el diámetro del Sol.

Cuando hemos medido las orientaciones de tantas tumbas como sea posible de una cultura concreta en una región determinada, podemos preguntarnos si tenemos pruebas de que sus constructores siguieron una costumbre en la orientación de las mismas.

Cuando ellos se levantaban una mañana y se planteaban la construcción de una tumba, ¿había algunas orientaciones permitidas y otras que no lo eran?. Casi siempre hallamos que la respuesta es afirmativa, y vemos que el conjunto de orientaciones de las tumbas giran en torno a ciertos azimuths, o series de los mismos,  y que otros casos son raros, o inexistentes.

Un buen ejemplo de este razonamiento nos lo proporciona mi propia experiencia estudiando las tumbas de Menorca de la Edad del Bronce conocidas como Navetas.

Un año tuve la oportunidad de medir las orientaciones de siete de ellas, y descubrí que todas yacían dentro de un mismo cuadrante -un cuarto de círculo- (si bien no es relevante para el propósito de este artículo decir de que cuarto se trataba).

Esto era significativo en sí mismo, dado que se pudiera haber esperado siete orientaciones más dispersas si hubieran sido elegidas al azar. Un año más tarde visité las restantes once navetas conocidas, y cada vez que mi colega y yo nos aproximábamos a una nueva, nos preguntábamos si estaría orientada dentro del mismo cuadrante que las anteriores.

Dado que hay cuatro cuadrantes en un círculo, las probabilidades de que la primera naveta estuviera orientará dentro del mismo cuadrante que las otras puramente por azar eran de uno a cuatro. Sin embargo, esa era su orientación. La segunda naveta también se orientaba hacia el mismo cuadrante, y las posibilidades de que ambas estuvieran orientadas hacia el mismo cuadrante por azar multiplicadas por uno a cuatro se convertían en sólo de uno a dieciséis. La tercera naveta también se orientaba hacia el mismo cuadrante (con lo que la probabilidad de que la coincidencia fuera debida al azar descendía hasta sólo una entre sesenta y cuatro), y así sucesivamente hasta la decimoprimera.

Por tanto, las posibilidades de que la orientación fuera fruto de la mera casualidad, eran sólo de una entre muchos millones, por lo que podemos estar bastante seguros de que los constructores de navetas seguían una cierta costumbre cuando escogían las orientaciones de esas tumbas.

Las orientaciones individuales, medidas con competencia, son hechos concretos, por lo que cualquier persona que cuestione los datos puede volver al yacimiento y medir de nuevo las orientaciones. El hecho de que las orientaciones no sean fruto del azar -el que sus constructores siguieran unas costumbres- normalmente constituye una certeza matemática.

Pero cuando pensamos en las posibles razones para dichas costumbres, nos movemos en el reino de las hipótesis, y dejamos atrás las certezas.

Podemos imaginarnos muchos tipos de razones para tales costumbres (y sin duda muchas de esas razones son posiblemente impensables en nuestras mentes modernas). Las orientaciones podían haber estado condicionadas por el clima -las tumbas se encaran hacia el calor del sol, o para evitar determinados vientos-. Las tumbas podrían haber estado orientadas hacia una legendaria tierra de procedencia, o bien hacia una montaña sagrada, o quizás a una tumba de prestigio de especial significado. Todas estas posibilidades deben ser tomadas en consideración, y sólo si hay razones para rechazarlas, nos sería permitido concluir que la motivación al construirlas fue astronómica.

Un buen ejemplo de motivación astronómica, del que fuimos testigos, lo encontramos en una zona al sur de Salamanca, donde tuvimos la oportunidadde medir seis tumbas dispersas en una región llana, las cuales, sin excepción, se encaraban dentro de un arco de sólo ocho grados. Parece imposible imaginar como tal repetición pudo conseguirse al azar, excepto si pensamos en la observación del cielo.

Si tenemos buenas razones para creer que la costumbre en la construcción de tumbas estuvo basada en la astronomía, debemos considerar diversas posibilidades. Para ayudarnos a decidirnos entre ellas, necesitamos primero entender la aparición de los cuerpos celestiales en la antigüedad.  El Sol entonces salía y se ponía de forma muy parecida a como lo hace hoy en día, aunque las variaciones de los lugares de salida y puesta del Sol en el horizonte eran más amplios que actualmente.

Como ahora, la Luna salía (y se ponía) cada mes con unas variaciones en el lugar de salida y puesta, similares, pero no idénticas, a las del Sol. La Luna tenía, como en la actualidad, un ciclo de 18,6 años. Durante nueve años, la Luna salía y se ponía cada mes en el horizonte con unas variaciones algo menores que las del Sol, mientras que durante los siguientes nueve años las variaciones eran algo más grande. A mediados de este segundo ciclo de nueve años, la variación en el lugar de la salida de la Luna era el más grande posible: cada mes la Luna salía y se ponía más al norte y más al sur que durante toda una generación, y es posible que esas salidas extremas fueran significativas para los constructores de tumbas.

Actualmente, ese lugar de salida es conocido como el “sitio de la mayor detención de la Luna” (Lunar Standstills), un término escogido a semejanza del de Solsticio (que viene a significar sitio en que el Sol se detiene).

Las estrellas, sin embargo, son menos sencillas de interpretar. Ellas, ciertamente, son libres de moverse a nivel individual (con su movimiento propio), pero dada su enorme lejanía, esos movimientos son muy pequeños desde la Tierra, y raramente tienen importancia para los arqueastrónomos, ni siquiera en períodos de miles de años.

No obstante, el marco completo del cielo estrellado ha cambiado considerablemente desde la antigüedad. Esto es debido a que la tierra no es una esfera perfecta, sino que esta algo achatada por los polos, por lo que la atracción gravitacional del Sol y de la Luna causan que el eje de la tierra se tambalee como si del trompo de juguete de un niño se tratara.

La posición del Polo Norte Celeste ha variado sensiblemente desde la antigüedad. Así, hasta hace sólo tres mil años, la Cruz del Sur era visible desde las Baleares. Afortunadamente para los arqueoastrónomos, las posiciones en otros tiempos de todas las estrellas más brillantes están comodamente disponibles en un catálogo publicado por el Center for Astrophysics, en los EE.UU.

Una vez hemos reunido todas las pruebas y sabemos como aparecían los cuerpos celeste en el tiempo en que nuestras tumbas a estudiar fueron construídas, nos aproximamos a la dificultosa tarea de la interpretación.

Para decidirse entre hipótesis alternativas podemos llegar a tener que usar la Navaja de Ockham, principio así llamado en honor del filósofo inglés del siglo XIV, que nos indica que si dos hipótesis nos informan igualmente bien acerca de las evidencias, habremos de optar por la más sencilla.

Por ejemplo, en Creta, en el pueblo de Armenoi al sur del puerto de Rhethymnon, se encuentra un cementerio del período minoico tardío con unas trescientas tumbas. Éstas no están en la superficie sino que sus pasillos de entrada (“dromos” en griego) y sus cámaras están talladas en la roca. Cuando se abandonó el cementerio, la tierra y la hojarasca cubrieron los pasillos de entrada, por lo que las tumbas y su contenido se preservaron intactos hasta nuestros días. Como las paredes de los pasillos son rectas paralelas que están aún en perfecto estado, se pueden medir las orientaciones de las tumbas con una exactitud inusual, mejor que un grado. Hasta ahora más de 224 tumbas han sido excavadas, proporcionándonos un conjunto de datos que es probablemente único tanto en cantidad como en calidad. Sorprendentemente, cada tumba individual está orientada hacia más o menos el Este, hacia algún punto entre el Noreste y el Sudeste. La franja de variaciones en la orientación es virtualmente idéntica a la variación anual de los lugares de salida de la Luna, y por lo tanto ligeramente más amplia que la variación de los lugares de salida del Sol. Es tentador concluir diciendo que las tumbas fueron construidas con una orientación que se correspondía con la de la salida del Sol o de la Luna el día que empezaba su construcción (dicha práctica de orientación hacia la salida del Sol nos es familiar por los registros históricos sobre la construcción de iglesias en Inglaterra).

Consideremos primero la posibilidad de que estén orientadas hacia algún punto que señale la salida del Sol. La posición del lugar de salida del Sol sobre el horizonte cambia rápidamente en primavera y otoño (cuando sale más cerca del Este, en el equinoccio), y más lentamente cuando se acerca el Solsticio de verano o el de Invierno. Por lo tanto, era lógico suponer que la mayoría de las tumbas estarían orientadas hacia algún punto cerca del lugar donde se produce la salida del Sol durante los Solsticios, y que serían relativamente pocas las orientadas hacia el Este. Pero de hecho éste no fue el caso.

Para explicar porque las evidencias no fueron las que cabría esperar, tuvimos que realizar una segunda suposición: quizá a causa de que los veranos fueran demasiado calidos y los inviernos demasiado fríos, los constructores de tumbas normalmente iniciaban su trabajo en primavera u otoño, y no en verano o invierno. Por razones similares, aceptamos la misma suposición para la hipótesis de que cada tumba se orientó hacia el lugar de la salida de la Luna el día en que las obras se iniciaban.

Si, en cambio, nos limitamos a suponer tan sólo que los constructores simplemente cumplían la función de planear tumbas en cualquier dirección hacia la salida del Sol o de la Luna, la hipótesis es suficiente para explicar los datos, por lo que, según el principio de la navaja de Ockham, ésta sería la hipótesis preferida frente a las dos suposiciones anteriores más complicadas.

Dado que la actual variación de orientaciones de las tumbas es casi idéntica con la de la salida de la Luna, ésta puede ser la explicación que finalmente adoptamos.

Este ejemplo, usando datos únicos en cantidad y calidad, quizás ha resultado más complejo de lo que el lector pudiera haber esperado. No obstante, sirve para remarcar la diferencia que un arqueoastrónomo debe tener siempre en la mente entre, por un lado, el conjunto de las pruebas de la orientación y de la existencia de costumbres subyacentes, y, por otro lado, las interpretaciones especulativas de los motivos que subyacen a dichas costumbres.

Por Michael Hoskin

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

El Necronomicón y los mitos de Cthulhu.

“Sobre los Primordiales, escrito está que esperan siempre en la Puerta, y la Puerta está en todo tiempo y en todo lugar, pues Ellos no saben de tiempo ni lugar, más están en todo tiempo y en todo lugar, aunque parezcan no estar, y entre Ellos los hay que pueden tomar formas y rasgos diversos y cualquier forma y cualquier rostro que deseen y las Puertas están en cualquier sitio para Ellos. Dondequiera que el hombre disponga las Piedras y pronuncie tres veces las palabras prohibidas allí se abrirá y Ellos pasarán…”

Este es un supuesto fragmento del Necronomicon (El Libro de los Nombres Muertos), extraño libro prohibido de saber arcano, considerado por muchos como una ficción y por nosotros como una realidad.

El encargado de popularizar el concepto del Necronomicon como “Libro Prohibido” fue el escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft (1890‑1937), el cual lo mencionó por primera vez en 1922. Brevemente, la historia del Necronomicon es resumida por Lovecraft puntualizando que el título original era Al‑Azif y su autor un poeta loco de Sana (Yemen) que había vivido en la época de los Omeyas hacia el año 700, llamado Abdul Al‑Hazred, el cual había explorado las ruinas de Babilonia y los subterráneos secretos de Memphis, pasando diez años en la soledad del desierto que cubre el sur de Arabia, del que se dice que está habitado por espíritus malignos y por fantasmas ancestrales. Los que se internan en él cuentan que se producen fenómenos extraños y sobrenaturales. Los últimos días de su vida, Al‑Hazred, vivió en Damasco, donde escribió el Necronomicon, ocurriendo su muerte o desaparición en extrañas circunstancias hacia el 738. Al‑Hazred pretendía haber visitado la ciudad de Irem y sus pilares y conocer los secretos de una raza más antigua que la humanidad. Fue un ferviente adorador de entidades desconocidas a las que invocaba con extraños nombres como Cthulhu o Yog‑Shothoth.

La otra parece que fue traducida posteriormente al griego y al latín, siendo prohibida por el Papa Gregorio IX en 1232. Parece que la edición árabe se perdió mucho antes. La primera versión que tenemos (por ahora) del Necronomicón, nos llega de la mano del célebre mago y alquimista británico John Dee (1527‑1608) The Necronomicon or, the Book of dead names. Pero este manuscrito de Dee, conocido como Liber Logaeth, está escrito en un código cifrado, que debido a su inmensa complejidad, no pudo ser traducido hasta 1970‑1974 por el criptólogo David Langford con la ayuda de un ordenador y con el asesoramiento del ocultista Robert Turner. Lo que resulta curioso es el hecho de que el propio Lovecraft, en las novelas que escribió entre los años 20 y 30, cita determinados estudios y ritos prohibidos que se encuentran tal cual en el manuscrito cifrado de John Dee. Si este manuscrito no se develó hasta mucho después de la muerte de H.P.L. ¿Cómo es que éste ya lo poseía?… ¿Quizás la afiliación del padre del propio Howard Phillips a ciertas Ordenes Secretas hizo que su hijo tuviese acceso al citado libro…?

El investigador Jacques Bergier, que estuvo en contacto con Lovecraft, nos dice que éste le confesó que el Necronomicon salió de su imaginación y que realmente no existía. Este se contradice con la propia obra de H.P.L., pero no es extraño que hablase así alguien que, aunque era capaz de proyectarse con su onirismo hasta la misma puerta del Abismo que separa los mundos, sentía un pánico cerval ante todo lo desconocido. Normalmente, todas las obras de Lovecraft, que califican al Necronomicon de impío y terrorífico, terminan con la muerte del protagonista a manos de una entidad foránea o haciéndole caer en la locura. En sus escritos, el Necronomicon termina quemándose o guardado bajo siete llaves en alguna biblioteca arcana.

Hacia los años 70, en USA, se publicó una obra conocida como El Necronomicon de Simón, edición que podemos encontrar en español publicada por la editorial Edaf. El citado Necronomicon, aunque indudablemente interesante para todos los aficcionados al Ocultismo, no pasa de ser una recopilación de ciertos manuscritos de magia sumeria.

Aparte de este texto que citamos, la única referencia que tenemos del Necronomicon son las citas que de él hace el propio H.P.L. en sus obras (El Horror de Dunwich, El que acecha en el umbral, La llamada de Cthulhu, La sombra sobre Innsmouth, A través de las Puertas de la Llave de Plata, etc.), y por supuesto los manuscritos de John Dee.

Según el propio Lovecraft y su obra, la Tierra fue la morada donde los Antiguos fueron desterrados y fundaron sus extrañas ciudades. De su simiente surgieron distintas razas semi‑terrestres que poblaron la Tierra…

“Los Antiguos fueron, los Antiguos son y los Antiguos serán. Desde las oscuras estrellas Ellos vinieron antes de que naciera el hombre, sin ser vistos ni oidos, Ellos descendieron a la antigua Tierra.

Bajo los océanos se reprodujeron mientras las edades pasaban, hasta que los mares abandonaron la tierra, después Ellos salieron como enjambre en todas sus multitudes y la oscuridad reinó en la Tierra. En los helados polos Ellos levantaron poderosas ciudades, y en los lugares elevados los templos de Aquellos a quienes la naturaleza no pertenece y los Dioses han maldecido.

Y la simiente de los Antiguos cubrió la Tierra, y sus hijos perduraron a través de las edades…“

(De Liber Logaeth)

Posteriormente fueron arrojados por los Dioses Mayores a los vacíos de entre los planos o a las cavernas sumergidas bajo el agua…

“Ellos han paseado entre las estrellas y sobre la Tierra… Los Antiguos pisaron los caminos de la oscuridad y sus blasfemias fueron grandes sobre la tierra, toda la creación se inclinó bajo su poder y los conoció… Y los Señores Mayores abrieron sus ojos y advirtieron sus abominaciones. En su ira, Ellos levantaron su mano contra los Antiguos, arrojándolos lejos de la Tierra al Vacío que hay más allá de los planos donde reina el caos y los cuerpos no permanecen. Y los Señores Mayores pusieron su Sello sobre la Puerta, y el poder de los Antiguos no prevaleció…

Y Cthulhu surgió de entre las profundidades y montó en cólera contra los Guardianes de la Tierra. Ellos anularon su poder con Poderosos sortilegios y lo encerraron dentro de la ciudad de R’Lyeh, donde bajo las olas, dormirá el sueño de la muerte hasta el fin del Eón…

Los Antiguos esperan, en los rincones que hay entre los espacios conocidos por los hombres, el momento de su vuelta. Porque la Tierra los ha conocido… y los conocerá en el tiempo a venir…“

(De Liber Logaeth)

Algunos estudiosos del ocultismo piensan que los “tiempos a venir” no están muy lejanos, y que el Aeon de Cthulhu se acerca de forma inexorable, así es que el hombre debe estar preparado para la resurgencia atávica que, posiblemente, le espera y “Cthulhu volverá a despertar de sus sueños de R’Lyeh y nuevamente caminará por la Tierra…”

Los Mitos de Lovecraft no son una simple invención romántica, sino que se basan en antiquísimas tradiciones, reflejos arquetípicos de ciertas estructuras mágicas y mitológicas que se pierden en la noche de los tiempos.

La utilidad mágica de las poderosas energías ancestrales, pertenecientes a lo más profundo del subconsciente humano, expresadas en forma caótica y desbordante por los Grandes Antiguos, son estudiadas en profundidad para su recuperación de “entre los intersticios de los planos que configuran los Universos”, por misteriosas Ordenes Secretas de Magos. Intentando, de esta forma, su adecuada canalización hacia formas no destructivas que proporcionen al hombre la posibilidad de acceder al siguiente paso en la evolución.

Por Fr. Zuen Levanah

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

La Roca Waffle: ¿Rareza geológica o un residuo de una tecnología de hace 300 millones de años?

Una roca gigante en la orilla oeste del lago Jennings Randolph sigue confundiendo a los investigadores y visitantes. La enigmática conformación reticular impreso en el lado de la roca es una simple rareza geológica, o el residuo de una tecnología antigua. El origen de la piedra se remonta a hace 300 millones de años.

La maraña de patrones geométricos es tan lisa que es difícil de creer que este es un fenómeno natural. Si no es una estructura natural, significaría que su origen se atribuye a una antigua civilización en posesión de una tecnología avanzada desconocida.

Algunos incluso creen que la roca muestra claramente marcas causadas por la intensa radiación dejada por el tren de aterrizaje de una nave espacial aterrizando en la Tierra hace millones de años, o quizás más recientemente. El hecho es que hasta que no haya una respuesta definitiva al enigma, todo el mundo puede imaginar la causa favorita.

Hace mucho tiempo atrás, alrededor de 1930, en el área del condado de Mineral, Virginia Occidental, había un pequeño pueblo llamado Shaw. No lo encontrarás en ningún mapa moderno, debido a que ya no existe. Donde una vez estuvo Shaw esta ahora un pequeño lago, el lago Jennings Randolph para ser precisos, pero no fue un desastre natural lo que condenó a Shaw a su desaparición, fue el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU.. Se pidió a los residentes de Shaw empacar sus vidas y irse, ya que el gobierno había decidido instalar una represa en el río Potomac, que fluía a través del pequeño pueblo. Varios de los residentes estaban poco preocupados por su propio bienestar ya que estaban a punto de perder una extraña roca conocida localmente como The Indian Rock (la roca de los indios), que estaría enterrada bajo metros de agua con la realización del proyecto de la presa. ¿Por que los indios estaban tan preocupados por esta roca, sabían algo importante acerca del origen de la roca que nosotros ignoramos?

El descubrimiento de la roca se hizo publico en 1984 y se informó en un artículo en el Saturday Evening Post. La roca fue apodado la “Roca Waffle” por el impresionante patrón geométrico, al igual que las marcas dejadas por la rejilla utilizada al cocinar los famosos waffle.

Originalmente, la piedra estaba enterrada, pero durante la construcción del lago se decidió trasladarla ha otro lugar para poder observarla. Un pequeño trozo de la roca también está en exhibición en el Instituto Smithsoniano de Historia Natural en Washington.

A través de los años, el origen de la Roca Waffle ha sido objeto de numerosas teorías. Las especulaciones van desde impresiones del patrón de la piel de un reptil gigante a la evidencia de que antiguos viajeros espaciales visitaron la Tierra. Otros, especialmente en la comunidad científica, creen que la roca es una formación geológica natural.

A raíz del descubrimiento, tras un primer análisis, el coronel Martin W. Walsh Jr., Comandante del Cuerpo de Ingenieros llegó a la conclusión de que la roca era de origen natural, según lo informado por el artículo en el Saturday Evening Post en diciembre de 1984. Planteó la hipótesis de que la arena depositada por las corrientes se habían consolidado en los curiosos “pliegues” durante la Orogenia Apalache, que ocurrió hace unos 300 millones de años.

A través de los años, el origen de la Roca Waffle ha sido objeto de numerosas teorías. Las especulaciones van desde impresiones del patrón de la piel de un reptil gigante a la evidencia de que antiguos viajeros espaciales visitaron la Tierra. Otros, especialmente en la comunidad científica, creen que la roca es una formación geológica natural.

A raíz del descubrimiento, tras un primer análisis, el coronel Martin W. Walsh Jr., Comandante del Cuerpo de Ingenieros llegó a la conclusión de que la roca era de origen natural, según lo informado por el artículo en el Saturday Evening Post en diciembre de 1984. Planteó la hipótesis de que la arena depositada por las corrientes se habían consolidado en los curiosos “pliegues” durante la Orogenia Apalache, que ocurrió hace unos 300 millones de años.

Sin embargo, estos son sólo especulaciones. La verdad es que la ciencia no es capaz de explicar el origen de la roca.

Por esta razón, de acuerdo con los investigadores más exóticos, la posibilidad de que la roca no es de origen natural puede no ser rechazada con certeza. Pero si es así, ¿qué herramientas o maquinaria se utilizaron para crear este modelo tan increíblemente perfecto?

Los teóricos de los antiguos astronautas creen que podría tratarse de la marca dejada por una nave espacial visitando la Tierra millones de años atrás. Historiadores alternativos, sin embargo, creen que la grilla es parte de los vestigios de una civilización desconocida que vivió en nuestro planeta en los tiempos antiguos, en posesión de sofisticadas tecnologías inimaginables para nosotros.

En resumen, ¿es una extraña creación de la madre naturaleza, una marca dejada por los viajeros extraterrestres o los restos de un avanzada civilización perdida en las brumas del tiempo? El veredicto aún no se ha emitido … cada uno juzgue por sí mismo, hasta que se demuestre lo contrario.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

Después de más de 300 años, descifran la misteriosa Carta del Diablo.

La carta del diablo es una misiva cifrada alojada en el convento de Palma di Montechiaro en Italia. Su mensaje ha desconcertado a los investigadores durante más de trescientos años. Se cree que la carta fue escrita en 1647 por la mano de Sor María Crocifissa della Concezione bajo la dirección de Lucifer.

La Hermana María entró en el convento benedictino de Palma di Montechiaro a la edad de 15 años. Según los historiadores, la Hermana María despertó de un desmayo con un extraño sentimiento de que el diablo “la había controlado”. Notó que estaba cubierta de tinta y varias cartas estaban esparcidas sobre su escritorio. Examinando las cartas, encontró una mezcla ininteligible de manuscritos antiguos y anagramas misteriosos. La Hermana María admitió a otros en el convento que las notas eran mensajes de Lucifer entregados a la Hermana María en un estado de ensueño.

Durante siglos, los investigadores fueron incapaces de descifrar el contenido críptico de la carta (sólo una carta sobrevivió), hasta septiembre de 2017 cuando los investigadores del Centro de Ciencias Ludum de Catania, Sicilia descifraron la carta usando un sofisticado algoritmo encontrado en la web oscura.

El algoritmo criptográfico utilizado para descifrar la carta fue descubierto en un software que se cree fue escrito por un estado-nación (probablemente los Estados Unidos). El software era único, inteligente y muy bien escrito.

“Usamos el software con el griego antiguo, el árabe, el alfabeto rúnico y el latín para descifrar parte de la carta”.

Su trabajo funcionó. Al igual que las huellas dactilares que aparecen en una ventana empañada, el mensaje de la carta comenzó a desentrañar el mensaje pieza por pieza. Su primer vistazo al significado retorcido de la carta reveló esta simple frase:

“Dios piensa que puede liberar a los mortales, pero el sistema no funciona para nadie”.

Los investigadores dicen que el texto encriptado también contienen fragmentos de texto que degradan a Dios, a Jesús y al Espíritu Santo como “pesos muertos” que la humanidad debe intentar esquivar. Otra frase pasó a decir “tal vez ahora, Styx es verdadero.” Styx es el río mítico que separa la humanidad del inframundo.

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El misterio de la calavera pintada.

Un empleado del hospital Wilhelminen en Viena, Austria encontró la semana pasada en un prado cercano al hospital una calavera en el interior de una cacerola.

El misterioso cráneo, hallado en Ottakring, había sido pintado a mano con decoraciones florales y una cruz central. Según un arqueólogo, este cráneo perteneció a un hombre de edad avanzada.

 

Las autoridades realizaron pruebas y verificaron que el cráneo es auténtico, pero desconocen de donde ha salido y porque fue pintado de esta forma.

Además de las decoraciones con flores, el cráneo presenta en la parte frontal central un texto que dice “gehängt 1612” (ahorcado 1612), sin embargo los expertos en arqueología sostienen estos huesos son demasiado pequeños para ser del siglo XVII, si bien hasta la fecha no se ha conseguido una datación precisa.

También el nombre de Amelie Lagrange aparece en este cráneo, sin embargo la arqueóloga Karin Fischer-Ausserer confirmó que el mismo perteneció a un hombre.

Fischer-Ausserer dijo que el cráneo es real, aunque parece conformado por distintas partes diferentes. En la parte posterior se encuentra pegada una pieza hecha con vértebras de vaca y también se cree que la mandíbula puede ser de una persona diferente.

“Se trata de una recopilación de varios componentes, ensamblados artísticamente” comentó, agregando que este hallazgo es “probablemente una broma extraña”.

La arqueóloga afirmó igualmente que el cráneo no está relacionado con ninguna muerte violenta o crimen.

Lo que resulta misterioso es qué hacía ese cráneo en un prado y porqué fue pintado de esta manera.

Desde mi punto de vista y dada mi formación profesional, la pintura del cráneo observada sólo a través de la fotografía difundida mantiene un color demasiado vivo y fresco como para tener más de 400 años, por lo que descartaría la antigüedad de la misma. La pintura parece haberse realizado en un tiempo muy próximo al hallazgo.

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La leyenda de los 7 gigantes de los Urales.

Man Pupu Nyor es uno de esos lugares que huelen a tiempo y a leyenda. Sobre su meseta solitaria, teñida por el viento y la soledad, se alzan siete gigantes de piedra. Siete asombrosas formaciones rocosas que resisten el devenir de los años, contando una historia que los mortales hemos etiquetado de leyenda.

Los llaman los siete gigantes de los Urales y son una especie de moais de entre 30 y 45 metros de altura, alzados sobre un altiplano, que el viento ha ido esculpiendo a lo largo del tiempo. Juntos forman un legado geológico único en el mundo que te encantará conocer.

Man Pupu Nyor, la montaña de los dioses

Estamos en un inhóspito rincón de la República de Komi, en los montes Urales. Los siete gigantes que atisban este gélido altiplano son, en realidad, una curiosa formación geológica llamada Man-Pupu-Nyor, que en idioma mansi significa “pequeña montaña de los dioses”.  Atraen rápidamente la atención por su espectacularidad y por la soledad del escenario donde se alzan. Seis de ellos emergen agrupados, mientras que uno se distancia del resto, como si los observara o los vigilara.

Nos dicen los geólogos que sus corazones de piedra deben tener una antigüedad de unos 200 millones de años. Es muy probable que en el pasado aquí se ubicara una montaña, pero el tiempo, la lluvia y la erosión, perfiló con hábiles manos de artesano estas formaciones tan espectaculares, estos siete pilares admirados desde siempre por los chamanes y brujos del pueblo mansi. No debemos olvidar tampoco que los Urales son una de las cordilleras más antiguas de la Tierra, así que casi podemos considerar a estas rocas como auténticos titanes de otro tiempo. De ahí que no nos extrañe tampoco la existencia de esa leyenda que los mansi -esta tribu de antiguos brujos y cazadores- tejieron alrededor de sus siete gigantes de piedra.

La leyenda de los siete gigantes de los Urales

Dicha leyenda se ha trasmitido de generación en generación en los Urales, desde que los mansi habitaran esta montaña sagrada, llevando a cabo la que era su humilde vida de antaño. Eran grandes cazadores y expertos curtidores de piel, hombres y mujeres acostumbrados a la rudeza de su tierra.
En aquel tiempo su líder era Kuuschay, hábil cazador de osos y ciervos. Tenía dos hijos y uno de ellos era una joven alta y esbelta que gustaba recorrer aquellas montañas y sus altiplanos corriendo y cantando.
No tardó en enamorarse de ella uno de los gigantes. Uno llamado Torev, que junto a su familia, estaba en las montañas de Haraiz. Tan prendado estaba de la muchacha, que no dudó en pedirle su mano al viejo Kuuschay. Pero el líder de los mansi se negó.
¿Qué ocurrió entonces? Torev llamó a sus cinco hermanos. A los otros gigantes. Juntos intentaron raptar a la joven a la fuerza. Llegaron al pueblo con su imponente presencia y lo asediaron, lo atacaron con fiereza y sin piedad. Los mansi se vieron incapaces de hacer frente a tan temibles enemigos, así que su lider, Kuuschay, empezó a suplicar clemencia y ayuda a los buenos espíritus de la tierra.
El cielo, entonces, se tornó oscuro y metálico. Las nubes bajaron de las montañas y ocultaron todo el poblado de los mansi, pero el gigante Torev se enfureció aún más. Cogiendo su maza, empezó a golpear por todos lados a ciegas, llevado por la rabia. Rompió la muralla de cristal que protegía la fortaleza del líder mansi, pero este y su pueblo ya habían huido a las montañas cercanas.
Al amanecer salió a caballo el hijo del líder. Era el joven Pygrychum, encabezando a su ejército de guerreros. En sus manos llevaba un escudo y una espada, una espada que alzó sobre su cabeza justo en el momento en que los seis gigantes se acercaron con temible fiereza hacia ellos.
Era una espada mágica que los espíritus buenos le habían otorgado para salvar a su pueblo, pero tenía un precio. Justo cuando esa espada obtuvo el brillo del sol, una luz cegadora rodeó a los gigantes, convirtiéndolos de inmediato en piedra para siempre. No obstante, el haz de dicho resplandor también lo alcanzó a él, de ahí que los gigantes de los Urales sean siete. Seis de ellos agrupados y uno, en la distancia, vigilando que nunca más vuelvan a enturbiar la paz de esa tierra inhóspita, pero de nobles personas.
FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

El Bestiario de Aberdeen, un manuscrito de 800 años, disponible en alta definición.

Conocido como el Bestiario de Aberdeen, un libro creado en Inglaterra alrededor del año 1200, ha sido digitalizado en alta definición y contiene narraciones de animales para ilustrar lo que fueron creencias populares.

Las imágenes digitalizadas del manuscrito, que perteneció una vez a Enrique VIII, han revelado detalles cuyo propósito antes no se conocían.

En el manuscrito se hallaron una serie de marcas que los investigadores pensaron que fueron diseñadas para un cliente de alto nivel social.

Sin embargo, las marcas que se han descubierto recientemente, sugieren que fueron herramientas de aprendizaje durante la disolución de los monasterios.

El libro, lujosamente decorado, fue documentado por primera vez en la Biblioteca Real del Palacio de Westminster en 1542 y es uno de los mejores ejemplos de supervivencia de un manuscrito iluminado medieval, según indicaron los expertos.

El manuscrito ha estado bajo el cuidado de la Universidad de Aberdeen desde 1625 después de que fuera legado a la Universidad de Marischal por Tomas Reid, fundador de la primera biblioteca pública en Escocia.

La profesora Jane Geddes, historiadora de arte de la universidad, dijo que las marcas y anotaciones que antes no eran visibles apuntaban a que el manuscrito había sido escogido por los exploradores de Enrique VIII cuando examinaban los monasterios buscando objetos de valor.

Parecían imperfecciones

Geddes dijo que “el bestiario de Aberdeen es uno de los más lujosos jamás creado, pero nunca se llegó a completar y por tanto, los bordes de las páginas no fueron terminados ni ordenados.”

“Esto significa que las minúsculas notas de los que lo crearon aún permanecen en los márgenes proporcionando pistas invaluables sobre su creación y procedencia.”

“Algunas marcas eran visibles a simple vista, pero la digitalización ha revelado mucho más de lo que parecían simples imperfecciones sobre el pergamino.”

La profesora dijo que las imágenes en alta definición revelaron claras evidencias de que el libro fue producido en un concurrido scriptorium.

Geddes agregó: “En muchas de las palabras hay marcas diminutas que habrían proporcionado una guía para la pronunciación correcta cuando el libro fuera leído en voz alta.”

“Esto demuestra que el libro fue diseñado para una audiencia, probablemente de maestro y alumnos y utilizado para transmitir un mensaje moral cristiano a través de sus palabras en latín y con llamativas ilustraciones.”

Puedes ver las bellas imágenes de este libro en la web que la propia Universidad de Aberdeen ha creado para ello.

Créditos de las imágenes: UoA

Fuente: BBC News

Un banquete troyano. Extraterrestres, seres elementales y bigfoots que quisieron cautivar a testigos con alimentos.

Comida de otros mundos

Joshua Cutchin, autor del libro ha abierto un aspecto de lo desconocido que hasta ahora había permanecido inexplorado, y propone al respecto una novedosa hipótesis para explicar por qué estas extrañas criaturas usan la comida en sus encuentros.

Si hablamos de ovnis y comida, enseguida nos viene a la mente el caso de Joe Simonton, un criador de pollos de Wisconsin al que unos extraños seres llegados en una nave le ofrecieron unas tortitas alienígenas. Pero ¿la relación entre lo desconocido y los alimentos se reduce a casos anecdóticos como este? ¿O la aparición de comida y bebida en los encuentros con lo desconocido tiene algún sentido más allá de la casualidad?

En este sorprendente libro, Joshua Cutchin realiza el primer estudio y análisis mundial sobre los alimentos que extraterrestres, seres elementales y bigfoots han ofrecido a lo largo de la historia a los testigos. Los casos son muchos y muy variados, y no todo es siempre lo que parece ser: algunos líquidos tienen cualidades sanadoras o afrodisíacas, aparecen alimentos que expanden la conciencia y hay ungüentos que revelan un mundo invisible.

Desde hace tiempo, los investigadores han buscado nexos de unión entre seres extraordinarios tan diferentes como el bigfoot, los seres elementales de los bosques y los extraterrestres. Joshua Cutchin lo

ha consegido ¡a través del estómago! Los alimentos que en ocasiones estos seres ofrecen a los testigos no parecen fruto del azar. Así, este joven investigador ha conseguido mostrar una nueva visión de nuestra relación con estas extrañas criaturas.

Joshua Cutchin

Nativo de Carolina del Norte, el autor ha sentido interés por los fenómenos forteanos desde hace años. Tiene un máster en Literatura Musical y otro en Periodismo por la Universidad de Georgia, y en la actualidad trabaja como especialista en relaciones públicas en el sureste de Estados Unidos. Además de su trabajo en los medios, Cutchin es también compositor y mantiene una activa agenda como saxofonista de jazz y rock, lo que le ha llevado a aparecer en ocho álbumes y conciertos en vivo en DVD.

Lo que han dicho de este libro

“El humilde tema de la comida en los encuentros anómalos sirve, en el mesurado, estudiado y lúcido argumento de Cutchin, como una prueba de que los eventos de alta extrañeza pueden ser inciertos y discordantes, pero no incomprensibles”. — Thomas E. Bullard, folclorista, Indiana University, Bloomington

“Joshua Cutchin presenta un original e impresionante concepto para un libro sobre anomalías: comida forteana… Lo que ha hecho Cutchin es medir un aspecto bastante sorprendente de la literatura relacionada con el folclore, la antropología, la ciencia de la comida, los psicodélicos, la ufología y la criptozoología, en busca de aquellas personas que aseguran haber consumido algo —comida, líquido, píldoras— durante un encuentro extraordinario… [Cutchin] es un forteano en su sentido más amplio. Tiene ideas, y son creativas y provocativas… Cutchin mantiene la cabeza aportando una apreciación forteana basada en la incertidumbre y la ambigüedad, por no hablar de la posibilidad de que este fenómeno esté más allá de nuestra capacidad de comprensión. Un trabajo espléndido en todos los sentidos”. — Jerome Clark, Fortean Times

“[Este es] el estudio definitivo de un aspecto de lo paranormal que ha sido, hasta ahora muy poco apreciado y mal interpretado constantemente… [Cuthcin muestra que] la naturaleza sosa, por lo general, de la comida que ofrecen los extraterrestres tiene sus paralelismos con la comida de los seres elementales, que solía aparecer como de un sabor rico y delicioso —pero, en realidad, no era nada de eso: era un engaño—. […] Un banquete troyano absolutamente da en el clavo… Es un trabajo fantástico”. — Nick Redfern, Mysterious Universe

“Con Un banquete troyano, Joshua Cutchin ha respondido FINALMENTE la duda que había confundido a todos los fans de las Wachowski: ¿cómo podía Neo ser liberado de Matrix ingiriendo la pastilla roja, si la pastilla solo existía en Matrix, y por lo tanto no era real? ¿Quieres liberar tu mente? ¡Lee este libro!”. — Red Pill Junkie

“Joshua Cutchin ha reunido un contemplativo y verdaderamente único análisis folclórico sobre la forma en cómo la comida y la bebida encajan en la más amplia narrativa de pretendidos fenómenos extraños. De este modo, Cutchin ofrece, en su sentido más exacto, ‘alimento para el mente’”. — Micah Hanks, author of Magic, Mysticism and the Molecule.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

El Yunque de Puerto Rico. Refugio de seres imposibles.

Por Raúl Núñez

Durante muchos siglos leyendas indígenas nos han indicado que estos seres no eran desconocidos en antaño, y más aún, nos señalan que de alguna forma pudieran ser descendientes de la unión de humanos con una raza de gigantes desaparecida.

En muchas partes de nuestro planeta hay testimonios de la existencia de esta raza sobrenatural.

La montaña de El Yunque en la isla de Puerto Rico, nos aporta toda una serie de personajes imposibles, donde los continuos testimonios de sus avistamientos nos hacen pensar que algo debe existir y que aún desconocemos.

Testimonios oculares hablan que en El Yunque y lugares cercanos donde aparecen criaturas gigantes, verdaderos monstruos, que salen de sus desconocidas madrigueras durante las noches a vagar por el área.

La isla de Puerto Rico fue descubierta por Colón en su segundo viaje, el día 19 de Noviembre de 1493. Hoy en día su verdadero nombre es, Estado Libre Asociado de Puerto Rico, y en un lejano año de 1898, luego de la guerra Hispano-Americana fue cedida a los Estados Unidos, terminando su estado de colonia española.

Los aborígenes le llamaban a la Isla de Puerto Rico, “Borinquen”. Se cree que los primeros pobladores de Puerto Rico fueron los indios Guanacahibes, que vivían en cavernas, posteriormente llegaron los tainos que seguramente provenían de Guyana o de Venezuela.

Existe una Cordillera Central que se extiende por todo el interior de la isla y sus estribaciones se prolongan hacia el Nordeste *Sierra de Luquillo* precisamente donde se origina el ángulo puertorriqueño del famoso Triángulo de las Bermudas.

Alrededor de El Yunque hay poblados como, Naguabo, Fajardo, Maunabo y otros menores. En estos momentos El Yunque esta bajo la jurisdicción de la Agencia Federal National Park Service de los EEUU, pero quizás el accidentado terreno que abarca esta montaña y lo difícil de controlar, hace que se continúe produciendo testimonios de criaturas desconocidas dignas de una película de terror o de la leyenda más remotas.

No existe un lugar de este sitio donde no se hable de leyendas compuestas por duendes, monstruos, genios, brujos, y ahora en los últimos 30 años se han agregado avistamientos de Ovnis y misteriosas desapariciones de personas. Dentro de este contexto es donde se desarrolla una supuesta casuística de hechos extraños que de no ser por los testimonios serios y provenientes de personas de conducta intachable no tenemos por que dudar de sus apreciaciones por extraño que nos parezca.

Seguramente lo más cercano que tenemos en el tiempo es el increíble ser que se denominó “chupacabras” o “chupa-sangre” en otros países de Centroamérica, ya que este sorprendente ser traspaso las fronteras marítimas de la isla y se ha visto en Costa Rica, Guatemala, México, incluso en Brasil y en algún país sudamericano.

El cangudrilo

Aunque sus antecedentes provienen de mucho tiempo atrás nos detendremos en sus apariciones más espectaculares que ocurrieron en el año 1975 y que trajo de cabeza a muchas poblaciones, quienes aterrorizados ante la continua presencia de este ser peludo y mal oliente; muchos pobladores cambiaron de domicilio ante las continuas visitas de este misterioso ser peludo, visitas que eran todas nocturnas. El Cangudrilo, como lo denominan en aquella zona, quizás deba su nombre a que muchos testimonios dicen haberlo visto saltar en forma parecido a un canguro australiano. Las descripciones nos detallan un ser gigantesco de unos siete pies de altura, nocturno, mal oliente, camina erguido y tiene un aspecto de simio grande, pelaje oscuro y con grandes ojos que despiden una luminosidad rojiza. En este último detalle las descripciones concuerdan casi todas. Donde no concuerdan es en su agresividad pues no se sabe si mata para comer y es muy asustadizo, ya que su huída siempre muy rápida más de una vez ha sido acompañada de disparos de los pobladores afectados.

Los vecinos atemorizados describían a esta criatura como de siete pies de altura, pelaje oscuro, y que se acercaba y tocaba las puertas o ventanas de los vecinos a altas horas de la noche. Muchos pobladores atemorizados optaron por cambiarse del lugar, mientras otros realizaban guardias nocturnas provisto de machetes y otras armas para perseguir a esta extraña criatura.El día Lunes 11 de Agosto de 1975 El Vocero hace alusión en otro titular a la alarma causada por el Cangudrilo, escribe textualmente: CANGRUDILLO OBLIGA A MUDARSE A VECINOS DEL BARRIO MAUNABO.

A partir de esta fecha los hechos y testimonios se disparan y el Cangudrilo es perseguido y localizado en varios sitios a la vez. Algunos testimonios, los más coherentes lo vieron bajar de una loma conocida como La Loma Méndez Neco. Varios vecinos de la zona vieron al cangudrilo correr con increíble agilidad, desapareciendo entre la maleza, o lanzándose al mar en la playa y perdiéndose bajo las olas. En este punto hay que mencionar que el investigador americano de origen cubano, Don Virgilio Sánchez-Ocejo entre sus muchas investigaciones en el área de Miami (Florida, EEUU) a recogido varios testimonios de estos seres peludos, de aspecto de simio, y que no solo se desplazan por tierra a una velocidad increíble, sino también no tienen reparo en lanzarse al mar, donde al parecer también es un lugar que no les resulta extraño. Precisamente el investigador americano relataba a quien escribe un extraño episodio que vivió un pescador en los muelles de este extenso estado americano que es Florida.

Siguiendo la huella de seres excepcionales esta vez hemos de trasladarnos al pequeño país de El Salvador. En el año 1992 llegaron a varias radios locales cartas de personas que decían tener graves problemas con una fiera que atacaba sus reses. Las investigaciones se hicieron en el ámbito universitario para determinar que tipo de depredador era este que comía la lengua de las reses una vez que estaba muerta. También se comía las ubres y lo curioso que no se encontraban nunca huellas.

Un campesino declaraba sobre este tema:

A cortadura de la lengua no parece ser hecha con arma filosa, sino que más parece que ha sido chupada.

Algunas otras personas dicen que es un gran pájaro con cola de culebra que ahorca a la res. Nos preguntamos ¿Cómo podrá una ave dominar una res grande y forzarla a abrir la boca para devorarle la lengua? Sólo cabría suponer que sí fuese una ave ésta inyectaría algún anestésico para paralizar a la res. Explicaciones, teorías, hipótesis sobre este curioso animal se dan de todo tipo. Consultado varios veterinarios al respecto y profesores de la Universidad de El salvador nos dicen que podría tratarse de una “diabetes”. Esta enfermedad podría causar gangrena en la lengua o la ubre. Agregan que, hay que tomar en cuenta que esta enfermedad no se nota cuando el animal esta enfermo, pues la gordura, que suele ser síntoma de diabetes, lo hace parecer un animal sano. La explicación podría darse por ese lado pero la gran cantidad de casos que ocurrieron en 1992 nos hace pensar en otras posibilidades sin descartar ninguna otra hipótesis.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

Los berbalangos ¿Hombres-polilla en Filipinas?

Por Sergio Villanueva / Espacio Abierto

Existe en las Filipinas una isla que se conoce como Cagayan Sulu. Se cree desde hace muchos años que, sobre ella, habita una extraña especie de hombres que, muy parecidos a los hombres normales, tienen unas extrañas peculiaridades: practican el vampirismo y necesitan beber sangre (humana o animal). Sus ojos son muy parecidos a los de los gatos; tienen la costumbre de profanar las tumbas de los recién decesos y devorar sus vísceras, principalmente corazón e hígado, por los que sienten dilección. Poseen grandes alas. Al volar emiten un sonido muy parecido al gemido, que curiosamente es más intenso tanto más alejados se hallan de sus víctimas. Destacan por encima de todo, y es lo que más temor provoca entre los isleños: dos grandes ojos como antorchas, que resplandecen en la noche.

Como vemos, el hecho de ser seres alados que atacan a los hombres y también a otros animales, que destacan sus ojos como luces y que emiten un extraño sonido parecido a un gemido (el chillido de un ratón, alegaron unos testigos de Virginia Occidental) parece que nos fuerza a relacionar a las mismas criaturas.

El caso más documentado sobre el tema se remonta a los últimos años de posesión española de las Islas Filipinas en que el cronista Sr. Skertchley, viajó a dichas islas, y acompañado de un guía nativo que le relató los extraños sucesos que allí acontecían se adentró en la jungla, acompañado de Matali (el nombre del guía).

En un momento dado, y cuando el filipino le aseguró que estaban llegando hasta donde los extraños seres vampíricos, oyeron un sonido de gemidos, y ambos se echaron al suelo. A los pocos segundos vieron unas luces que parecían sobrevolarles y que pasaron por encima de sus cabezas. Aquellos ojos como antorchas se dirigieron a casa de un conocido de ambos; la choza de un tal Hassan.

Decidieron esperar a que se hiciera de día para entrar en la choza  armados con unos kris (típicos cuchillos del lugar) aunque en el último instante el filipino se negó a entrar en su interior. El americano describe la escena de la siguiente manera: “llamé a gritos varias veces y nadie me contestó por lo que decidí entrar tras dar un fuerte empujón a la puerta que estaba cerrada. Miré alrededor y no había nadie, pero al adentrarme un poco más, observé que sobre la cama había un gran bulto; con las manos crispadas, la mirada desencajada, y los ojos horrorizados; quien así yacía era Hassan, muerto y sin una gota de sangre a su alrededor”.

En otras islas del mismo archipiélago, se habla con cierto temor de unas criaturas que son conocidas como demonios de los bosques. Todos los que han visto a dichos seres destacan que sus ojos son como dos luces, y que tienen por costumbre atacar a los hombres y otros animales.

Durante el conflicto bélico que azotó las Filipinas en 1898, una patrulla del ejército americano se adentró en la jungla en busca de una partida de guerrilleros tagalos. Uno de los soldados se desvió del resto de su unidad, y cuando a los pocos días lo encontraron, aseguró haberse topado con un ente de pequeña talla y que tenía unos ojos brillantes como antorchas. El soldado perdió totalmente el juicio y pasó el resto de sus días repitiendo la salmodia: “esos ojos, esos terribles ojos”.

También durante la Segunda Guerra Mundial, muchos soldados tanto aliados como japoneses, afirmaron haber visto e incluso haber sido atacados tanto ellos como las mulas que empleaban para el transporte, por un extraño ser de ojos como linternas y que se movía con gran agilidad, incluso un militar americano lo definió como un ser que aparece y desaparece como por arte de magia. Finalizadas las hostilidades, algunos científicos se ocuparon del asunto, y así mientras los más conservadores culpaban de tales hechos a los pobres pigmeos aetas, una pequeña tribu que habita en las zonas más recónditas de estas islas; otros científicos entre los que destaca el padre de la Criptozoología, Doctor Bernard heuvelmans, adujo que se podía tratar de alguna especie de animal como el tarsero, el más misterioso de los primates conocidos. Se trata de una criatura pequeña, velluda, de rostro plano y redondo, ocupado éste por su totalidad por dos grandes y brillantes ojos. Existe además una rara bestezuela que los científicos han querido identificar con el tarsero; se trata del yara-ma–ya-wo, una criatura que es definida como un animal con aspecto de rana pero con cuerpo de hombrecillo. Esta criatura tiene la mala costumbre de lanzarse sobre todo bicho viviente, especialmente niños, y, citamos textualmente al Doctor Heuvelmans: “con el auxilio de unas ventosas que posee, se pega literalmente a sus víctimas a las cuales vacía por succión de toda su substancia”.

Como reflexiona Aracil, el hecho correspondiente a la succión de la substancia de sus víctimas, los ojos relucientes como luces, y en el caso de los berbalangos, el rasgo de volar, nos hace recordar al chupacabras más que a ese pequeño mamífero que se conoce como tarsero (Tarsius spectrum) y que lógicamente es sobradamente conocido por los nativos de aquellas tierras.

Sobre qué grado de verdad existe en estas leyendas, es poco lo que se sabe, pues se trata de una isla lejana en un archipiélago como el filipino que en muchas zonas aún se conserva casi virgen; pero lo cierto es que sobre el asunto de los berbalangos se han ocupado investigadores como Ethelbert Forbes (Cagayan Sulu, Legends and Superstitions) o el mismísimo cazador de misterios además de escritor e informador radiofónico, Rupert T. Gould, autor del ya clásico Oddities (en versión castellana Misterios de la Tierra).

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El misterioso monstruo de Sutton.

Demos un salto atrás en el tiempo, a fin de reanudar el hilo de  nuestra historia con un caso verdaderamente alucinante.

Otro de los casos del drama platillista se produjo el 12 de setiembre de 1952 y todavía no ha recibido explicación. La noche del día citado, que era un viernes, en el Estado de Virginia se vio al atardecer un objeto resplandeciente que cruzó el cielo ante millares de testigos. Entre ellos se hallaban Mrs. Kathleen, sus tres hijos y Gene Lemon, miembro de la Guardia Nacional, de diecisiete años de edad. Todos ellos vivían en la población de Sutton. A todos ellos les pareció que el objeto había caido en una colina próxima, aunque no podían asegurarlo.

Cuando ascendieron la loma ya era noche cerrada, por lo que Gene Lemon encendió su lámpara eléctrica. Lo primero que les llamó la atención fue un olor desagradable y asfixiante. Conforme se iban acercando al lugar donde suponían que había caído el objeto, la luz de la linterna hizo brillar dos ojos. El joven Lemon, creyendo hallarse ante una lechuza, la enfocó.

A la plena luz de la lámpara apareció una enorme figura, de casi tres metros de altura, con la cara roja y sudorosa y los ojos saltones, con una separación entre sí de más de un palmo. El corpachón del monstruo aparecía de color verde, con un suave brillo mate. De repente, lanzó un extraño silbido y se dirigió hacia él con paso elástico, como si se tratase de los botes de una pelota.

Los muchachos y Mrs. May, aterrorizados, pusieron pies en polvorosa colina abajo. Mrs. May corrió a telefonear al sheriff y mientras tanto su madre advirtió que las caras de sus nietos estaban cubiertas por una extraña sustancia viscosa. Al poco rato, se sintieron enfermos, con náuseas, y terminaron vomitando. Poco tiempo después se les hinchó el cuello.

La niebla empezaba a cubrir la colina cuando llegó el sheriff. Por dos veces intentó que sus perros le llevasen hasta el lugar donde había sido visto el monstruo. Los canes huían cada vez aullando y con el rabo entre piernas, por lo que el sheriff decidió esperar a la mañana siguiente.

El estado del Lemon se agravó durante la noche. Fue presa de débiles convulsiones, que lo mantuvieron toda la noche despierto. Su garganta se encontraba extrañamente inflamada, lo mismo que la de los hijos de Mrs. May. El médico que los visitó comparó aquellos efectos con los que podría haber producido el gas mostaza.

Según manifestó un miembro del consejo de administración de la escuela local, una extraña máquina despegó de la cumbre de la colina poco después del amanecer. El sheriff y sus hombres, cuando registraron aquella zona, encontraron huellas en el suelo, la hierba estaba aplastada y había unos pedazos de algo que parecía plástico negro. Pero no hallaron rastros de la terrorífica aparición que habían descrito Mrs. May y los muchachos.

Cuando los periodistas pidieron al ATIC su opinión acerca del monstruo de Sutton, los técnicos del Proyecto Bluebook eludieron la pregunta diciendo que se trataba simplemente de una alucinación creada por un meteoro que cruzó sobre la comarca y que ni siquiera tenían intención de molestarse enviando investigadores.

Sin embargo, las Fuerzas Aéreas no hicieron caso omiso al informe de Sutton, ni mucho menos. Para obtener todos los detalles que les interesaban sin llamar la atención, se valieron de la Policía del Estado de Virginia Occidental. Después, dos agentes vestidos de paisano y haciéndose pasar por periodistas, interrogaron a los testigos.

Algunos meses después, en enero de 1953, Keyhoe se enteró de la verdad sobre el asunto de Sutton. Según las informaciones secretas que había recogido el ATIC, en primer lugar el objeto que Mrs. May y los chicos habían visto no era en realidad más que un meteoro, que, al desaparecer en su carrera tras la colina, les dio la falsa impresión de que aterrizaba en ella. En segundo lugar, los ojos brillantes pertenecían efectivamente a una lechuza y, por último, el enorme cuerpo del monstruo no era más que un vulgarísimo tronco de árbol que, a la sobreexcitada imaginación de los testigos, apareció bajo aquella forma terrorifica. Y como colofón, los trastornos físicos del pobre Lemon tenían su origen, pura y simplemente, en el miedo que había experimentado (a pesar de que en el dictamen del médico no se afirmaba tal cosa). Un punto quedó por aclarar, puesto que los investigadores civiles que examinaron la cumbre de la colina descubrieran allí unas huellas que no confirmaban en absoluto la hipótesis del ATIC).

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Una misteriosa figura aparece en la foto de venta de un inmueble.

Mientras se encontraba navegando por un portal dedicado a la compra-venta de inmuebles, un hombre de Georgia notó algo extraño en una de las fotografías de un anuncio de venta de una casa.

La casa de cuatro dormitorios y construída con ladrillo se encuentra en la ciudad de Evans, Georgia y se vende por un precio de 195000 dólares. El anuncio tiene 21 fotos de las distintas dependencias de la casa, pero en la foto número 5 se puede observar un perfil, una extraña sombra que parece bajar por la escalera.

Algunas personas creen que lo que se ha fotografiado es realmente un fantasma, pero otras personas piensan que hay una explicación sencilla para ello y se trata de una ilusión creada por una baja velocidad de obturación en el momento del disparo de la cámara fotográfica.

Esta no es la primera vez que fotografían a un presunto fantasma en una fotografía de casas en venta. En agosto de 2013 encontraron también una extraña imagen en la foto de una casa de Florida.

¿Se trata de una broma? ¿Un montaje? ¿Un fantasma real? ¿Un efecto de la técnica fotográfica?

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Demandan a un agente inmobiliario por vender una casa embrujada.

Janet Milliken, una mujer de 59 años denunció a su agente inmobiliario por venderle una casa embrujada y no revelarle que en ella ocurrió un asesinato y suicidio.

Janet compró su actual casa en Thornton, Pensilvania por 610000 dólares. La mujer, madre y viuda, se trasladó desde California junto a sus dos hijos en el verano del 2007 tras el fallecimiento de su esposo.

 

Tras vivir allí algunas semanas, los miembros de la familia tuvieron conocimiento de que aquella casa tenía una oscura y trágica historia. Algunos vecinos dijeron a Janet que en 2006 ocurrió un asesinato y suicidio y creían que la casa estaba encantada.

El 11 de febrero de 2006, el anterior propietario de la casa, Konstantinos Koumboulis, acabó con la vida de su mujer con un disparo, luego se trasladó a su dormitorio y allí se quitó la vida.

Meses más tarde la casa fue vendida a un matrimonio por 450000 dólares y tras enterarse del trágico acontecimiento la pareja decidió vender la casa a Janet en junio de 2007 sin conocimiento de este suceso.

Fue entonces cuando Milliken decidió demandar a la agencia inmobiliaria y a su agente por no revelarle este detalle. Sin embargo el juez emitió una sentencia a favor de los acusados declarando que la ley estatal no obliga a los vendedores a notificar a los compradores sucesos como el ocurrido en la casa.

Posteriormente se realizaron apelaciones, y en 2012 un panel de la corte del estado confirmó la decisión del juez.

Pero Milliken no se quedó pasiva ante hechos como este, así que en 2013, su abogado Tim Rayne presentó una petición ante la Corte Suprema de Pensilvania. Para Rayne “un hecho atroz ocurrido en el interior de una vivienda puede ser tan perjudicial y preocupante para un futuro propietario, como si tuviera algún defecto físico”. Según el abogado, los vendedores deberían poner en conocimiento de los compradores toda la historia de la propiedad.

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El enigma de las Casas Encantadas.

El enigma de las casas encantadas sigue siendo un tema estremecedor y en muchas ocasiones inexplicado. En la actualidad siguen siendo numerosos los casos de personas que aseguran haber presenciado apariciones fantasmales, e incluso en algunos casos, cohabitar con esas entidades del más allá…

En diciembre de 1997, llegaba a nuestros oídos el curioso testimonio de Armando, quien narraba un extraño fenómeno que se estaba produciendo en su casa desde hacía algún tiempo.

Armando L., natural de Ferrol, nos decía que sin causa aparente desde el fallecimiento de su cuñado, los electrodomésticos parecían tener vida propia, también los vasos y los platos estallaban solos, y lo más sorprendente, es que la entidad del difunto se le aparecía en ocasiones a su esposa, pudiendo ésta incluso mantener conversaciones con él.

Todo empezó un día en el que Carmen S. se encontraba realizando las compras en un supermercado y creyó escuchar una voz familiar que la llamaba por su nombre. La mujer, reconoció la voz al momento. Sorprendida y asustada, no acertó ni a darse la vuelta… era su hermano menor, fallecido dos años atrás de una enfermedad.

La voz continuaba hablándole y le previno que realizara el viaje a Cádiz que planeaba hacer con su marido… luego no oyó nada más. Cuando finalmente se giró, no vió a nadie.

Al llegar a casa, Carmen comentó lo sucedido a su marido, y extrañados, decidieron hacer caso a esa voz o “intuición”, anulando por fortuna el viaje que llevaban planeando. Curiosamente, al pasar una revisión al automóvil pudieron comprobar que los frenos estaban rotos y que un accidente hubiese sido muy probable en esas condiciones…

Todo podría haberse quedado en una mera anécdota si no fuera por que al mismo tiempo, una serie de extraños fenómenos se empezaban a producir en la casa: los electrodomésticos se encendían y apagaban solos, los vasos y los platos se movían y estallaban, el contestador automático se ponía en marcha, etc.

En dos ocasiones se produjo un fenómeno de lo más desconcertante. Al sonar el teléfono y descolgar Carmen, reconoció la misma voz de su hermano al otro lado del hilo diciendo: “Hola hermana, soy yo. ¿Me reconoces?“.

Pero sin duda la experiencia más asombrosa y espeluznante fue cuando la entidad se le apareció. Una noche estando en la cama, pudo distinguir una luz muy clara y cómo dentro de ésta se iba modelando una silueta. Al querer tocarla notó como si su mano “la traspasase”, según sus propias palabras. La figura volvió a hablarle, previniéndoles de nuevo de otro incidente. Pero esta vez determinaron no seguir la advertencia… y desgraciadamente al poco tiempo su marido se ve implicado en un trágico accidente de circulación. ¿Casualidad?

El agresor invisible

Aunque en el caso de Armando la “entidad” se mostraba de lo más inofensiva e incluso protectora, no ocurre así en todas las ocasiones.

Alberto C., ex legionario residente en Miño (La Coruña) y su mujer, se vieron obligados a abandonar el piso dónde residían tras haber sido “víctimas” de una inquietante experiencia poltergeist. Una noche, se despertaron bruscamente oyendo los ladridos asustados y los arañazos de su perro en la puerta intentando entrar en la habitación en la que el matrimonio dormía, tratando de huir de una posible amenaza o de algo que lo estaba aterrorizando. Al mismo tiempo comienzan a escucharse unos potentes ruidos como si alguien golpease vigorosamente las paredes, y al abrir la puerta, Alberto pudo contemplar asombrado como varios objetos volaban por los aires estrellándose contra las paredes. Momentos después, el perro también era alzado como si alguien invisible lo sujetase para luego arrojarlo fuertemente contra la puerta de un armario. “Era como si alguien le hubiera propinado una tremenda patada, y el perro salió disparado a gran velocidad…“, nos contaba Alberto estremeciéndose sólo con recordarlo.

Como los ruidos, golpes y temblores continuaban produciéndose los días posteriores, el matrimonio, asustado por los extraordinarios incidentes, decidieron abandonar la casa y ponerla a la venta. Desde entonces no han vuelto por allí.

Sugestiones del más acá…

Si bien la mayoría de las investigaciones realizadas sobre las casas encantadas o los asombrosos fenómenos poltergeist no tienen explicación aparente, en algunas ocasiones sí se determina el factor de origen de estos casos . A veces, las personas implicadas en este tipo de fenómenos se dejan sugestionar por los medios de comunicación o simplemente por miedo, y cualquier tipo de coincidencia o fenómeno natural puede inducirlos al engaño y obsesionarlos hasta tal punto que toda coincidencia o evidencia natural es representada de manera obsesiva como una manifestación de lo paranormal.

Este es el caso de Patricia G., una joven coruñesa que sufrió un shock emocional creyendo que su casa estaba endemoniada.

Patricia estaba a punto de mudarse con su hijo y una amiga a una casa de campo en la que había muerto una anciana dos años antes.

Por una trágica casualidad, su amiga sufre un fulminante paro cardíaco la primera noche que pasan allí, y a la mañana siguiente, cual no sería el espanto de la mujer al ver a su amiga muerta.

Recordando que en ese lugar ya había fallecido una mujer anteriormente, comienza a relacionar todos los acontecimientos que estaban pasando en la casa, y el trauma la llevó a abandonar inmediatamente la vivienda y a mudarse a casa de los padres, negándose a pasar una noche más en aquel lugar “embrujado”.

Al mudarse, la dueña le había advertido que no aguantarían mucho tiempo en la casa. Mientras que la mujer se habría posiblemente referido al mal estado de la vivienda, Patricia lo interpretó como un augurio de que algo malo iba a pasarles en aquel siniestro lugar en el que ya había fallecido una persona.

Un conocido investigador de lo anómalo, sospechando que el miedo de la mujer se debía a la sugestión inducida por todas esas casualidades, llegó a pasar una noche allí relizando psicofonías y barridos fotográficos sin ningún resultado que confirmase algún tipo de presencia paranormal.

Según sus propias deducciones, “En aquel lugar ‘embrujado’ cualquier sonido, la contracción de las maderas o una corriente de aire podían disparar las imaginaciones menos fecundadas. Incluso aquella noche estando en plena experiencia psicofónica, se fue la luz de repente por un apagón que afectaba al tendido eléctrico de toda la zona. Afortunadamente Patricia no se había quedado en la casa conmigo, sino cualquier incidente similar podría haber desatado una crisis histérica.”

A pesar de todo, ante este tipo de fenómenos la duda se sigue planteando. ¿Se trata de un difunto que trata de testimoniar su presencia?, ¿Son acciones psíquicas realizadas por personas involuntariamente? Hoy por hoy, son tantos los testimonios y las manifestaciones misteriosas en lugares determinados, que por muy extraños que puedan parecer los hechos, la fenomenología que compone el mundo de las casas encantadas es, en todo caso, real. Y sino, pregunten a las personas que las ocupan…

Por Pili Abeijón

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Las impertinentes manos fantasmas de Pennsylvania.

Era el año 1913, y en la pequeña ciudad de Latrobe, Pennsylvania, algo terrible sucedió dentro de los hogares de varias familias. A medida que corría la noticia, las casas fueron salpicadas a lo largo de los suburbios en expansión de la tranquila ciudad. Todo comenzó cuando un banquero llamado Herman Relig se mudó con su familia a una vieja casa alquilada en la calle Cherry.

En su primera noche en la casa la señora Relig y su bebé acababan de sentarse para cenar. Los dos estaban solos en su nueva casa cuando una sensación de intranquilidad comenzó a deslizarse sobre ella. Era una creciente sensación constante de que alguien o algo había entrado en el comedor. Ella trató de ignorar la sensación al principio, pero conforme pasaban los minutos, la sensación se hizo más fuerte. La Sra. Relig empezó a sentir como si estuviera siendo observada a través del cuarto sin embargo, veía que no había nadie allí.

La Sra. Relig continuó mirando por encima de sus hombros como si esperara que alguien estuviera allí. Esperando a alguien que estuviera sentado en el rincón oscuro de la habitación dirigiéndose hacia ella. En lugar de ello, lo único que podía ver era la oscuridad que invadía la habitación iluminada con velas. De repente, sin previo aviso, todos los platos que estaban en la mesa delante de ella se movieron estrellándose en el suelo con un fuerte estruendo que hizo saltar tanto a la señora Relig como a su bebé.

La Sra. Relig se puso de pie y miró alrededor de la habitación vacía. Ella colocó cuidadosamente a su bebé en la silla y se acercó al otro lado de la mesa del comedor para encontrar a sus platos y la cena esparcidos por el suelo. Temblaba de miedo, en busca de una explicación de lo que podría haber causado que sus platos de repente saltaran de la mesa cuando sintió un par de manos rodeando su cintura. Sintió unas manos heladas y los dedos de la comprimían mientras corrían a través de su cintura.

La Sra. Relig dejó escapar un grito espeluznante ya que no había nadie más en la casa, además de ella y su bebé. No había nadie a su alrededor y todavía podía sentir cada detalle de las manos y los brazos del fantasma envolviéndose alrededor de su cuerpo. La Sra. Relig huyó de su casa completamente aterrada.

Sin embargo la calle Cherry no era el único sitio del barrio que había sido visitada por las manos fantasmales. Un día después del incidente de la señora Relig, los Waldenecks comenzaron a experimentar casi los mismos fenómenos aterradores en el interior de su casa en la calle Spring.

La familia Waldeneck la formaba un padre, una madre y dos hijas adolescentes llamadas Florence y Katherine. Fue en esa noche que la familia fue testigo de cómo la leñá de su estufa levitaba del suelo y flotar en el aire delante de la familia aterrorizada. Al igual que con la señora Relig, las hijas pronto sintieron las manos fantasmales acariciando sus cinturas y cuerpos.

La extraña actividad poltergeist rápidamente visitó otras cuatro familias a través de la ciudad de Latrobe en febrero de 1913. Los Semplers, Kingbrooks, Cartos y Donnelleys fueron testigos de inexplicables y aterradores sucesos ocurridos en sus hogares. Al igual que las otras dos familias, todos ellos también reportaron que las mujeres en el hogar habían sido abordadas por un par de manos fantasmales.

Y entonces, al igual que cómo había comenzado, las visitas fantasmales se detuvieron de repente. Por lo que la policía supo que nadie reportó más perturbaciones extrañas en la ciudad. Con el tiempo, los que habían oído hablar de los sucesos fantasmales pronto olvidaron todas los testimonios. Sin embargo, para los que habían sido visitados como la señora Relig la pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué pasó aquel frío mes de febrero en la pequeña ciudad de Latrobe?

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Bolas de Fuego en una casa de Rusia.

Varios fenómenos de los llamados “de infestación” o de “poltergeists” se produjeron el siglo pasado en una granja de Rusia, cuyo propietario era el señor Schtchapov, quien relató lo que le pasó a él y a su familia:

“Era el 16 de noviembre de 1870, al caer la noche. Yo volvía a mi casa después de un viaje de algunos días. Vivíamos en esa granja desde hacía un año y medio. Mi familia se componía de dos señoras ancianas (mi madre y mi suegra, de unos 60 años), de mi mujer, que tenía entonces 20 años, y de una niña de pecho, mi hija.”

“Apenas dichas las primeras palabras de saludo de bienvenida, me dijo mi mujer que las dos últimas noches no se había casi dormido en casa, debido a oírse unos ruidos extraños, y grandes golpes en el granero de la casa, en las paredes, en las ventanas. De lo cual había deducido mi mujer que la casa se hallaba encantada por el diablo”.

Después cuenta el señor Schtchapov que también él, durante cinco noches seguidas, oyó golpes extraños que se producían casi sin interrupción ya en las paredes, ya en las ventanas. Que estos golpes se renovaron el día 23 de diciembre y duraron también varios días, y entonces empezaron a cambiar inopinadamente de sitio varios objetos y, cosa curiosísima, mientras los cuerpos suaves caían al suelo produciendo el ruido característico de los cuerpos duros, los que eran duros realmente no producían ningún choque. La noche de Año Nuevo (1871) se volvieron a oír otra vez los golpes, y en esta ocasión el fenómeno pudo ser observado por una reunión de personas bastante numerosa. A las personas que estaban fuera les parecía que los golpes eran dados en el interior de la casa, y las que estaban dentro decían que los golpes eran dados en la pared, por la parte de afuera. Luego continúa diciendo el señor Schtchapov:

“El día 8 de enero mi mujer vio un globo luminoso saliendo de debajo de la cama, de pequeño tamaño primeramente y luego, según su decir, aumentando hasta el volumen de una sopera y ofreciendo una gran semejanza con una pelota de goma encarnada. Le causó su contemplación tal susto que cayó desvanecida”.

“Otro día, mientras estaba tomando el té de las cinco, oyó mi mujer nuevos golpes dados en el brazo del canapé en que estaba sentada y cuando me coloqué yo en su sitio los golpes fueron dados en el lugar donde ella se sentó, sobre el encerado del canapé y hasta en los pliegues de su vestido de lana. La seguían los golpes por todas partes de la casa. Francamente, empezábamos todos a tener miedo. La inflexible realidad de esos fenómenos produciéndose a la luz del día y tan íntimamente unidos a los pasos de mi mujer nos afligía muchísimo y a mi pobre esposa hasta la hacía llorar”.

“Mi mujer sentía una debilidad muy grande y una fuerte necesidad de dormir siempre que debían producirse los fenómenos y si en ese momento se hallaba en la cama caía en un profundo sueño”.

“Un día, al volver tarde a casa y cuando mi esposa estuvo en la cama, volvieron los golpes y objetos de todas clases fueron lanzados a través de las habitaciones, muy peligrosos algunos, pues un cuchillo que estaba encima de la estufa fue proyectado con fuerza extraordinaria contra la puerta. Desde entonces, poníamos en lugar seguro todos los objetos cortantes o pesados. Pero fue trabajo perdido: sucedía con frecuencia durante la noche que los cuchillos y tenedores, cerrados cuidadosamente por nosotros en un armario, se dispersaban violentamente por toda la estancia, y algunos venían a dar contra la pared, muy cerca de nuestro lecho”.

“Confieso que empezaba a temer seriamente tales manifestaciones, que comenzaban a hacerse terribles, por lo que acogía con verdadero reconocimiento a cuantas personas venían entonces a visitarme y se quedaban con nosotros por la noche, movidas por el interés o la curiosidad.”

“Con todo cuidado y cronológicamente, varias personas que fueron a estudiar los fenómenos y yo íbamos registrando en un cuaderno especial las manifestaciones. Hacíamos por turno guardia en el cuarto de mi mujer, en donde ordinariamente comenzaban los golpes”.

“Intentamos al principio someter los fenómenos a una clasificación, dividiéndolos en varias categorías. Pero siempre, como si fuese hecho expresamente, se producía algún hecho para desmentir nuestra clasificación. Por ejemplo, al comienzo de nuestras observaciones seguimos con la mirada el vuelo de los objetos que, lanzados de la mesa por una fuerza invisible, se dirigían hacia todos los lados de la estancia, alejándose siempre del lugar en que mi mujer se hallaba, lo cual nos llevó a la conclusión de que mi esposa estaba dotada de una fuerza de repulsión, una especie de corriente negativa. Pero he aquí que de pronto hubimos de llegar a una conclusión absolutamente contraria. Mi mujer se acercó al armario y apenas lo hubo abierto, una gran cantidad de objetos se lanzaron con ímpetu sobre ella para luego dirigirse en todas direcciones. Sin embargo, aunque procurábamos estar constantemente cerca de mi mujer y no perderla ni un momento de vista, nunca logramos ver el instante preciso en que los objetos se ponían en movimiento. No lográbamos verlos sino en el curso de su trayectoria o en el momento de caer. Persistiendo en nuestro estudio, rogamos a mi mujer que fuese tocando los objetos todos que había en el armario, uno después de otro. Pero mientras nosotros mirábamos de cerca nada se movió. Mas, de pronto, un objeto cualquiera, como una cuchara, cuando nadie tenía fijos sus ojos en él, se lanzaba al espacio y pasando por encima de nuestras cabezas iba a caer a una distancia regular. En tales condiciones fue necesario atribuir a mi mujer una fuerza de atracción, como ya le habíamos atribuído una fuerza de repulsión. De manera que a cada momento nos hallábamos frente a hechos contradictorios que destruían todas nuestras suposiciones”.

“Todo esto era nuevo para nosotros, pues en aquella época todavía no se hablaba de fenómenos psíquicos. El señor Akutin, un ingeniero químico que estaba estudiando los fenómenos declaró que en vista de que los mismos no podían ser incluídos en ninguna de las categorías definidas por la ciencia y que, no obstante, los hechos eran evidentes y de una realidad para él indiscutible, se abstenía por el momento de aplicarles teoría científica alguna y se limitaba a designarlos con el nombre de elenismo, por llamarse mi mujer Elena.”

“En algunos casos se produjeron las manifestaciones sin necesitar la presencia de mi esposa.”

“Un día, al declinar la tarde, vi un pesado canapé hacer piruetas por el aire y caer otra vez sobre sus cuatro patas, estando mi madre tendida en él, con gran terror por su parte, naturalmente”.

“Tuve también ocasión por dos veces, de comprobar lo que se llama ahora “fenómenos de materialización” y que entonces teníamos nosotros por cosas del diablo”.

“Otro día vio mi mujer en la parte exterior de la ventana una mano fina y sonrosada como la de un niño, con unas uñas muy lisas, que tamborileaba sobre los cristales. En ese mismo lugar y sorprendida otro día por la vista de dos formas vivas muy semejantes a las sanguijuelas, las cuales produjeron en ella una impresión tan desagradable que se desvaneció. Otra vez fui yo mismo testigo de un fenómeno semejante. Mi mujer dormía. Yo me hallaba solo en casa, y había pasado ya bastante tiempo espiando para descubrir al autor de los golpes que se oían en el suelo, en el cuarto de mi mujer. Tenía yo todavía la sospecha de que podía producirlos mi esposa fingiendo dormir. Muy quedo me acerqué muchas veces hasta la puerta, pero cuantas veces dirigí mi furtiva mirada al interior del cuarto cesaban los golpes, para comenzar de nuevo en cuanto me alejaba o volvía siquiera los ojos a otro lado, como si lo hiciera expresamente para burlarse de mí”.

“Pero una vez, creo que fue la vigésima, hice bruscamente irrupción en el cuarto en el momento preciso en que comenzaban de nuevo los golpes, y me detuve en el umbral, helado de espanto. Una manecita rosada de niño, se levantó bruscamente del suelo y desapareció bajo las sábanas de mi mujer dormida, y yo pude ver perfectamente cómo ondulaba el cobertor de un modo inexplicable, indicando el paso de aquella manecita desde los pies de la cama hasta cerca de los hombros de mi mujer, donde por fin se quedó quieta”.

“En otra oportunidad, mientras nos hallábamos todos reunidos en la sala grande, una luz azulada apareció debajo del lavabo, en el cuarto contiguo, y se dirigió hacia el cuarto de mi mujer, que no se hallaba entonces allí, y casi instantáneamente vimos que algo estaba ardiendo en esa última estancia. Mi suegra, que estaba allí, se me adelantó y se ocupaba ya en apagar el fuego, sobre el cual había echado un cántaro de agua. Me detuve yo en la puerta, sin dejar pasar a nadie, y me puse a examinar si no podía el fuego haber sido producido por alguna otra causa, fuera de la chispa que todos habíamos visto, y no pude descubrir absolutamente nada. Un fuerte olor a azufre llenaba la estancia, despedido por la ropa quemada, que estaba caliente todavía y despedía un gran vapor como cuando se echa agua sobre un hierro calentado al blanco”.

“Un día me vi obligado a ausentarme para un negocio muy urgente. Con pena abandoné a mi familia en momentos tan precarios y para mayor tranquilidad mía rogué a un joven vecino nuestro que se quedase en casa durante mi ausencia”.

“Al volver a mi casa, después de varios días, me encontré a mi familia haciendo las maletas y dispuestos a marcharse”.

“Me dijeron que ya era imposible vivir en aquella casa, pues objetos de toda clase se inflamaban espontáneamente. Me relataron que la noche de mi partida, las manifestaciones fueron acompañadas de globos luminosos que aparecían delante de la ventana que da al corredor exterior. viéronse muchos de esos globos, y presentaban distintos tamaños, variando entre el de una manzana grande y una nuez, de un color rojo oscuro o violeta claro, y más bien opacos que transparentes”.

“Esa especie de meteoros se sucedieron bastante tiempo. Ocurría que uno de estos globos de fuego se acercaba a la ventana, daba numerosas vueltas por la parte exterior de los cristales y desaparecía sin ruido alguno, reemplazado por otro globo que venía de la parte opuesta, y aun muchas veces sucedió que se presentaron varios a un tiempo”.

“Esos globos, lo mismo que fuegos fatuos, parecían querer entrar en la casa. Mi mujer no dormía todavía entonces. La noche siguiente sucedió que estando mi familia sentada en la escalera exterior de la casa, pues el tiempo era caluroso, vio nuestro joven vecino al entrar un momento que una de las camas estaba ardiendo. Pidió socorro y empezó por tirar al suelo las ropas incendiadas y después de haber apagado las llamas y mirado cuidadosamente que no quedase rescoldo en ningún sitio, salió para dar cuenta de lo que había sucedido, y mientras estaban todos extrañados, sin acertar a explicarse cómo pudo producirse el incendio, pues no había en el cuarto ni luz ni fuego encendido, notaron que un fuerte olor a chamusquina salía otra vez del propio cuarto.”

 

“Esta vez era el colchón el que ardía por debajo y había ya el fuego tomado tal incremento que era imposible atribuirlo a una falta de atención por parte del que había apagado el incendio primitivo”.

“Pero habían sucedido cosas mucho más graves aún, a consecuencia de las cuales la estancia en esa casa hacíase ya absolutamente imposible”.

“Era necesario cambiar de habitación enseguida, a pesar de las dificultades que para el traslado nos ocasionaría el deshielo y las crecidas que habían comenzado ya”.

“Y no de esos días en que yo estuve ausente, nuestro joven vecino estaba en mi casa tocando tranquilamente la guitarra. Acababa de salir otro vecino, un molinero que había ido de visita. Algunos momentos después salió también Elena, mi mujer”.

“Apenas había cerrado la puerta tras de sí, y encontrándose en el vestíbulo, sintió que el suelo cedía bajo sus pies y que un ruido ensordecedor llenaba la estancia. Al mismo tiempo, vio aparecer una chispa azulada, semejante a la que nosotros habíamos visto salir de debajo del lavabo. No tuvo tiempo más que de lanzar un gran grito. En seguida se vio envuelta por las llamas, perdiendo el conocimiento”.

“Cuando Elena pegó el grito, nuestro joven vecino, que estaba dentro de la habitación que ella acababa de abandonar, lo sintió, pero en forma de una especie de lamentación muy quejumbrosa y débil, como si viniese de lejos. Después de un momento de estupor, se lanzó fuera de la casa, presa de un doloroso presentimiento. En el vestíbulo vio una gran columna de fuego y en medio de ella la figura de Elena. Sus ropas habían comenzado a arder por la parte inferior y ella aparecía toda rodeada de llamas. Comprendió al primer golpe de vista que el fuego no podía ser muy denso, pues los vestidos de la pobre mujer eran finos y ligeros. Se precipitó sobre ella para apagarlo con sus propias manos. Pero las llamas eran muy tenaces, pareciéndole que tocaba cera fundida con las manos”.

“A sus voces de auxilio acudió el molinero y entre ambos lograron extinguir el fuego y llevar a la cama a mi mujer, que se encontraba desvanecida”.

“Nuestro joven vecino resultó con quemaduras en ambas manos que le produjeron grandes ampollas, debiéndolas llevar vendadas. En cuanto a mi mujer, cosa curiosa, no recibió una sola quemadura, aunque sus ropas habían quedado enteramente destruídas hasta arriba de las rodillas”.

“¿Qué nos tocaba hacer?. Al contemplar las manos destrozadas de nuestro vecino y las ropas de mi mujer en parte consumidas por el fuego, sin poder hallar el menor indicio de ningún líquido inflamable, decidí que en efecto no teníamos más remedio que abandonar esa casa, lo cual hicimos el mismo día”.

“Nos fuimos a vivir a la casa de un amigo nuestro en un pueblo vecino. Allí permanecimos, sin que se produjera incidente de ninguna clase, hasta terminada la estación de las lluvias”.

“Después que hubimos vuelto a nuestra casa, no se repitieron más los fenómenos. No obstante, decidí que fuese demolida la casa entera, y reconstruida de nuevo”.

Fuente: Alejandro Aksakoff. Publicado en Revista Espiritista “La Conciencia”, Nº 207, julio-agosto-septiembre de 1966

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El arma desconocida de los antiguos griegos: los “muñecos vudú”

Son muchas las películas y series de televisión, incluso documentales, que ilustran prácticas y brujerías con “muñecos vudú“. Estos referentes hacen que relacionemos estos inquietantes muñecos con la cultura de algunas zonas de África y el Caribe, pero ¿sabías que esta clase de sortilegios también se realizaban en la Antigua Grecia?

Magia negra en la Antigua Grecia

La mayoría conocemos el panteón de dioses de la Antigua Grecia, encabezado por Zeus, que supuestamente habitaban el Olimpo. Lo que desconocíamos es que, a la vez que se adoraba a estos dioses, se realizaban sortilegios concretos de cariz mágico. Entre ellos destacan: la adivinación, los maleficios, la fabricación de muñecos vudú y la nigromancia. Quienes lo practicaban tuvieron que ser, a la fuerza, los primeros brujos y brujas de la historia.

¿Hay pruebas de estas actividades?

Las hay. En las excavaciones de los últimos tiempos se han hallado “tablillas de la maldición” – como la de Silchester, que tan bien conocía el escritor Tolkien – y “muñecos vudú” en yacimientos pertenecientes a las Antiguas Grecia y Roma, a Mesopotamia e incluso Egipto. Estos objetos demuestran que, en ocasiones, los hombres y mujeres de aquella época decidían no someterse a los dioses y darle un empujoncito a su destino, aunque fuera a través de la magia negra.

Los muñecos vudú

Los muñecos vudú de la Antigua Grecia se conocían como “kolossoi” y generalmente se encontraban junto a una “tablilla de la maldición” – tablas en las que se escribía un maleficio para una persona concreta-.

Estos “kolossoi” solían estar hechos de plomo, bronce, arcilla o cera y podían tener una forma que recordase vagamente a una persona o estar realmente trabajadas.

Los “kolossoi” se colocaban dentro de las tumbas para que las ánimas realizasen aquello que las figuras y las tablillas de maleficio pedían. También podían encontrarse en cruces de caminos o paredes, en definitiva, zonas limítrofes que se querían proteger de algo.

¿Cómo eran?

Se solía poner el nombre del objetivo o víctima, dependiendo de tus intenciones, sobre el “kolossoi” y mientras se fabricaba se iba  atravesando con clavos algunos miembros del cuerpo básicos como: la cabeza, los ojos, las extremidades o los genitales.

Curiosamente, el número de clavos con que perforaba la figura solía ser 13.

Cada parte del cuerpo atravesada quedaba “paralizada”, de manera que si clavabas las puntas en los ojos, las orejas y la boca, dejabas a la víctima sin capacidades cognitivas. Si se hacía en el corazón y las extremidades, era para disminuir la fuerza del adversario.

Otra opción era dar la vuelta a algunas partes del muñeco para incapacitar al objetivo. Generalmente se giraba la cabeza para confundir a la víctima, aunque se podía realizar con cualquier parte del cuerpo.

Estas prácticas conferían a los muñecos un aspecto realmente inquietante.

Además, cabe destacar, que su uso podía ser público – un Estado buscaba protección o atacar a otro – o privado – ataques o defensas de/hacia individuos o familias-.

3 tipos de “kolossoi”

Los “kolossoi” se vinculaban con un sujeto, pero la intención con la que se realizaba este vinculo podía variar. En este artículo diferenciamos 3 tipos de vínculo con el “muñeco vudú” griego:

  1. Kolossoi vinculado a deidades: usados para refrenar a las deidades peligrosas que pueden causarnos daño o favorecer a nuestros enemigos. En otras ocasiones, intentaban atraer y dominar las fuerzas de un Dios o un espíritu, para obtener sus bendiciones.
  2. Kolossoi vinculado a espíritus y otros Hikesoi Apaktoi (visitantes hostiles). Ya que no se podía eliminar a estos seres, se usaba el “kolossoi” para mantenerlos a raya.
  3. Kolossoi vinculado a tus peores enemigos. Esta clase de enemigos podían ser brujos, que hubiera maldecido a alguien o un enemigo ordinario. En los casos en los que el enemigo es desconocido – te han maldecido pero no sabes quién ha sido – se usaban dos “kolossoi”: uno de un hombre y otro de una mujer. Cuando el objetivo era un gran número de personas, por ejemplo un ejército, se utilizaban tres “kolossoi”.

El “kolossoi” también se podía usar para vincular a los miembros de un juramento y tener objetivos eróticos, en tal caso, se buscaba refrenar infidelidades, propiciar el enamoramiento o eliminar de la “competición” a un rival.

¿Cómo se deshacían de estas maldiciones?

A menudo, sólo los dioses podían deshacer los vínculos con los “kolossoi”. Lo mejor que podía hacer la víctima o sujeto era rezar y hacer un sacrificio a los dioses y, si era posible, a aquellos que le habían “vinculado”. Otra opción era encontrar a tu “kolossoi” y liberarlo tú mismo. ¿Cómo? Quitándole los clavos y/o girando sus miembros para restablecer la normalidad en su cuerpo.

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El Abate Faria. Una leyenda ignorada

«Siéntese en este sillón. Cierre los ojos y concentre su atención, piense que va a dormir… a dormir… a dormir. Relájese… ¡duerma!»

Con palabras como estas comenzaban en el pasado siglo unas sesiones que, lejos de las influencias del fluidismo mesmeriano, pretendían hacer caer a las personas en un sueño placentero y reconfortante. En esos momentos, se presentaba un hombre sencillo, luchador por sus ideas, un hombre de profundo cariz religioso y que fue lastimeramente ignorado, el abate José Custodio de Faria.

El 19 de diciembre de 1925 se celebra el Primer Centenario de la Real Escuela de Cirugía de Lisboa con diversas actividades entre las que se efectúa una Conferencia Plenaria en la Facultad de Medicina, su título: O Abate Faria na Historia do Hipnotismo (El Abate Faria en la Historia de la Hipnosis). Egas Moniz, un incansable de la medicina y Premio Nóbel, fue el ponente de la misma. Moniz era un hombre de gran prestigio y en aquella ponencia, cuando el fenómeno de la hipnosis era aún un pequeño engendro y enraizadamente mesmeriano, propuso seguir las ideas de una leyenda ignorada, de tomar ejemplo para las investigaciones futuras en torno a la hipnosis del profundo investigador Faria.

El abate Faria sostuvo con gran firmeza que el sueño lúcido -fenómeno común en la hipnosis- era algo totalmente natural rechazando las interpretaciones sobrenaturales de la época. Con esta actitud se anunciaba por primera vez que la hipnosis era un fenómeno subjetivo y no el resultado de una actividad física producida por el fluido magnético del que por entonces eran tan partidarios.

Todas las hipótesis fantásticas eran rechazadas por Faria, provocando las consecuentes risas y burlas de sus contemporáneos. No fue, evidentemente, aceptado por la comunidad mesmeriana, ni por la medicina oficial. Faria vivió entonces retirado y en silencio, envejeciendo en soledad.

Este hombre creía en el poder de la palabra y para demostrarlo creó un método consistente en aplicar durante unos instantes las manos sobre la cabeza y espaldas del sujeto y cuando consideraba el momento propicio ordenaba con firmeza «¡Dormir!», consiguiendo el llamado sueño nervioso.

La hipnosis antes de Faria

Muchos años tuvieron que pasar para que la hipnosis cobrara su sentido verdadero, pues las ideas difundidas por Franz Anton Mesmer arraigaron muy profundamente entre los supersticiosos y los seguidores de los fenómenos del espíritu. Las ideas de Mesmer respecto al magnetismo animal consistía en una mezcla de técnicas curativas y de influencias astrales, influenciadas por los estudios que sobre astronomía cursó en Viena.

Parece ficción cuando imaginamos a Mesmer aplicando su teoría de los fluidos. En el centro de una habitación en penumbra colocaba una cuba -elemento que lo popularizó- de la que salían una serie de varillas de hierro. Aquellos que asistían a las sesiones -enfermos sobre todo- se agrupaban a su alrededor y los que estaban en primera fila tocaban las varillas y el resto se limitaba a unirse de las manos con estos, o bien se ponían en contacto por medio de cuerdas humedecidas. Mesmer vestía una bata de seda de color pálido y se paseaba entre los enfermos majestuosamente con una vara de hierro en la mano. De fondo, un piano tocaba algunas melodías… era la “new-age” del Renacimiento.

Poco tiempo le iban a durar a Mesmer las “nuevas terapias”, pues en 1784 y por orden expresa del Rey, se nombraron dos comisiones con el fin de estudiar los fenómenos de Mesmer. Una de estas comisiones estaba compuesta por miembros de la Academia de Ciencias y de la Facultad de Medicina. Tras una serie de experimentos se llegó a la conclusión de que «el fluido magnético animal no puede ser percibido por ninguno de nuestros sentidos, y no actuó de ningún modo ni sobre ellos ni sobre los enfermos que fueron presentados». La opinión de estos académicos se centraban en que los efectos observados eran producto de la imaginación (aunque mejor sería decir “sugestión”). La otra comisión estaba formada por miembros de la Academia de Medicina, llegando a la misma conclusión, exceptuando la del botánico Laurent de Jessieu que negó la opinión de la comisión. Surgieron entonces las primeras contradicciones y, evidentemente los contrariados bandos fluidistas y animistas. A partir de este momento, comienza una etapa de decadencia del magnetismo.

A Mesmer le secundó un discípulo suyo: Armand de Puysegur que preparó, bajo las indicaciones de su maestro, un “árbol magnético”. Era un gran olmo del que salían cuerdas que tomaban sus pacientes para recibir posteriormente el fluido, con fines curativos. Pero a Puysegur le ocurrió un buen día algo particular. Uno de sus pacientes, en una de sus sesiones no reaccionó con las convulsiones habituales sino que cayó completamente dormido en sus brazos y comenzó a hablar. Cuando el paciente despertó, no recordaba nada. Puysegur sintió curiosidad y repitió la experiencia. Entonces se percató de que su paciente respondía a las preguntas formuladas e incluso las que pensaba. Consiguió diagnosticar enfermedades “viendo” el interior del cuerpo (autoscopia) y localizar objetos perdidos. Puysegur estableció así una conexión entre la hipnosis y la Percepción Extrasensorial, descubriendo con ello el fenómeno del sonambulismo.

Un poco más tarde surgió Joseph Phillipe Deleuze que realizó diversas aportaciones que resultaron de valor en el conocimiento de esta materia. Deleuze declaraba que los efectos del magnetismo se producían sin tocar al sujeto, desconociendo la naturaleza de aquellas emanaciones pero que podía dirigirla con su voluntad. Decía sobre el sonambulismo:

«Cuando el magnetismo produce el sonambulismo, el ser que se encuentra en ese estado adquiere una extensión prodigiosa en la facultad de sentir varios de sus órganos exteriores, de ordinario, los de la vista y el oido, están adormecidos, y todas las sensaciones que de ellos dependen se operan interiormente. Hay en este estado un número infinito de variedades; pero para apreciarlo bien, se debe examinar en su mayor extensión, en el punto más equidistante de la vigilia, pasando en silencio lo que no se ha probado suficientemente».

Los primeros años

José Custodio de Faria, nació en Candolín, Goa (India), el 30 de mayo de 1756, y recibió su educación religiosa a través de su padre y de una arraigada descendencia cristiana de dos siglos. Cuando Faria tenía 15 años, su padre, Caetano Vitorino de Faria se decide partir hacia Lisboa. Al llegar a la capital portuguesa, mantuvo relaciones con personajes de alta posición. Aunque la familia Faria estuvo poco tiempo en Lisboa, Caetano Vitorino pudo entrar entrar en palacio alcanzando los favores de D. José I quién se interesó por ellos, ayudando a la educación de su hijo en Italia, del que habría de ser el célebre abate Faria.

En Roma consiguió su doctorado en Teología, luego volvió a Lisboa en 1777 donde fue ordenado sacerdote tres años después. Al acabar sus estudios volvió a Lisboa consiguiendo una buena acogida en los medios eclesiásticos. Pocos años después, en 1788, Faria parte hacia París con dos intenciones. Una, huir de las persecuciones de la época y la otra, el deseo de agrandar el nombre de su padre que fue punto de críticas a causa de la conjuración de Goa en 1787. Algunos autores han querido reseñar este viaje como una pretensión por parte de Faria para conseguir renombre en el mundo de las letras.

A partir de su estancia en Francia, Faria comienza a interesarse por los fenómenos del magnetismo, la sugestión y los tratamientos terapéuticos a través de las obras de Mesmer y especialmente por las prácticas de sugestión de Puysegur, a quién posteriormente dedicaría su obra sobre el tema.

En 1802 se tienen las primeras noticias de las actividades magnetizadoras de Faria. Había comido en casa de Mme. la Marquesa de Custine y allí afirmó que era capaz de matar a un canario magnetizándolo posteriormente. Tal desdicha no llegó afortunadamente para el pobre pajarillo. Faria había fallado. Si el célebre abad se presentaba ante un público tan selecto, era evidente que practicó bastante el magnetismo con anterioridad y posiblemente influenciado por la teoría de los fluidos. Gracias a estos errores Faria decide profundizar aún más en las prácticas del sonambulismo. Así continuó, estudiando, practicando y analizando hasta 1811, cuando recibe el nombramiento de Profesor de Filosofía en la Academia de Marsella. Posteriormente y en menos de dos años Faria es elegido Miembro de la Sociedad Médica de Marsella. ¿Y cómo pudo Faria ingresar en esta sociedad sin ser médico? Efectivamente, utilizando sus dotes de magnetizador. A partir de este momento, comienza a ser conocido como magnetizador entre sus amigos y grandes personalidades de la época. La vida de este hombre se llenaba de éxitos, pero también de desgracias. Muchos de sus contemporáneos no lo miraron con buenos ojos y fue duramente criticado en una obra titulada Moniteur Universal. No era un santo, ni hacía milagros, se equivocaba, y prueba de ello fue el hecho de que la policía le prohibiera mantener activas sus prácticas magnetizadoras.

Quisiera volver a reseñar al Moniteur, pues es un ejemplo claro de desinformación (como verán esto ya viene de tiempos pasados). En un artículo de esta obra decía que Faria montó en Nimes una tina magnética idéntica a la de Mesmer para ejercer sus prácticas a quién lo solicitara. También decía que llegó a consultar a un sonámbulo sobre la dolencia de una mujer suministrándole un medicamento que le provocó un aborto ocasionándole la muerte… (¿y la policía sólo se limita a prohibirle las prácticas después de esta supuesta atrocidad?). También dice que asaltó una parroquia cercana a la ciudad y comenzó a predicar, a confesar y a magnetizar sin el permiso del obispo de Avignon (curiosamente no existe noticia alguna sobre Faria en la Biblioteca del Museo Calvet, en Avignon, donde se guardan todos los documentos del obispado de aquella época). Su nombre provocaba confusión y muchos creyeron de él un iluminado y otros un impostor, de esta forma Faria se convirtió en leyenda.

En 1813, el polémico abad abandonó su actual designación oficial volviendo a París, donde impartió cursos sobre el sueño lúcido. En este mismo año comenzó a dar conferencias y charlas que le facilitó en poco tiempo, obtener gran notoriedad y erudición en la ciudad. Su nombre aparecía en los periódicos, si bien en ocasiones, no muy favorablemente, como vemos en un artículo aparecido en La Gazette de France  donde se decía que la asistencia a las conferencias de Faria «era brillante, numerosa, compuesta en su mayor parte por mujeres en la flor de la edad. La mayoría traía las más favorables disposiciones a la nueva doctrina». El periodista relataba, «me senté al lado de Mme. Maur y pude ver a través de su atrayente fisionomía las diferentes modificaciones que le imprimían la credulidad, la confianza y la persuasión. El abate Faria, acompañado de cinco o seis muchachas, aparecía en el sitio que le estaba reservado, en uno de los extremos de la sala.» Según las descripciones del articulista «era tan grotesca por el estilo que, si no se tratara de un extranjero, sería interrumpida a carcajadas». Faria, evidentemente, no era muy condescendiente de las aportaciones de las críticas que de él hacía la prensa. Pero el abate contestaba con sutileza: «Los que se califican de magnetizadores creen que mis tentativas son menos útiles que perniciosas. Los periodistas se pronuncian categóricamente en mi contra, diciendo que todo lo que hago es lujurioso y poco digno de una atención seria; otros espíritus, aunque dotados de conocimientos profundos, examinan superficialmente el estado del sueño lúcido, declarando que es sólo una diversión pueril; miembros del clero sólo lo consideran como el resultado de la interferencia de los genios malignos, siempre ocupados en perjudicar a la especie humana.»

Quisiera aclarar que el sueño lúcido en hipnosis es una fase en la que el sujeto es consciente de su estado en todo momento, puede oír no solo al hipnólogo sino también a quienes le rodean. Cualquier actitud brusca en este estado bastará para que el sujeto se despierte. No engendra pues, peligro alguno. Este sueño lúcido era para Faria lo que se conocía por sonambulismo.

Para Faria este sueño lúcido demostraría “la existencia de la causa primera” y la “espiritualidad del alma humana”. Le dolía tremendamente que sus prácticas fuesen acusadas de ser influenciadas por lo maligno y sus actividades de demoníacas, y no es de extrañar, pues en aquella época costumbre general la de asociar el sonambulismo con la revelación de secretos y las predicciones del futuro. A este respecto, Faria decía que «hay ciertas verdades en sus anuncios; pero verdades que tienen necesidad de ser interpretadas con indulgencia, sometidas a pruebas rigurosas, hábilmente expurgadas de errores». El carácter y la mentalidad científica de Faria se hacía notar, pero continuaba diciendo «sus previsiones son tan vagas que no ofrecían más que probabilidades de los acontecimientos, bajo condiciones requeridas y, también sometidas a groseros errores». Creía firmemente que el sueño lúcido sobrevenía a un esfuerzo de concentración de los sentidos y de la atención, es decir, conseguía un estado alterado, si bien considerado de carácter sugestivo. Su doctrina comenzaba a dar sus primeros esbozos, contraria a las propuestas de Mesmer. A este respecto, decía Faria: «yo no puedo concebir como la especie humana fue a buscar la causa de este fenómeno en el baquet de Mesmer, en una voluntad externa, en un fluido magnético, en el calor animal o en mil otras extravagancias ridículas de este género».

Los pensamientos se convierten en doctrina

«Se conserva la memoria de lo que se imagina; pero durante el sueño lúcido, especialmente cuando es profundo no se conserva memoria de todo lo que ha transcurrido. De ahí se concluye que el sonambulismo provocado no puede ser debido a la imaginación».

Este es el principal argumento que Faria mantuvo para explicar su hipótesis, además de afirmar que el hipnotizador no posee dones sobrenaturales alguno como afirmaban sus antecesores, pues solo podía hipnotizarse a aquel o a aquella que tuviera disposición para ello.

Para demostrar que la teoría fluídica no tenía fundamento sobre la teoría del condicionamiento de la palabra, Faria colocaba en sus sesiones a varias personas bajo un árbol diciéndoles que no estaba magnetizado, aunque previamente había sido magnetizado al estilo mesmeriano y de Puysegur. Las personas no sentían nada. Luego se les acercaba a otro árbol, este no estaba magnetizado, pero Faria les decía que lo estaba y la mayoría de ellos caían en sonambulismo. Otra de sus demostraciones era hacer que niños adormecieran a adultos, opinando con ello que «nada se desenvuelve en el sueño lúcido que salga fuera de la esfera natural».

Tras su muerte, Faria no creó escuela, como hizo Mesmer, pero sí al menos dejó un discípulo de sus enseñanzas: el General Noizet, que dirigió en 1820 una Memoria a la Academia Real de Berlín que sería publicada 34 años después . Fue la única persona que habló de Faria con clara honestidad. En esta memoria, Noizet exponía la idea infundada por Faria sobre las causas del hipnotismo que dividió en tres grupos: causas predisponentes, causas inmediatas y causas ocasionales. En las causas predisponentes incluía la fluidez de la sangre o la impresionabilidad psíquica. Para Faria, la idea de la fluidez de la sangre era primordial, pues como bien decía: «la experiencia me hace ver que la extracción de una cierta cantidad de sangre tornaba epoptas (aptas) en 24 horas a personas que no tenían disposición alguna anterior». No solamente su sueño era más profundo sino que además las personas se hacían más receptivas.

En las causas inmediatas consideraba importante la concentración de los sentidos pues «no se consigue el sonambulismo cuando el espíritu está preocupado, ya sea por la agitación de la sangre, ya sea por inquietudes». Sabemos hoy que las preocupaciones, el estrés o el nerviosismo son factores que impiden el desarrollo de una buena sesión.

Luego, dentro de las causas ocasionales, Faria, pensaba que si el hipnotizador no llevaba predisposición, el sujeto no caía en sonambulismo.

La creación. Faria aplica sus teorías

La obra de Faria, hay que puntualizar, no es una obra completamente científica, pues a veces mezclaba ideas filosóficas y metafísicas, encadenando unas cosas con otras, pero no debemos olvidar que este hombre era clérigo y su formación era completamente religiosa.

Los procedimientos de Faria eran muy sencillos, no se adornaba con las parafernalias de sus detractores. Generalmente sentaba al sujeto pidiéndole que cerrara sus ojos y concentrara su atención con la idea de dormir. Cuando Faria consideraba que la persona se encontraba relajada le ordenaba con ímpetu: «¡Duerma!». Si esto no daba resultado, el abad declaraba a la persona refractaria o bien intentaba otros procedimientos.

Algunas veces solía mostrarles su mano «abierta a cierta distancia, recomendándoles que la miren fijamente, sin cambiar la mirada y evitando el pestañeo». En este caso les decía que en cuanto los incitara a dormir sentirían un temblor en sus miembros y se dormirían. A este respecto decía Faria: «Esta sacudida es una prueba cierta de franco abandono a la concentración. En el segundo caso, me fijo que no pestañee y le aproximo mi mano abierta desde cierta distancia. Si observo que no cierra los párpados, les someto enseguida a otra prueba». Continuaba diciendo que, si a pesar de ello tampoco daba resultados entonces les tocaba la coronilla, el hueso frontal y la base de la nariz, el diafragma y el corazón, rodillas y dedos de los pies. Según Faria «demuestra la experiencia que, una ligera presión en tales partes, donde la sangre es extraordinariamente líquida, provoca casi siempre una concentración suficiente para la abstracción de los sentidos, con tal que no haya oposición voluntaria o falta de conocimiento».

Con estas prácticas, Faria descubría lo que hoy conocemos por sugestión hipnótica, tema este que fue atribuido erróneamente a su sucesor, Braid.

Faria despertaba a sus pacientes con el mismo procedimiento que utilizaba para dormirlos: «¡Despierte!» o bien pasaba su mano delante de los ojos (esta última manera, era de mejor agradecer…)

El último desengaño

En los últimos años de su vida, Faria vivió y sufrió una serie de burlas y desengaños injuriosos de sus conciudadanos que llevaron incluso su figura al teatro para risas y críticas del público, cual león devora a su presa en un circo romano. Fue humillado en caricaturas y en escritos de todo tipo. Un final pobre y angustioso para el religioso de Goa; un final injusto pues con el paso del tiempo -como siempre ocurre- la verdad afloraría por sí misma. Faria decía que el sonambulismo no tenía nada que ver con las influencias diabólicas.

De esta manera, Faria murió y no pudo ver sus obras publicadas, toda su lucha se postergaría tiempo después, pues el abate dejó escritos tres volúmenes, que integran su única obra, de los cuales sólo llegó a publicarse el primero.

En los registros de las inhumaciones de la iglesia de Saint Roch se lee lo siguiente:

«A 21 de septiembre de 1819, inhumación nº 6 del señor, José Custodio de Faria, profesor de Filosofía, fallecido el 20 de septiembre, a la edad de 64 años, en la calle de Las Orties, nº 4»

Una apoplejía fulminante le hizo abandonar este mundo para siempre.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

La Comunicación Trascendente. El misterio de la Transcomunicación.

Francisco Cabrera / LES

Nunca hemos sabido por qué el ser humano anda siempre tras la experiencia del saberse acompañado, de confirmar que las ideas trascendentales sobre la existencia de otra vida más allá de nuestra muerte son ciertas. Así es como en muchas ocasiones nos encontramos ante fenómenos que parecen reafirmar esas ideas, pero como siempre, nos queda una duda. Como el ser humano, por naturaleza es obstinado, ante la duda no quiere echarse atrás y es por eso por lo que su empeño por saber si realmente vivimos después de nuestra muerte alcanza metas insospechadas en las investigaciones científicas de esta fenomenología.

Desde mucho tiempo atrás el ser humano ha conocido y practicado los más diversos medios de “comunicación” con esos otros mundos. A veces con fines adivinatorios, otros con fines de evolución interior y otras tantas con fines muy oscuros, indescifrables.

Pero no vamos a dedicarnos a desglosar esos fenómenos que antaño cubrió nuestra curiosidad, sino el que ahora se nos plantea de una forma más “física”, por decirlo de alguna manera.

El fenómeno de la transcomunicación es propio de este siglo y, aunque en la actualidad, esta denominación no sea la más correcta etimológicamente hablando se le continúa conociendo en la mayoría de los círculos como tal. Pero ahora los investigadores serios intentan descorrer el velo del misterio con respecto a este fenómeno que comienza poco a poco a conocerse con esta clasificación englobando aspectos de un fenómeno ciertamente muy viejo y que va de la mano de la tecnología instrumental. La palabra no es para menos, y su desglose representa una comunicación por medios tecnológicos de una fuente, al parecer, de origen trascendente, es decir, algo que se escapa de nuestro nivel de conciencia. Muchos opinan que la el origen de estas comunicaciones se encuentra en una localización dimensional o prefieren pensar que realmente nos estamos comunicando con entidades de otros planos, de ese tan desconocido “más allá”. Sin embargo, realmente, no conocemos ni la procedencia de estos sonidos, voces, textos o imágenes, ni como se producen los mismos, lo que significa que estamos como al principio. Llámese psicofonía, psicoimagen, teleparafonía, el caso es que hemos adelantado un paso muy pequeño, pero lo hemos hecho, y eso es lo importante.

Todas mis experiencias que tuve de novato me enriquecieron enormemente con respecto al tema de las investigaciones de transcomunicación y, hoy por hoy, se que una de las cosas más importantes, es la de mantener siempre una crítica sostenida y una tremenda capacidad de análisis.

Pero hay algo mucho más importante que eso: la paciencia y la perseverancia. Las comunicaciones trascendentes requieren de estas formaciones en el investigador, y sin las cuales no sería posible llegar a conclusiones objetivas.

Otra de las ideas a las que se llega en este tipo de asuntos es si verdaderamente nos estamos comunicando con ese más allá, con seres que no pertenecen a esta dimensión que conocemos. Creo que siempre nos quedará esa duda, quizás bella y necesaria para continuar impulsando a otros a seguir buscando en las fronteras de lo invisible una respuesta a esa eterna pregunta: ¿qué hay después de la vida? Y aunque intuyamos lo que ya venimos intuyendo desde hace algunos siglos siempre rondará en nuestra mente. Pero no importa, porque tras las barreras de la existencia material está la respuesta a todas esas dudas.

HISTORIA DE LA PSICOFONIA

Primeros intentos de comunicación

Desde que el ser humano conoce su muerte como destino físico en la tierra, siempre sintió la imperante necesidad de saber que hay más allá, si es cierto que “continuamos” nuestra existencia con otras envolturas. Así surge la idea de comunicarse con el más allá, con los seres que lo habitan, con seres ya fallecidos e incluso en la actualidad con seres de otros planos distintos de existencia. Este deseo de comunicación se materializa a través de la construcción de aparatos usando la tecnología electrónica. Con esta idea comienzan las corrientes espiritistas a teorizar la posibilidad de comunicarnos con entes desencarnados por medio de la radio.

Estados Unidos, 1920

Es en este año cuando la revista Scientific American consigue una entrevista con el conocido Thomas Alva Edison (1847‑1931), quién desarrollo la bombilla eléctrica y el fonógrafo, invento este que surgió de su cerebro por su interés hacia los fenómenos espiritistas. Este instrumento se basaba en las investigaciones que llevaba a cabo sobre la posibilidad de comunicarse con personas fallecidas. El ingenioso inventor creía con firmeza que existía una frecuencia de radio entre onda larga y onda corta que le permitía entrar en contacto telepático con el más allá. En esta entrevista, Edison comentaba:

«Si nuestra personalidad sobrevive, es estrictamente lógico y científico suponer que retiene la memoria, el intelecto y otras facultades y conocimientos que adquirimos en este mundo. Por lo tanto, si la personalidad sigue existiendo después de lo que llamamos muerte, resulta razonable deducir de quienes abandonan la Tierra desearían comunicarse con las personas que han dejado aquí… Me inclino a creer que nuestra personalidad podrá afectar a la materia en el futuro. Entonces, si este razonamiento fuera correcto, y si pudiéramos crear un instrumento tan sensible como para ser afectado, o movido, o manipulado por nuestra personalidad ‑tal como ésta sobrevive en la otra vida‑, semejante instrumento, cuando dispongamos de él, tendría que registrar algo.»

Londres, 1936

Llegando a investigarse este medio, Sir Oliver Lodge, presidente de la Sociedad Psíquica de Londres ya hizo mención del fonógrafo como medio de comunicación con seres difuntos.

Italia, 1937

Ha pasado un año. Mientras se realizan algunos estudios sobre la comunicación con el más allá, el conocido inventor italiano del telégrafo sin hilos, Guillermo Marconi, ya andaba trabajando secretamente hasta su muerte en un curioso proyecto: la creación de un invento que serviría para recoger voces del pasado e incluso poder grabar las palabras de Jesús en la cruz.

Primeras psicofonías

Los primeros registros psicofónicos se dieron con las grabaciones de un médico inglés, Thomas E. New, mientras recogía en el campo los ruidos de los insectos. Entre estos ruidos naturales se encontró con unas voces de apariencia humana que no pudo interpretar. Así pudo reunir un conjunto de grabaciones en un trabajo finamente elaborado y presentado posteriormente a una entidad científica. Pero la mentalidad abrupta de estos científicos no podía admitir tan peculiar fenómeno y le aconsejaron al señor New que dejara el asunto si no quería caer en el desprestigio. Y así lo hizo New, siguiendo el consejo al pie de la letra.

Algo muy similar le ocurrió también a un alemán, Karl Hintzmann, trabajando también en el campo y escuchó unas extrañas voces en la cinta magnetofónica sin poder entender su contenido. Pero este también decidió zanjar el asunto de un plumazo; al menos este dejo constancia del singular fenómeno.

Milán, 17 de septiembre de 1952

En esta fecha, ya pasados muchos años y tras trabajar con la idea de la comunicación, se decide realizar la primera investigación de forma rigurosa en materia de psicofonías. Estas pruebas se realizarían en el laboratorio de física de la Universidad del Sagrado Corazón de Milán. Fue el padre Gemelli quien obtuvo una serie de voces en presencia del padre Pellegrino Ernetti. Durante toda la década de los cincuenta, ambos padres continuaron con las investigaciones en este campo, realizando algunas pruebas científicas del fenómeno. Así, el 29 de octubre de 1986, el padre Pellegrino Ernetti, ya anciano, es entrevistado por la revista Oggi, en la que explicó los resultados de sus estudios durante los 30 años de investigación en este terreno.

Friedrich Jürgenson. Verano de 1959

Equivocadamente se ha vinculado a Friedrich Jürgenson el descubrimiento de las psicofonías, cuando en realidad fue el detonante para su divulgación y estudio científico. Si bien es cierto que fue él quién impulsó a muchos investigadores a tener presente este fenómeno que ya se comenzaba a incluir en la denominación de “paranormal”.

Friedrich Jürgenson nace en Odessa en 1903 y a sus cuarenta años fija su residencia en Estocolmo. Estudió arte y música, fue cantante de ópera, pintor y productor de cine.

Primeras psicofonías de Friedrich Jürgenson

Su primer encuentro con las psicofonías tuvo lugar el 12 de junio de 1959, fecha en que se inicia un nuevo proceso en los fenómenos de transcomunicación. Un suceso insólito para Jürgenson se originó en los bosques suecos mientras dedicaba su tiempo a grabar el trino de los mirlos y pinzones para la banda sonora de uno de sus documentales. Al regresar a su casa para oír los registros obtenidos encontró junto al canto de los pájaros, otros sonidos que no pudo identificar creándole parte de molestia y parte de curiosidad, y que fue lo que le impulsó a dedicarse casi de lleno al estudio de este fenómeno. Una de las cosas que oyó claramente fue la voz de un hombre que, en noruego, le hablaba del canto pájaros nocturnos, luego escuchó otros sonidos de arrullo y gorjeo evidentemente de pájaros, pero no de aquellos pájaros a los que se les había orientado el magnetofón. Entre estos sonidos le parece a Jürgenson oír el canto de un avetoro, pájaro que no se encuentra en la región donde Jürgenson realizó la grabación. Jürgenson decide volver al lugar con sus aparatos y consigue grabar de nuevo algunas voces, entre ellas algunas que lo llamaban por su nombre así como la de su madre fallecida desde hacía cuatro años, diciéndole:

‑ “Friedel, mi pequeño Friedel, ¿puedes oír?”

Y otras frases como:

‑ “Friedrich, te estamos observando”

Su perro Carino, reaccionó a la llamada de su nombre. Asimismo aparecieron voces en distintos idiomas, tales como el sueco, alemán o letón.

Narra Jürgenson en su libro Conversaciones por radio con difuntos:

«me llamó la atención el hecho extraordinario de que precisamente a mí, que trataba de registrar cantos de aves, me enviasen cantos de pájaros nocturnos noruegos, justamente en el momento en que estaba haciendo funcionar el magnetófono»

28 de diciembre de 1959

Tras toda esta fenomenología, Jürgenson realiza la primera sesión pública ante siete testigos, entre ellos el doctor Björkhem, Arne Weisse, un colaborador de la radio sueca y el parapsicólogo sueco Hans Bender, consiguiendo obtener voces ante la presencia de sus siete testigos. El parapsicólogo Hans Bender nos cuenta su experiencia que vivió en una de estas sesiones:

«28 de diciembre de 1959. A las 19,30, dijo Jürgenson “ahora” y puso en marcha el magnetófono, acoplado a un micrófono. Al oír la cinta, se descubrió que una voz de hombre decía claramente “Poskala”. En el libro (de Jürgenson) se identifica esta palabra con el nombre de una localidad sueca. Nueve años después se indicó otra posibilidad más admisible. Esta palabra significa en fines “mejilla contra mejilla”, lo que podría cuadrar mejor con la interpretación. La conversación tuvo lugar en sueco. Cuando Jürgenson respondió a una pregunta “monga, monga” (muchos, muchos) se oyó al poner en marcha el aparato la voz de un anciano que decía “tanto partis”, lo que interpretó Jürgenson como una combinación del italiano “tanto” y el inglés “parties”, considerándolo como una continuación de su respuesta. Una de las señoras formuló una pregunta al doctor Björkhem, que éste respondió. Pero la cinta daba una sucesión de sonidos completamente distintos. Se oía la voz de Björkhem como fondo y unas palabras que no eran de la misma voz. Decían “Stackars lilla Björk” (“pobre pequeño abedul”), lo que, según Jürgenson, podría ser una alusión a la grave enfermedad de corazón que poseía. Una voz de mujer, que había llamado previamente al hijo de Jürgenson diciendo su nombre en diminutivo, exclamó en voz bastante alta, con acento finés: “Tanner, Tanner, ¿Dónde está Tanner?”, preguntó Arne Weisse, bastante disgustado por lo que no comprendía pero le intranquilizaba, “I Sverige” (en Suecia), respondió la voz. Tres años después recibió Jürgenson el libro “The Great Problem”, del autor inglés L. Johnson, en una de cuyas páginas aparece dos veces, en dos líneas consecutivas, la palabra “Tanner”, nombre de un médium inglés.

Se decidió poner en marcha el magnetófono y guardar silencio. Al escucharlo después, se oyeron ruidos amortiguados procedentes de la calle y luego, de pronto, una voz de hombre que decía, acentuando la primera sílaba: “grécola”. Unos segundos después, la señora Weisse rompió el silencio y dijo: “Si no tuviese miedo iría ahora a la cocina”. Allí había acostado a su hijita. En 1963, se pensó que podría tratarse de la palabra latina “graecola”, que significa pequeño griego y también, entre otros sentidos despectivos, “cobarde”. La sesión experimental terminó con una especie de diálogo entre Arne Weisse, cuya actitud oscilaba entre el escepticismo y la inquietud, y una voz que dijo, entre otras cosas, “eres muy frío”.»

**Verano de 1964

Jürgenson realizó multitud de experimentos con diferentes equipos de parapsicólogos obteniendo resultados verdaderamente sorprendentes, pero la fiabilidad de estos experimentos se mantenía débil, hasta que al fin sus grabaciones llegan hasta el Instituto de Zonas Limítrofes de la Psicología y la Psicohigiene, en la Universidad de Friburgo, en Alemania. Allí emprendió una larga serie de investigaciones junto al director de esa universidad, Hans Bender. Estas investigaciones dieron comienzo en el verano de 1964 y duraron varios años. Se trasladaron al Instituto Alemán de Física, en Northeim. Además de Hans Bender participó el físico y director del Instituto de Northeim, B. Heim, un ingeniero de sonido, W. Schott, el doctor F. Karger y un alumno de filosofía llamado G. Vilhjalmsson.

En este experimento se usó un magnetófono tipo Uher‑Report, propiedad de Friedrich Jürgenson, y otro igual, del Instituto de Friburgo, además de un Grundig‑stereo, y un aparato Telefunken, que se situó en una sala contigua para el control a distancia. Según los resultados de Hans Bender:

«El experimento exploratorio de Northeim sirvió en una primera etapa para el establecimiento del planteamiento del problema. No quedaba ninguna duda de que en cintas sonoras completamente nuevas, en las que debía excluirse toda manipulación tramposa aparecían manifestaciones de fenómenos sonoros cuyo origen se desconocía. El examen de las hipótesis consideradas se limitó de momento a las impresiones recogidas por micrófonos, puesto que las recibidas por radio planteaban la dificultad de distinguir entre las emisiones normales o fragmentos de ellas y posibles inclusiones. Sólo el contenido de informaciones personales claramente reconocibles podía ofrecer alguna seguridad para una adecuada evaluación»

Durante todo ese tiempo, Jürgenson y los aparatos que se emplearon fueron sometidos a rigurosos exámenes. Al fin los resultados fueron satisfactorios y la realidad del fenómeno pareció quedar plenamente demostrada.

Jürgenson continuó recopilando grabaciones paranormales y más tarde escribió dos libros sobre el tema: Voces del Universo y Conversaciones por radio con difuntos. Jürgenson estaba totalmente convencido de que las voces que obtenía eran mensajes emitidos por personas ya fallecidas.

Octubre de 1965

A últimos de octubre de 1965, se realizaron experimentos en Nysund, localidad próxima a Mölnbo (Suecia) entre Friedrich Jürgenson, el físico B. Heim y el ingeniero de sonido W. Schott. B. Heim dice en su informe:

«Aún con la más radical aplicación de todas las críticas, queda siempre un resto inexplicable que, según nuestras observaciones, parece ligado a la persona del señor Jürgenson»

Durante la década de los años cincuenta, Jürgenson, interesado por el espiritismo, realiza algunos trabajos para el Vaticano. Obtiene así una exclusiva para la filmación de una película en torno a la figura del Papa y se le autorizó para que hiciese un documental sobre el conocido fenómeno de la licuefación de la sangre de San Genaro, fenómeno que no había sido permitido investigar desde 1904. Es obvio que el Vaticano confiaba en Jürgenson y en sus documentales ‑él mismo afirmaba que había encontrado en el Vaticano a personas interesadas por los estudios que realizaba sobre psicofonías‑, fiel a los altos mandatarios de la Iglesia Católica, fidelidad esta que quedó sobradamente demostrada al ser condecorado en 1969 por el mismo Papa Pablo VI con la Cruz de Comendador de la Orden de San Gregorio Magno.

Konstantin Raudive. 1965

Este investigador sueco nace en Letonia en 1909. Estudió filosofía, psicología e historia de la literatura en las Universidades de París, Madrid, Edimburgo y Upsala. Desde 1969 perteneció a la Unión Parapsicológica de Suiza y desde 1965 vivió en Badkrotzingen, Alemania Occidental, como invitado de honor.

Al mismo tiempo que Jürgenson, se encontraban ya varios grupos repartidos por todo el mundo experimentando con las psicofonías. Desde Estocolmo, Konstantin Raudive comenzó a realizar pruebas de psicofonías convencido de que se trataban de comunicaciones con los difuntos a través del magnetofón. Fue gracias al fuerte interés del letón Raudive que el inventor austríaco Franz Seidl fabricara el Psicofón o Psitrón, instrumentos cuya función era la de recibir las voces y los sonidos paranormales con más claridad.

Primeras psicofonías de Konstantin Raudive

Raudive se interesó mucho por el peculiar encuentro que tuvo con Jürgenson con las psicofonías. Tal es así que acabaron por conocerse y siendo buenos amigos. Raudive cuenta así sus primeros encuentros con las psicofonías y con su futuro amigo Jürgenson, tras 17 días de pruebas sin ningún resultado, excepto murmullos y algún que otro disílabo:

«Después de una lectura repetida y cuidadosa del libro de Jürgenson ‑Voces del Espacio‑, vi claramente que el autor debía ser una persona muy sensible y muy sugestionable. Muchas de sus ideas me parecían ser obra de una viva imaginación capaz de evocar imágenes en un cuarto vacío y voces donde no hay más que un monótono ruido, Más adelante, sin embargo, el autor expone un hecho inaudito: afirmaba que con ayuda de un magnetófono, un micrófono y una radio podía grabar en una cinta magnetofónica las que el llamaba “voces del espacio”, que no procedían de ningún lugar físico, sino de un mundo que contrasta con el nuestro, de un mundo espiritual: ¡Eran las voces de los difuntos! Jürgenson da una descripción detallada de este suceso en su libro “Radiotelefonía con los difuntos”. No sólo oía las voces de cercanos parientes y de amigos, sino también las de personajes históricos de épocas recién pasadas… Jürgenson menciona un gran número de tales voces, todas ellas grabadas en cintas magnetofónicas en el transcurso de varios años.

En casi todas las páginas del libro me vi enfrentado con alguna pregunta incontestada y por ello me puse en contacto con el autor, en abril de 1965, pidiéndole que hiciera una demostración.

Debo confesar que desde el primer momento sentí simpatía por Friedrich Jürgenson, por su sinceridad y profunda implicación emocional… Tres personas, aparte de mi mismo, presenciaron la demostración: doctora Zenta Maurina, una maestra y la señora Jürgenson…

Escuchamos una selección de las grabaciones. Sobre el fondo de los ruidos ordinarios de la cinta, se oían voces; podíamos percibirlas, pero, por falta de práctica, la identificación se hacía difícil a nuestro oido, teniendo que repetirse varias veces hasta que nuestro órgano auditivo se acostumbró a su ritmo extraordinariamente rápido. En la primera grabación que hizo Jürgenson por micrófono en nuestra presencia, aparecieron algunas voces que de ninguna manera podían atribuirse a los que estábamos presentes. La doctora Maurina, por ejemplo, mencionó que ella tenía la impresión de que los habitantes del más allá vivían felices y alegres. Una voz contestó, muy claramente:

‑ “¡Tontería!”

El fenómeno empezaba a cautivar mi atención despertando todos mis instintos de explorador… Después de probar varias hipótesis y teorías lo estudié como una función del subconsciente, intentando otras veces explicar las voces obtenidas como fragmentos acústicos casuales que procedían de emisoras radiofónicas… Los nuevos contactos con Jürgenson, y completo conocimiento de su personalidad y biografía, me confirmaron mi primera impresión de que era un hombre absolutamente sincero…, firmemente convencido de estar tratando con otro mundo, un mundo en el que entramos después de muertos… Al principio, nuestras grabaciones producían voces poco claras, apenas perceptibles, y hasta el diez de junio, a las nueve y media de la tarde, los resultados seguían siendo insatisfactorios. La lograda grabación que obtuvimos se hizo por radio. Muchas personas la han escuchado desde entonces y todas han oido y entendido las expresiones que contiene…»

Raudive estima que, desde que comenzaron sus experiencias con las psicofonías en 1965, ha logrado recoger más de ochenta mil voces. Desde aquel año, Raudive trabajó junto al doctor Alex Schneider, médico de Sant Gallen (Suiza) y con Theodor Rudolph, especialista en ingeniería electrónica de alta frecuencia.

Londres. 12 de diciembre de 1969

Konstantin Raudive realiza en esta fecha una demostración en Londres ante la presencia de expertos en electrónica. Se usó el método de llamar a alguien por su nombre. Un obispo católico presente en la experiencia invocó a un difunto amigo suyo, llamado Stefan. Se obtuvo esta contestación en alemán y en ruso:

‑ “Aquí Stefan. Kosti no nos cree. Es muy difícil, se lo diremos a Peter.”

Gerrard’s Cross, Buckinghanshire. 24 de marzo de 1971

En 1971, Colin Smythe hizo dos experimentos controlados antes de permitir que su compañía publicase en inglés el libro de Konstantin Raudive. El primero de estos experimentos fue el 24 de marzo de 1971 en Gerrard’s Cross, en Buckinghanshire, bajo la supervisión de Pye Records Ltd. y de dos técnicos de grabación, Ray Prickett y Keith Attwood.

Todo el equipo fue aportado por Pye e incluía instrumentos para captar falsas emisiones de estaciones de radio y dos transmisores de alta y baja frecuencia, así como cintas especialmente protegidas. Se sintonizó un grupo de cuatro magnetófonos de modo que una de las grabaciones se hiciese a través de un micrófono, que daría una versión real de cualquier ruido normal de la habitación, y también se colocó un complejo diodo con un indicador de grabación incorporado. La audiencia compuesta por el doctor Raudive, Colin Smythe, Peter Bander y el presidente de la Colin Smythe Ltd., Sir Robert Mayer, contaba con la afirmación de los dos ingenieros de que esa máquina haría imposible cualquier grabación a través del diodo.

Las cintas corrieron durante 18 minutos durante los cuales el indicador de grabación conectado al diodo estuvo oscilando constantemente a pesar de que Ray Prickett, que supervisaba con auriculares, no pudo oír nada. Según dijo Prickett, el play‑back fue sorprendente: aparecieron en la cinta más de 200 voces, 27 de las cuales eran tan claras que todos los presentes las pudieron entender. Sir Robert Mayer quedó estupefacto al reconocer la voz de su amigo Arthur Schnabel, un célebre concertista de piano ya fallecido. Una voz no identificada se dirigió al doctor Raudive llamándole:

‑ “Kosti” (apodo de su niñez)

El segundo experimento se llevó a cabo tras días más tarde, el 27 de marzo, en los laboratorios de Belling & Lee, en Enfield, utilizando un laboratorio con pantalla de radio‑frecuencia que excluye cualquier tipo de radiación electromagnética. El experimento fue supervisado por Peter Hale, especialista en pantallas electrónicas; fue ayudado por Ralph Lowelock, ingeniero en física y electrónica. De nuevo se grabaron voces claras.

Konstantin Raudive muere el 2 de septiembre de 1974 en su mansión de Roemmerweg en Badkrotzingen, Alemania.

Universidad de Berna. 24 de febrero de 1973

Se entregan en esta fecha los cuatro primeros premios correspondientes al año 1972 en el Aula Magna de la Universidad de Berna, por la Asociación Suiza de Parapsicología. El segundo premio recae sobre el padre Leo Schmid, católico del cantón de Argau y párroco de Oeschgen, en reconocimiento a sus investigaciones consideradas de fundamental importancia sobre el fenómeno de las psicofonías.

Las psicofonías en la actualidad

En la actualidad el fenómeno psicofónico está extendido por todos los rincones del planeta, tal es así que en combinación a ellos ha surgido una variante que se le viene llamando psicoimagen, fenómeno que trataremos más adelante. Existen multitud de investigadores, tanto en el extranjero como en España, así como experimentadores. Uno de estos investigadores más destacados en el extranjero es François Brune, cuyos amigos comentan que ha logrado obtener inclusiones hasta del propio Raudive. Por otra parte en Estados Unidos se encuentra el ingeniero George Meek que ha tratado de establecer un método científico para poder registrar estas voces de forma que puedan ser reproducidas en laboratorio a voluntad.

En nuestro país es de importancia destacar al investigador y divulgador Germán de Argumosa, que ha publicado numerosos reportajes y artículos en muchas revistas especializadas en nuestro país y fuera de nuestras fronteras. También cuenta con interesantes conferencias. Otro gran investigador de nuestra época y nacionalidad es Sinesio Darnell, autor de algunos libros, artículos, conferencias, etc.

Pero hasta ahora, nada se ha conseguido, eso sí, los aparatos de grabación son cada vez más sofisticados y perfectos.

ACUSTICA Y PSICOFONIAS

Si vamos a intentar realizar un exhaustivo estudio del fenómeno psicofónico, es importante tener antes algunas ideas básicas sobre el sonido, como los percibimos, como se producen, sus fenómenos, etc.

Sabemos ya de antemano, por la historia y por las investigaciones realizadas que la psicofonía como posible fenómeno paranormal se escapa de toda ley física. Las miles de pruebas analizadas denotan que la psicofonía no se produce en base a las características del sonido  ‑al menos de las características que conocemos‑. Sin embargo, la psicofonía se caracteriza por algunos detalles acústicos que más adelante iremos analizando. A pesar de ello, tener presente las nociones básicas sobre el sonido podría ayudarnos enormemente para aclarar con mayor facilidad algunas supuestas psicofonías de origen paranormal.

Definición del sonido

Cuando un cuerpo produce vibraciones transmitidas por un medio de propagación, la sensación generada llega hasta nuestros oídos. Esto es el sonido. El movimiento vibratorio más sencillo es el de un punto atraído por otro fijo por una fuerza proporcional a la distancia mutua. Podríamos decir que el sonido es la vibración de un medio elástico. Esta vibración es transportada por un medio en forma de ondas y captadas por nuestros oídos.

Al vibrar los objetos se produce una condensación de los átomos próximos a ellos. Esta condensación, como dijimos, se propaga en ondas a través de ciertos medios, como puede ser el aire, a una velocidad aproximada de 340 m/seg., y es transmitida por la vibración hacia fuera, dejando tras de ella un espacio donde las moléculas se encuentran más separadas que cuando no existe vibración. Luego, el segundo movimiento del objeto las empuja nuevamente hacia fuera en dirección a la zona de moléculas adyacentes incrementando así la densidad de ésta y creando, pues, una segunda onda.

Los procesos de la audición

La audición está considerada como el segundo sentido principal en desarrollo que poseemos. Nuestro oido está dividido en dos partes principales (fig.6): el oido externo, cuya misión es la de amplificar las ondas sonoras; y el oido interno, cuya función es la de procesar dichas ondas.

Cuando el sonido llega a la estructura del oido externo, este transmite los cambios en la presión del aire por medio de un túnel, el oido medio, hasta un conjunto formado por tres partes: el martillo, el yunque y el estribo. Estas partes actúan a modo de palancas amplificando las variaciones en la presión del aire captadas por el oido externo. Luego, esas sensaciones producidas se transmiten a una membrana ovalada dentro de una estructura con forma de concha de caracol y que se conoce con el nombre de cóclea.

Esta membrana ‑la cóclea‑, contiene un líquido que, cuando llegan las vibraciones, se transforman en ondas, que se propagan por la espiral de la cóclea y actuando sobre las células ciliadas que se alinean en el centro mismo de toda la estructura. Luego se dirigen hacia el cerebro donde tendrá un proceso final. Los impulsos que han sido creados por este proceso pasan a lo largo del nervio auditivo al menos por seis subestaciones.

Las ondas de condensación de moléculas pasan a través del aire estimulando la membrana del tímpano. El tímpano es muy sensible, es capaz de captar los movimientos que no sobrepasen el tamaño de un átomo de hidrógreno. En realidad sentimos, sin percibir, ondas no más amplias que el diámetro de un átomo.

Por otra parte se ha estipulado que el sonido se mide en ciclos por segundo. Nuestro oido es sensible en un orden de frecuencias sonoras que van desde los 16 a los 20.000 ciclos por segundo (Hz o cps).

Un detalle a tener en cuenta a la hora de investigar ciertos parafonemas es la edad del sujeto que ha sido testigos de este tipo de fenómeno, ya que existe constancia del hecho de que nuestra cóclea va reduciendo su flexibilidad con el paso de los años, por lo que también se va reduciendo la capacidad de percepción de sonidos de altas frecuencias. Sin embargo, los niños pequeños cuando se encuentran en un ambiente muy silencioso son capaces de percibir sonidos de hasta 40.000 cps, e incluso sonidos de muy baja frecuencia que a un adulto normal costaría oír.

Existe una hipótesis que nos habla de la posibilidad de que en ocasiones no oigamos sonidos de baja frecuencia por nuestro sistema auditivo normal, sino por otros medios como los huesos. Veamos lo que nos cuenta William Jon Watkins :

«No percibimos el sonido por debajo de 16 ciclos por segundo, al menos no lo percibimos a través de la cóclea, pues no existen células ciliadas en los puntos contra los que chocan las ondas de frecuencia tan bajas. Probablemente se debe a que, si oyéramos tales sonidos de baja frecuencia, tendríamos que escuchar el chirrido constante causado por el movimiento de los músculos, un verdadero alboroto en baja frecuencia, lo que requeriría un gran esfuerzo por parte de los ya sobrecargados subcentros auditivos para filtrarlo.

No obstante, cabe en lo posible que percibamos tales sonidos de baja frecuencia por otros medios, mediante la conducción de los huesos, por ejemplo, mediante receptores de la presión existente en la piel. Dichas sensaciones nos permitirían recibir mucha más información de lo que se suele creer.»

La audición binaural

La audición binaural es una forma de percepción acústica basada en una comparación que realiza nuestro cerebro de la información que recibimos de cada oido. Esta diferencia se traduce luego en la percepción de un único sonido proveniente de una región específica del espacio.

El científico Masakazu Konishi nos explica este proceso de fusión binaural de la siguiente manera:

«Los indicadores espaciales extraídos por el cerebro humano, se ha demostrado, son las diferencias en el tiempo de llegada y en la intensidad de las ondas sonoras que llegan a los oídos desde un foco dado, diferencias que se deben a la distancia entre estos.»

Masakazu ha realizado un interesante estudio sobre estos procesos con aves, demostrando así que la captación de un sonido concreto en el espacio dirige la atención hacia la fuente que lo produce por mediación de esta audición binaural.

Supongamos que una fuente de sonido está situada directamente ante nosotros, nos envía entonces ondas que llegan a los oídos al mismo tiempo y ejercen la misma fuerza en los órganos receptores que pasan posteriormente la información al cerebro. Pero si esta fuente de sonido se encuentra a la izquierda, las ondas alcanzarían el oido derecho con un ligero retraso con respecto al izquierdo; de la misma manera las ondas recibidas tendrían poco menos de intensidad al encontrarse a más distancia, ya que las ondas al rozar nuestra cabeza son absorbidas en cuestión de fracciones o bien desviadas.

Se podría realizar un sencillo experimento para comprobar mejor estas explicaciones. Sirviéndonos de auriculares y enviando dos tonos por separado, en vez de percibir las dos señales distintas, oímos solo una señal que se origina en algún lugar del interior de la cabeza. Si estos estímulos que se envían presentan igual intensidad y emitiéndose al mismo tiempo, percibimos un sonido que parece proceder del centro de nuestra cabeza. Si apagamos el volumen en un oído, o si realizamos un retraso en la recepción del sonido de uno de los dos oídos, la fuente sonora parece que se traslada en la dirección del oído opuesto.

Características y Propiedades del sonido

El sonido se propaga a partir de una fuente sonora en forma de ondas longitudinales corrientemente, basadas en las llamadas ondas sinusales.

En los sólidos se propaga en forma de ondas transversales. El sonido tiene varias características principales:

Intensidad.‑ La intensidad es una de las características del sonido que corresponde a la amplitud de la onda sinusal. El espacio desde un punto cualquiera del gráfico de la onda hasta la línea base representa la presión de las partículas del aire en un determinado momento. Así, la intensidad se convierte en uno de los medios de localización del sonido. Es por tanto, la clave para establecer la dirección. Para mejor entendimiento digamos que es la cualidad sonora que nos permite diferenciar si un sonido es débil o fuerte.

En nuestra vida cotidiana, los sonidos que nos llegan a los dos oídos no tienen una diferencia apreciable en su intensidad a menos que la frecuencia sea alta, de más de 1.000 cps. Esto es debido a que las bajas frecuencias se distribuyen alrededor de nuestra cabeza.

La intensidad de un sonido deriva de la longitud de las ondas; la altura de las crestas y la profundidad de los senos.

Para medir la intensidad se usa el decibelio (Db). Nuestro oido puede percibir ondas sonoras de intensidades comprendidas entre 1 y 200 Db, sin embargo, a partir de los 130 Db las intensidades resultan dolorosas para nuestro aparato auditivo.

Veamos ahora un cuadro que muestra una escala de intensidades que alcanzan algunos sonidos cotidianos:

Decibelios Ruido

5Respiración normal

9 Susurro Área de silencio

10 Murmullo de hojas

20Susurro al oido

30Tic‑tac de un reloj

60 Conversación. Radio o TV a bajo volumen Área de seguridad

70Intenso tráfico callejero

80 Fábrica ruidosa Área de peligro

90 Paso de un tren por un túnel

100Perforadora neumática sobre roca

110 Cañonazo. Claxon de automóvil Área de sordera

120Motor de avión a reacción a 100 m.

La intensidad del sonido se podría definir más técnicamente como la cantidad de energía que incide perpendicularmente sobre la unidad de superficie en una unidad de tiempo.

Frecuencia.‑ La frecuencia de un sonido es el número de vibraciones que ese sonido alcanza en una unidad de tiempo, esto es, un segundo. La frecuencia se mide en vibraciones o ciclos por segundo. Así, se ha establecido que las frecuencias que el oido humano puede percibir oscilan desde los 16 hasta los 20.000 Hz.

Hemos explicado ya que el sonido se produce cuando un objeto vibra y que al hacerlo se condensan los átomos que se encuentran cercanos propagándose en forma de ondas por un medio concreto. En este caso, la frecuencia mide el número de veces que esas ondas de las partículas se expanden y se condensan.

Entonces decimos que un sonido es tanto más agudo cuanto mayor sea el número de vibraciones por segundo. Si la vibración es muy lenta, el sonido es pues, más grave.

Pero puede ocurrir en ciertas ocasiones que un objeto vibre por encima o por debajo de los límites auditivos. Si es por encima de los 20.000 Hz, se llaman ultrasonidos, si es por debajo de los 16 Hz, se denominan infrasonidos.

Mostramos a continuación un ejemplo de distintas frecuencias que puede alcanzar la voz humana:

Hz       Voz humana

85‑ 320 Bajo

96‑ 385 Barítono

121‑ 490 Tenor

165‑ 700 Contralto

245‑1100 Soprano

Nuestro oído trabaja normalmente desde los 1.000 Hz hasta la región de los 2.000 a 4.000 Hz. Explicamos anteriormente que la intensidad tenía un factor determinante para localizar un sonido. Con las frecuencias también existen determinantes que nos son de utilidad para la localización de un sonido. Uno de esos determinantes es la fase. Las fases de baja frecuencia, por debajo de los 800 Hz sirven de clave para determinar la dirección de un sonido, pero si la frecuencia es alta, es decir, a mayor frecuencia mayor es la diferencia de fase, entonces el observador es incapaz de apreciar que es lo que se encuentra delante y lo que se encuentra detrás.

Otro determinante es el tiempo. Digamos que muchos de los sonidos que percibimos son impulsivos. Los oímos comenzar y terminar. Así, un sonido que esté más lejos de uno de los dos oídos llega antes a ese oído que al otro.

Fenómenos de la Propagación del Sonido

El sonido viaja a una velocidad aproximada de 340 m/seg. Creciendo ligeramente su velocidad en el aire caliente. La velocidad varía notablemente en función del medio en que se propaga. Veamos un cuadro donde aparece la velocidad media que recorre el sonido en un segundo en función de un medio:

Velocidad media (m/seg) Medio

330,6 Aire seco a 0ºC

340 Aire a 15ºC

1.441 Agua

3.652 Ladrillos

4.670 Madera

5.000 Vidrio

Pero también el sonido es absorbido en parte mientras se propaga, también en base al medio. Veamos otro cuadro que nos muestra el coeficiente de absorción:

Coeficiente en % Medio

15 Alfombra

30 Chapa de corcho

44 Chapa de madera

40‑75 Cortinas

3,2 Pared de ladrillos

1,7 Pared pintada

2,7 Vidrio

Cuando se propagan las ondas sonoras a través de diversos medios de transmisión, se dan algunos fenómenos en su propagación. Estos fenómenos conocidos son tres: reflexión, refracción y difracción, según unas reglas establecidas por la teoría general de las ondas (principio de Huygens).Si no existe dispersión, la velocidad de propagación es constante al variar la frecuencia. Así, las vibraciones que produce el viento (0,02 Hz), los terremotos (0,002 Hz), etc., se presentan en frecuencias por debajo de los 16 Hz (infrasonidos), o las vibraciones que produce la materia por la agitación térmica (hasta 1010 Hz), llamados ultrasonidos. Esto podría servir de objeto de estudio para relacionarlo con supuestas psicofonías de extraños ruidos de procedencia desconocida.

Una parte interesante para el estudio de ciertas psicofonías obtenidas en locales cerrados, o en laboratorio, o en una casa, etc., es la denominada acústica arquitectónica, basada, precisamente, en el estudio de los fenómenos relativos a la propagación del sonido en esos locales cerrados. Los fenómenos más comunes asociados a esta modalidad de la acústica son el eco, y la reverberación.

El eco se produce cuando el ángulo de reflexión (R) es cercano a los 90º, ángulo límite.

Si dos sonidos aparentan ser distintos uno del otro, deben alcanzar al oido humano con un intervalo de 1/10 de segundo. Como la velocidad media del sonido es de 340 m/seg., sería necesario que el sonido recorra 34 metros, es decir, el obstáculo debería estar situado a unos 17 metros del foco emisor. Entonces se produce una reflexión que se denomina eco.

La reverberación es un conjunto de sonidos que proceden de los reflejos de las paredes y del techo. Estos sonidos, por su recorrido reflejado, llegan amortiguados y retardados a nuestro oido, haciendo difícil y poco perceptible la diferencia entre sonido y sonido. Vemos pues que, un espectador cuanto más lejos de la fuente sonora esté, es más probable que oiga el sonido reflejado y más raramente directo.

Desarrollaremos ahora los tres fenómenos más conocidos en la propagación del sonido.

Difracción . Es un fenómeno que se produce cuando un tren de ondas encuentra en su propagación un obstáculo cuyas dimensiones lineales son del orden de la longitud de la onda. Este obstáculo puede ser una pantalla opaca, que presente una rendija estrecha e incluso el borde de un objeto o tras el ángulo de una casa. De esta forma y en estas circunstancias, se forma en el otro lado del obstáculo un nuevo grupo de ondas que producen interferencias entre ellas, provocando así la aparición de puntos con máximos y mínimos de vibración.

Reflexión. La reflexión es otro de los fenómenos característicos de la propagación. Si un tren de ondas choca contra una superficie, formando así un ángulo de incidencia (I) con la normal a la superficie, es rechazado por esta superficie en una dirección que forma un ángulo de reflexión (R) con la normal igual a I. El eco es uno de esos fenómenos de reflexión.

Refracción. La refracción es un cambio de dirección y de velocidad de la propagación cuando la onda sonora pasa de un medio a otro distinto o el mismo, pero cuando es de distinta densidad. Por ejemplo, el sonido es variado de dirección y de velocidad cuando al viajar por el aire frío pasa a viajar por el aire caliente.

El Principio de Huygens.‑ Todos hemos oido alguna vez, en días de lluvia o tormenta, como el viento cuando se filtra por una pequeña grieta o agujero, produce un “silbido” muy particular (usado en muchas ocasiones en películas de suspense y terror). Este sonido es explicado por el llamado Principio de Huygens. Las ondas generadas a partir de un orificio son o no observables en función de las dimensiones de dicho orificio. Así, cuando la longitud de las ondas sonoras y la magnitud de la abertura presentan unos valores comparables, la curvatura en torno al orificio será completa y no existirá ningún punto del espacio situado al otro lado de la abertura que no sea alcanzado por las perturbaciones. Este es el caso, como dije antes, de la difusión de sonidos cuya longitud de onda es superior a un metro, al penetrar en un recinto a través, por ejemplo, de una ventana, una grieta o una puerta.

Ruidos y Ondas no Periódicas ‑ Ruidos radioeléctricos

Existe una posibilidad de que ciertos registros psicofónicos de ruidos puedan deberse a cierto tipo de ruidos radioeléctricos de ondas no periódicas.

RUIDO COSMICO.‑ Es un ruido que se debe a las radiaciones de los astros que nos rodean y tienen siempre un carácter de ruido “blanco” o “soplido”.

Acústica de la voz

Antes de acabar con este capítulo creo importante aportar algunos datos ‑muy básicos‑ sobre la producción de la voz. En un principio esto no tiene mucho que ver con el fenómeno psicofónico, pero son datos a tener en cuenta, así sabremos el por qué de la voz y de su formación.

El órgano de la voz está constituido por los pulmones, la laringe, la faringe, la nariz y la boca. La función principal de los pulmones consiste en producir una sobrepresión del aire, generando así un chorro de aire que pasa por la glotis, que es un espacio de la base de la laringe y que se encuentra entre los dos ligamentos vocales, conocidos más frecuentemente como cuerdas vocales.

La laringe, la faringe y la boca forman en conjunto el conducto vocal que haciendo de “caja” de resonancia. La forma de este conducto está determinada por la posición de los articuladores, es decir, los labios, la mandíbula y la lengua que contraen o dilatan dicho conducto vocal en puntos concretos.

El sonido que se genera por este chorro de aire entrecortado por las vibraciones de las cuerdas vocales se llama fuente vocal. Esta es la parte esencial del habla.

Ya mencionamos que el conducto vocal es una caja de resonancia, pero para que el sonido se transmita a través de este resonador acústico es necesario la funcionalidad de la frecuencia.

Para terminar y como último dato, diré que la voz emite en unas frecuencias de 500 a 3500 Hz.

HIPOTESIS PROPUESTAS PARA LA TRANSAUDIOCOMUNICACION

Crear una hipótesis en cualquiera de los terrenos que ocupa la parapsicología es tarea espinosa, sobre todo si las hipótesis han de solidificarse con dogma científico y no con una mera y simple especulación.

Sabemos ya que la psicofonía, modernamente llamada transaudiocomunicación, es el registro de sonidos diversos (voces, ruidos varios, música) en un soporte físico (banda magnética) de forma paranormal, utilizando para ello distintas técnicas.

El principio básico de estos registros paranormales es que el experimentador no oye el suceso sonoro mientras este se está introduciendo en la banda magnética, si bien, los experimentos con psicofonías dialogantes que se están llevando a cabo en la actualidad producen introducciones paranormales en directo, es decir, las voces son oídas a través de unos amplificadores directamente, aunque se graben posteriormente en magnetofón. Esto descarta la idea de que la psicofonía se produzca exclusivamente por modificaciones de la membrana microfónica o por manipulaciones del cabezal grabador.

Pero pese al gran despliegue tecnológico y a la infinita paciencia de investigadores internacionales aún en nuestra fecha no se ha propugnado una teoría que explique de una forma definitivamente científica la procedencia de estas voces, como y porqué se producen.

Las investigaciones actuales se centran, como he comentado anteriormente, en los diálogos paranormales que dan respuestas de forma inteligente a preguntas que se formulan, manteniendo así conversaciones que llegan a superar incluso los quince minutos de duración; pero sobre todo en un fenómeno basado en la comunicación visual: la transvideocomunicación o psicoimagen, y la transgrafocomunicación (basada en la comunicación mediante ordenador), temas que tocaremos en otra ocasión.

El investigador serio que desee especular alguna hipótesis sobre el fenómeno de la transcomunicación debería plantearse, al menos, estas preguntas:

¿Qué o quién produce el fenómeno?

¿En qué circunstancias se produce?

¿Por qué y cómo se produce?

¿Cuál es el origen de tal fenómeno?

Se que hoy es harto difícil responder con sutileza estas preguntas. El problema de que no podamos agarrarnos a ninguna hipótesis ‑por convincente que sea‑, es el hecho de que intuimos algo, bien por el contenido de algunos mensajes o por la forma ilógica en que se produce tal fenomenología, sin embargo, no hay base firme; en definitiva: no sabemos nada, sólo intuimos o especulamos.

Algo que sí sabemos de antemano, respecto a la fenomenología paranormal de efectos físicos u objetivos como puede ser la transaudiocomunicación, es que en ocasiones estos fenómenos se producen frente a una oposición de las leyes naturales de la física.

Hipótesis desechadas

Interferencias radiofónicas.

Esta hipótesis aseguraba que los registros paranormales en bandas magnéticas eran debido a incursiones accidentales de ondas radiofónicas que pululan por el espacio aéreo. Esta fue una de las primeras hipótesis que se lanzó. Pero más tarde se eliminó automáticamente. Este es un hecho que puede verificarse en laboratorio sencillamente. La emisión radiofónica puede introducirse en el aparato grabador de dos formas: una, a causa de un mal funcionamiento del sistema electrónico del propio aparato; dos, que el aparato se encuentre cercano a una emisora, a un repetidor, a una torreta eléctrica (que produce interferencias de onda), o que el mismo cable del micrófono (no apantallado) se convierta en antena receptora (hecho que he podido comprobar). Si bien es cierto que en contadas ocasiones y en las primeras experiencias se pueden obtener incursiones de ondas de radio que pueden inducir a confusión, hecho este que debería anular toda la prueba de registro. Respecto a esta particularidad podría contar algunos casos, pero el más singular ocurrió cuando con un grupo de amigos (también estudiantes de estos fenómenos) nos dispusimos a realizar grabaciones al aire libre. Montamos todos los preparativos con minuciosidad y realizamos algunas grabaciones. En una de ellas pudimos comprobar algo asombrados como una suave y bella melodía lejana tocada al piano sonaba durante unos pocos segundos. Comprobamos la existencia de torretas repetidoras y no observamos ninguna, sin embargo no prestamos atención a una torreta eléctrica cercana. Al principio no descartamos que fuese una incursión paranormal. Lo curioso es que meses más tarde pasando el dial en onda corta pude oír una melodía semejante; era una sintonía fija.

Considero que es obligadamente importante para cualquier investigación aprender de los errores que se cometen, con más ímpetu en estos temas al desconocerlos en su mayoría.

Volviendo de lo anecdótico, las incursiones de ondas de radio han dejado de ser hipótesis desde hace ya algún tiempo al poderse comprobar que también se han obtenido incursiones paranormales en el interior de una caja de Faraday. Esta caja tiene la misión de aislar su interior de cualquier onda electromagnética.

Aunque la hipótesis de que las ondas electromagnéticas se ha descartado al obtenerse resultados positivos en la jaula de Faraday, hay que tener presente que no todas las incursiones paranormales se obtienen por esta vía, lo cual hace posible que se obtengan resultados de apariencia paranormal y también de sospechoso origen electromagnético. Esto es una justificación suficiente para que los estudiantes de estos fenómenos nos centremos no en ruidos, voces sueltas o música, sino en el diálogo inteligente, cosa que sería imposible cuando registramos ondas electromagnéticas.

Una forma sencilla, pero útil, de conocer si estamos recibiendo en nuestro aparato interferencias de emisiones radiofónicas es monitorizar primeramente mediante auriculares. Si existen tales interferencias es notable que su audibilidad, aunque sea débil, se hace patente a través de los auriculares.

Hipótesis animista.

La base en la que se fundamenta esta hipótesis es la de que los fenómenos paranormales en general ‑por supuesto, incluyendo las psicofonías‑, son producto del inconsciente humano. Es decir, el ser que origina una fenomenología de estas características en una especial circunstancia psicológica es capaz de producir fenómenos paranormales. De una vez por todas tenemos que convencernos que no siempre somos el centro de todo. En otro tipo de fenomenología es más acertada esta hipótesis, como ocurre con las investigaciones que actualmente se llevan a cabo sobre poltergeist. Pero no podemos aceptar una misma hipótesis para todo. Cada cosa tiene su momento, su lugar, sus características y su función.

A veces el comportamiento humano es intelectualmente absurdo, con sistemas ideológicos casi medievales. Aumentamos en progreso tecnológico y parece que en ciertos momentos no progresamos intelectualmente. En la transaudiocomunicación es incoherente pensar que somos nosotros los que producimos el fenómeno. El investigador español Germán de Argumosa nos habla de una inteligencia paranormal a nivel inconsciente propugnándose contrario a la hipótesis animista:

“Si en ese obrar paranormal el hombre no dirige conscientemente el proceso, ¿cómo inconscientemente pueden darse inteligentes efectos? Porque una causa inteligente que ordena sin consciencia de su actuar es algo verdaderamente absurdo, y si esa conciencia del proceso paranormal no es una experiencia del yo personal, ¿quién, pues, la experimenta?… No obstante, lo que más se puede decir, en rigor científico, pero tampoco se puede decir menos, es que la causa de los fenómenos psicofónicos es extradimensional. Y después de muchos años de investigar en este campo, no descarto la posibilidad de que causas diferentes puedan producir los mismos efectos”.

Evidentemente esto es cierto. Sabemos que podemos obtener registros audibles de diversas fuentes y que pueden aparentar una formación paranormal.

Es curioso como muchos autores que dicen ser investigadores se apoyan en esta idea animista. Algunos incluso creen que formaciones ectoplasmáticas son las que intervienen en el proceso de grabación magnética.

El padre jesuita Oscar González Quevedo es ferviente difusor de que el ser humano es quién produce este fenómeno. En la revista PSI de la Sociedad Española de Parapsicología (número 1 ‑ enero/junio 1975) expuso en una entrevista cuatro tipos diferentes de psicofonías basadas en la hipótesis animista:

“1. Aquellas producidas por medios naturales, normales mediante ventriloquia inconsciente, que en estados especiales, como sonambulismo o trance histérico provocado por una espera prolongada delante del magnetofón podría ocasionar irresponsablemente por el experimentador.

Aquella que tienen una apariencia más parapsicológica, y que podríamos explicar por un automatismo común, esto es, por el propio movimiento de las cuerdas vocales, imperceptible al oido humano, pero que ocasionalmente puede ser registradas por el grabador.

Aquellas propiamente parapsicológicas ocasionadas por la telergía, actuando directamente sobre la cabeza magnética, o alguna otra parte del magnetófono.

Interpretación ectoplasmática o ectoplásmica que postularía la formación de cuerdas vocales, cuyo movimiento determinaría la impresión en la cinta.”

Considero que el Sr. Quevedo se deja en el tintero algunas cosas que, supongo por ser ahora dogma de fe, no difunde por no tener base científica, a pesar de estar comprobado en laboratorio.

Respecto al primer punto que expone González Quevedo, he de decir que existe cierta controversia ‑intuyo por falta de experimentación‑. Por un lado la ventriloquia inconsciente tendría que ser perfectamente audible para que quedase registrado en la banda magnética, a parte de que el experimentador, como dice, tendría que estar en un estado de sonambulismo o trance histérico provocados por una supuesta larga espera, estados que son contrarios en los esquemas de investigación científica. Tendríamos que llevarnos horas sin descansar y totalmente concentrados para que esto suceda. Las experimentaciones psicofónicas aconsejan no grabar durante más de tres minutos. Si una persona cae en algunos de esos estados en este tiempo, creo que no está en condiciones de seguir investigando sobre estos temas, aparte de la urgente visita a un psiquiatra.

También, la posibilidad de que estas voces sean producto de una emanación psicoenergética inconsciente (telergía) está descartada al obtenerse registros mediante un sistema de grabación con temporización aleatoria, sin que el operador conozca el momento en que se produce dicha grabación y sin estar presente en la misma.

Con respecto a la formación ectoplasmática de cuerdas vocales, es también algo que se discutió en su momento. Para que ello suceda debe estar presente una personalidad psíquica con capacidades de formación de fenómenos paranormales de efectos físicos que construya esas supuestas cuerdas vocales. Se ha dicho en multitud de ocasiones que el experimentador en psicofonías no siempre es una persona con potencialidad psi desarrollada, y sin embargo, ahí están las pruebas.

El mismo F. Jürgenson comenta a este respecto:

“Hace algunos años, por parte de los parapsicólogos de planteamiento materialista, los llamados “animistas”, se formuló una ridícula hipótesis, la de que las voces paranormales grabadas podían surgir milagrosamente del subconsciente de los experimentadores. Aún no están en condiciones de explicar que representa exactamente este subconsciente y como lo hace concretamente. Y mucho menos han podido explicar el mágico proceso de la grabación de las voces en la cinta, para no hablar en absoluto del procedimiento electrónico. Esta enloquecida afirmación fue refutada hace ya años por el hecho de que yo, por ejemplo, grabé voces de mujeres, hombres y niños que nunca había visto y además en idiomas que ignoraba.”

Cualquier hipótesis que se exponga en relación con la ventriloquia subliminal o la formación de material ectoplasmático queda definitivamente descartada ya que son claros fenómenos acústicos y estos no se pueden registrar en una campana de vacío al no existir ondas de presión.

Emisiones subsónicas de la voz.

Al parecer otra idea que circuló por el mundo de las psicofonías era que el ser humano podía emitir sonidos a nivel subsónico (hipótesis complementaria a la animista), es decir, no audibles por el oído humano, pero si registrables por el aparato grabador. Esta hipótesis también cayó rápidamente en el oscuro vacío de lo absurdo. Si fuésemos capaces de emitir sonidos a nivel subsónico, la cinta magnética podría registrarlo, pero al hacerlo audible, este sonido continuaría siendo subsónico, por lo que seguiríamos sin oír, aunque exista. Esto es debido a que el umbral de sensibilidad del oido es casi siempre inferior al del órgano de Corti humano. La longitud de onda de los sonidos que forman palabras, al ser emitidos por la laringe humana quedan pues, dentro de los límites de audición del tímpano.En principio, para que la membrana de un micrófono pueda desarrollar alguna tensión debe producirse frente a la misma membrana una vibración acústica de más o menos intensidad.

El simple hecho de que se hayan obtenido registros paranormales sin micrófono descarta la posibilidad de que se trate de una emisión subsónica que sensibilice la membrana microfónica.

Una de las posibilidades que Sinesio Darnell propone para explicar cómo se introducen las voces sin micrófono, “siempre amparándose en las leyes físicas de la electrónica, sería que estas voces transformadas en corriente eléctrica (ondas electromagnéticas), penetren conjuntamente en el cabezal de borrado con la señal de oscilador de premagnetización de la cinta, haciendo servir, tal vez, a esta señal como portadora”, lo cual haría que el cabezal no tuviera funcionalidad alguna, en este caso para introducir un ruido blanco de fondo.

En un estudio realizado por Hans Bender, aparecen una serie de contrahipótesis al respecto de las “inclusiones” de supuesto origen paranormal:

  1. Proyección de un contenido semántico ilusorio en el hablar normal o en casuales “ruidos perturbadores”.
  2. Expresiones vocales no controladas de participantes en la reunión, en forma de cuchicheo inconsciente o de exclamaciones involuntarias.
  3. Fragmentos de emisiones de radio que puedan ser recogidas en ciertas circunstancias por magnetófonos en funcionamiento.
  4. El Principio de Impregnación Ambiental ‑ Los Campos Morfogenéticos

Existe una ideología muy difundida y asimilada por muchas personas de tendencias filosóficas. Esta ideología está basada en el llamado Principio de Impregnación Ambiental (P.I.A.). Este principio considera que todo lo que sucede o se dice en este planeta queda posteriormente registrado en un desconocido campo. En este campo ambiental no existen las coordenadas espacio‑temporales, con lo que se va acercando a las hipótesis más actuales. Los esoteristas tienen plena conciencia de la existencia de este Principio, aunque no lo denominan de la misma manera, sino que es conocido generalmente como “Archivo Akáshico”.

La hipótesis está basada en el fundamento de que el magnetofón recogería voces y sonidos que se produjeron en otros tiempos, las cuales permanecen “grabadas” en los alrededores materiales del lugar de experimentación. Pero pronto fue refutada esta teoría con el argumento de siempre: si existieran estos campos de registros las grabaciones serían siempre aleatorias e incoherentes con las preguntas que se formulan, cosa que no sucede así.

Esta hipótesis sería válida si se pensara que tras este campo de impregnación existiera una inteligencia que conduzca esos mensajes.

El Principio de Impregnación Ambiental es conocido en otros círculos como Campos Morfogenéticos. Esta idea fue desarrollada a principio de los años 80 por Rupert Sheldrake y basada en la teoría de la Casualidad Formativa que explica la aparición recurrente de formas semejantes y patrones de conducta en los mundos animado e inanimado, sin vínculo aparentemente material entre ellos. Según Sheldrake, esta transmisión de información es debida a la acción de lo que llamó Campos Morfogenéticos. Esas entidades tienen una semejanza a los campos de gravedad y electromagnéticos, en este caso, en lugar de transportar energía, transmiten una información morfológica, es decir, una información respecto a una forma y estructura. Según esta hipótesis llevada al laboratorio y comprobada con éxito, basta que una causa concreta o por azar, surja en el mundo un comportamiento morfológico de la materia o de la vida orgánica para que en otras partes en similares características y condiciones, aparezcan idénticos patrones de comportamiento. Esto podría resultar evidente si la transcomunicación en general no tuviese un comportamiento inteligente con respecto a los experimentos.

Desde el punto de vista de la Física Moderna esta teoría no tendría lugar destacado en las investigaciones pues existe una disminución de la intensidad de la onda debida a que parte de la energía de la oscilación es absorbida por la interfase reflectora. Esto es debido a que TODOS los materiales presentan un valor llamado COEFICIENTE DE ABSORCION que se define como la razón de la energía absorbida por el medio a la energía incidente.

Alucinaciones acústicas

Aquí entramos en un tema tendencioso. Es cierto que todos podemos tener en alguna ocasión alucinaciones acústicas, o al menos sonidos que parecen lo que no son (ilusión), pero también es cierto que no todos los que investigan este tema tienen alucinaciones de este tipo, demasiada casualidad ¿no?.

Por lo general, el individuo que sufre de alucinaciones auditivas se limita a escuchar zumbidos o sonidos acúferos (sonidos muy elementales) y que posteriormente en un proceso de interpretación delirante se transformaría en voces, música, etc., con un significado simbólico. Este es el caso de muchos fenómenos supuestamente parapsicológicos que viven muchos espiritistas o místicos, cuando en realidad no es más que un trastorno psicofisiológico esporádico o nosológico.

Binomio aparato‑experimentador

Esta hipótesis es una de las más curiosas que existen, pero también queda descartada por simple eliminación lógica.

A alguien se le ocurrió que podría existir una especie de “conexión” entre el aparato grabador y el experimentador, más concretamente una especie de telergía.El experimentador al realizar una pregunta elaborada conscientemente, tiene ya elaborada inconscientemente la respuesta que queda reflejada posteriormente en la grabación. Al realizar diferentes pruebas se han obtenido como resultados el que con varias grabadoras se han obtenido respuestas diferentes en cada una, algo que no es lógico cuando sólo hay un experimentador. Si realmente existiera esa conexión de las “ondas” cerebrales y varios aparatos se obtendrían registros gemelos en todos y esto no es así.

Lo curioso del hecho es que aún no sabemos que canales de información utiliza la famosa telergía, aunque cada vez reconozcamos más el fenómeno como tal. Por ejemplo, muchas personas saben conducir un automóvil, sin embargo no conocen casi nada de su funcionamiento electro‑mecánico, sus piezas, etc. Esto mismo ocurre con muchos fenómenos de la parapsicología, que los conocemos en parte pero desconocemos su origen, su funcionamiento, etc. La hipótesis animista afirmaba que podría existir una manipulación psicocinética por parte del experimentador hacia el aparato, ahora se pretende que un pensamiento sea reflejado en el aparato (¿digamos una telepatía psicocinética?). Un argumento a favor es que se han obtenido supuestos registros de origen paranormal del pensamiento y formas de hablar del experimentador, no obstante las capacidades de PK se han comprobado en múltiples ocasiones y diferentes pruebas de laboratorio, esta pudo ser una de ellas, lo que no da por sentada la idea de que el fenómeno psicofónico sea exclusivamente un fenómeno de esta índole.

Otro argumento en contra es que, por lógica, al asistir mayor cantidad de personas a un experimento psicofónico mayor será la posibilidad de obtener “registros telepáticos”. Precisamente este fenómeno es calificado como intimista, es decir, cuantos menos experimentadores en una sesión mayor será el resultado.

Conclusión de las hipótesis descartadas

Es evidente que el ser humano tiene la costumbre de que cuando se tropieza con un fenómeno no explicable por la ciencia oficial se inclina a discernir sobre la posible fluctuación de la mente humana con la clásica excusa de que “aún no conocemos todas nuestras posibilidades” con tal de no pensar en un “más allá” o en otras planos de existencia. Es muy sencillo decir que somos nosotros quienes conducimos el automóvil cuando lo vemos desplazarse sin conductor. Es posible que sea nuestra mente, pero también es posible que no lo sea. En una investigación hay que exponer todos los puntos posibles, inclusive los que no aceptemos, ya luego buscaremos las explicaciones razonables de cada uno de ellos. Lo que no podemos hacer es engañarnos a nosotros por no querer reconocer lo que desconocemos.

En la actualidad se descarta la posibilidad de que los registros de transaudiocomunicación se introduzcan en el grabador, en sus circuitos o por vía microfónica. Las investigaciones actuales han obtenido voces dialogantes de forma directa, mediante amplificadores usando un soporte energético concreto de luz o de sonido; posteriormente es grabada la conversación en un magnetofón.

La tecnología actual permite diferenciar con gran eficacia la procedencia de una voz, si esta es de origen desconocido (paranormal) o de origen humano. Esto se realiza gracias a los análisis sonográficos. La voz humana queda registrada con ondas en forma de “peine” reflejadas por los golpes de glotis, mientras que las voces de origen desconocido reflejan una onda plana, es decir, no existen golpes de glotis. Esto hace pensar que se trata de una inteligencia de procedencia desconocida no humana y que necesita ciertos sustratos energéticos y físicos para manifestarse modulando la comunicación de forma inteligente. Esto ha permitido el que se puedan mantener diálogos de interesante duración.

A modo de aclaración, expongo a continuación una síntesis de las hipótesis propuestas que ha sido desechadas, junto a ellas aparece la contrahipótesis que las descartó.

Hipótesis mantenidas

La Hipótesis Trascendente

Es muy complicado aventurarse en la actualidad a dar una explicación convincente del fenómeno que nos ocupa. Esto es debido, como siempre, al hecho de que las hipótesis que se plantearon hace algunos años ya quedan como una anécdota en la investigación de la transcomunicación. Ahora se opta por pensar en un origen totalmente desconocido para nosotros. Se probaron multitud de aparatos, numerosas pruebas de laboratorio y experimentos que hablaron por sí solos, fueron descartando poco a poco todas las hipótesis materialistas para volvernos a quedar con las manos vacías, para enfrentarnos cara a cara y desnudos ante un fenómeno inexplicable. Ahora se vuelve a experimentar con aparatos ‑casi todos de medición‑ más sofisticados y exactos que pueden darnos una ligera idea de su formación y características. Sin embargo, el origen sigue siendo un enigma.

La hipótesis trascendente nos habla de un origen extrahumano. Como siempre ocurre que al hablar de un origen no humano las personas se agarran a denominaciones como “espíritus desencarnados, extraterrestres, seres de otra dimensión”… Es evidente que la tendencia a comprimir lo más posible las ideas es algo existente desde hace muchísimos años, quizá sea necesario, a veces, para una mejor comprensión.

Ya desde que Jürgenson realizara sus primeras experiencias psicofónicas pensó que se trataban de mensajes del más allá, de personas difuntas que deseaban comunicarse con los vivos, le secundó en ello el famoso Raudive. Este investigador estableció una “teoría de relación” con un “mundo opuesto”, intentando con ello dar una explicación espiritista con el apoyo de argumentos de la física. Esta hipótesis relacionista dice: Nada existe más allá del concepto de relación. Yo conozco el mundo porque me sitúo en relación con él. El hombre sólo no existe, sino un ser comunicante en relación permanente con los objetos o con otros hombres. Para Raudive el mundo no podría existir si no tuviese relación con otro mundo, del que se supone cuenta la psicofonía.

Este “otro mundo” es lo que muchos físicos y astrónomos llaman antimateria, curiosamente Raudive obtuvo una voz que dijo: Antimundos existen, otra dijo: Aquí no existe el tiempo. Para Raudive, basado en esta teoría expone que nuestra mente tendría como causa directa la existencia de un antiuniverso, cuando “morimos” pasamos directamente a ese mundo. Sería como una imagen reflejada en un espejo.

Algunos investigadores, respaldados por la ciencia, nos explican que un antiuniverso está en el mundo situado al lado del nuestro y donde el tiempo correría en sentido contrario, lo que haría una comunicación imposible ya que causaría una catástrofe apocalíptica. Claro está que no dejan de ser hipótesis, nada demostrables, por ahora.

Otros, sin embargo, no opinan igual. Leo Ledermann nos dice: “…debemos aceptar la azarosa hipótesis de que el antimundo está poblado de seres inteligentes”, sin saber a que nivel y “que se plantean, con respecto a nuestra existencia en este mundo, problemas similares a los que nosotros tratamos de resolver con respecto al mundo de ellos, el antimundo precisamente.”La idea de que estamos conectando con un mundo paralelo al nuestro es quizás la más debatida ahora, pero la más aceptada, sobre todo con la idea de que se traten de comunicaciones con seres de ese tan rebatido “más allá”. Las informaciones que se reciben en forma de diálogo son declaraciones positivas de la existencia de vida más allá de esta.

Los estudios que se llevan a cabo sobre el fenómeno hablan de un nivel de frecuencias relativo a la información transmitida por estas voces. Algunas de estas voces ignoran que han perdido su envoltura física, así opina Franz Seidl. De la misma manera Robert Crookall que piensa que “la gran mayoría de las comunicaciones nos llegan de las esferas post‑morten mas inferiores en las que se ingresa inmediatamente después de la muerte física.”

Cuando se comenzó a exponer las ideas trascendentalistas del fenómeno enseguida afloró la hipótesis espiritista como principio de las psicofonías. Ahora los experimentos no tienen absolutamente nada que ver con las ideas espiritistas, sino con una directriz marcadamente científica. No obstante, como dato de interés quisiera reproducir unos puntos que D.Germán de Argumosa expuso en una tesis en la revista Telepatía (Madrid, número 1) y que se publicó asimismo en el libro En los confines de la Parapsicología, de J. Roca Muntañola:

“No es posible dejar de considerar la hipótesis espiritista en relación con este fenómeno. En síntesis comparativa, tenemos:

1°. Cabe señalar, como diferencia fundamental, que el “médium” deja de ser exclusivamente una persona interviniendo en un proceso técnico, por lo que, por vez primera, la suposición con el Más Allá, una vez descartada la hipótesis animista, se presenta como un hecho físico que permite científicamente su estudio.

2°. Las voces psicofónicas no están encuadradas en religión alguna.

3°. El contenido teológico de las mismas, con distintos investigadores y el propio de mis experiencias, no puede adscribirse a la dogmática espiritista.

4°. Que se está en relación con el Más Allá no es algo que por principio sea patrimonio de la religión espiritista. También la Iglesia Católica patentiza esa presencia en múltiples hagiografías.

5°. La tipología de los médiums difiere de la de los investigadores. Aquellos se caracterizan, generalmente, por inestabilidad nerviosa y muy mediocre inteligencia, salvo algunas excepciones.

6°. El operador psicofónico nunca se encuentra en estado de trance.

7°. En principio, toda persona puede hacer experiencias. En el espiritismo, el médium no puede ser cualquiera.

Por experiencia exhaustiva, particularmente he llegado al convencimiento, equivocado o no, que es muy posible que voces de entes de otra dimensión, seres autónomos, son grabadas en las cintas de los magnetófonos, gracias a nosotros mismos, en parte gracias a nuestro inconsciente, pues ellos precisan de nuestra energía psicosomática, seguramente telérgica, cuya auténtica potencialidad nos es todavía desconocida.”

CARACTERISTICAS INTERPRETATIVAS DE  LOS REGISTROS PARANORMALES Y METODOLOGIA EXPERIMENTAL

Muchos fenómenos paranormales tienen sus características básicas que se han ido obteniendo mediante la experimentación. En el campo de los registros acústicos paranormales han sido necesarios miles de registros y miles de horas de estudio y análisis, así como decenas de años tras alguna pista. Aún en la actualidad seguimos sin conocer el verdadero origen de estas voces aunque tengamos certezas improbadas de un supuesto origen transhumano.

No obstante, al menos y por todo ese tiempo ocupado si podríamos establecer unos parámetros orientativos que pueden servirnos de guía a la hora de analizar sin tecnicismos una supuesta grabación paranormal.La psicofonía se manifiesta de muchas maneras, con muchos sonidos y formas, en infinitud de lugares diversos y con personas que no reúnen nexos concretos comunes. Es decir, la psicofonía en definitiva es un fenómeno totalmente incongruente y no obedece a leyes conocidas por la ciencia, es realmente difícil de estudiar, precisamente por esos pocos puntos en común entre ellas. Aún así, se intenta, con esos pocos puntos de referencia común, establecer una serie de reflejos que son propios de este fenómeno y que lo diferencia de otros semejantes.

Hay que advertir que el fraude en este tipo de experiencias se da con relativa frecuencia, suponemos que en la mayoría de los casos existe el móvil del protagonismo, pero el buen conocedor de esta fenomenología los diferencia con cierta facilidad.

Frecuencia Acústica y Factores Medioambientales

Dentro de las características psicofónicas existen diversas ideas. Algunas de ellas hacen referencia al hecho de que estas voces prefieren utilizar unas bandas acústicas con una frecuencia muy concreta y que el oido humano casi no puede percibir. Si bien es cierto que no se puede establecer una frecuencia general para todos los investigadores. En los experimentos realizados por diversos investigadores se ha llegado a la conclusión que esas frecuencias que utilizan vienen en ocasiones condicionadas por la altitud geográfica donde se realice la grabación. Aunque este es un dato que queda muy colgado en el aire ya que como cuenta el investigador español Sinesio Darnell el fenómeno psicofónico no tiene relación alguna con los factores medioambientales. Numerosas pruebas realizadas por este estudioso de las psicofonías en relación con ciertas particularidades del ambiente, como pueden ser, presión atmosférica, fases lunares, humedad relativa y absoluta, temperatura, altitud, etc., dan un resultado negativo de la relación psicofonía‑medioambiente, así este fenómeno es clasificado como díscolo, es decir, no se produce por ningún motivo aparente.

Sin embargo, al parecer sí existe algo que tiene relación con la obtención de estos registros y esto es la periodicidad. Al parecer este fenómeno se manifiesta como en “oleadas”, es decir, se produce durante cierto tiempo con cierta asiduidad y luego el fenómeno desaparece para volver a reaparecer más tarde. Según palabras del señor Darnell no se conocen las causas de estas “oleadas”, si bien argumenta que sólo se “han apreciado únicamente en los sistemas clásicos de grabación psicofónica y que las nuevas técnicas de psicofonía dialogante parecen carecer de esta singularidad.”

La actividad psicofónica está integrada en un sistema de “cuestas” y “valles”. La mayor actividad, las cuestas, parecen estar distanciadas por valles, o días de menor actividad, y un hecho  curioso es que las distancias entre “valles” y “cuestas” son similares. No obstante, muchos investigadores aseguran que si se llevara una metodología más estadística del fenómeno, demostraría que siguen existiendo esas cuestas de mayor actividad, pero con una particularidad: que los valles de silencio serían de menor duración.

Sustratos energéticos

Hablar de energía es algo que puede resultar pedante y extenso por la inconsistencia del tema. Sabemos que la electricidad es una forma de energía, las ondas y los movimientos se producen por una fuente energética. Todo es energía e introducirnos en ello sería una mera cuestión filosófica que desbordaría este estudio.

Cuando se habla de psicofonías es difícil no hacer mención de que ellas necesitan para manifestarse de un sustrato energético. Al comienzo de los estudios al no tener muchos conocimientos sobre este fenómeno nadie pudo centrarse en el hecho de que necesitaban energía para manifestarse. Hoy sabemos que pueden realizarlo con cierta facilidad utilizando dos formas de energía como elemento portador y como puente de comunicación: la luz y el sonido.

Con referencia a este aporte de energías, el conocido investigador Ernst Senkowski, comenta al respecto en su obra Instrumentelle Transkommunikation sobre “la dificultad de la formación de estas señales paranormales, entre otras, hace suponer que en nuestro sistema hay poca energía física en la forma adecuada a disposición. La transportabilidad se formaría, por ejemplo, en un espacio silencioso que formaría las palabras a partir de los campos electromagnéticos que siempre existen. También se podría intentar ayudarles aportando energía física. De hecho, el empleo de ‘campos auxiliares’ se ha demostrado frecuentemente positivo, incluso recomendable, aunque no se pueda dar una definición exacta de ‘apropiado’ y ‘óptimo’. La diferencia física entre campos acústicos y electromagnéticos puede entenderse como consecuencia del mundo de los sentidos del hombre, que reduce un horizonte cósmico inabarcable a estrechos recortes perceptibles, que aparecen dentro de las bandas, como ‘luz’ y ‘sonido’ y cuyos datos pueden ser elaborados en el ‘computador’ cerebral. Según esto, se pueden utilizar fundamentalmente campos acústicos y electromagnéticos…”

A este respecto y volviendo a tomar de la mano al señor Darnell, este hace referencia del sustrato energético como que en ocasiones los que investigan estos temas en profundidad han denotado que cuando el ambiente está saturado de murmullos o ligeros sonidos continuados, parece ser que las psicofonías se obtienen más abundantemente, es como si estas voces energéticas utilizan este fondo acústico como sustrato o elemento portador.

Algunos han querido mostrar un poco más ese espíritu místico al comentarnos que se encuentran ante una energía puramente espiritual y que necesita de los seres vivos para manifestarse, no teniendo dificultades ‑la energía‑ para atravesar cuerpos opacos o para manipular el espacio y el tiempo.La idea de que puedan tratarse de energías inteligentes es algo que está muy latente, sobre todo por algunas características que ofrecen algunas experiencias. Hay voces que realmente intentan impedir que se realice una grabación, o bien pueden llegar a contradecir a otras voces que en ese momento se estén manifestando. Esto nos da una idea de que estas voces de origen paranormal tienen autonomía e independencia de actuación.

Manifestaciones de origen desconocido

Dada la multitud de experimentos realizados al respecto, podríamos decir que la transaudiocomunicación ofrece unas características tales que pueden hacernos pensar que estamos ante algo inteligente y que pertenece a un mundo espiritual o dimensional. Estas manifestaciones paranormales suelen identificarse a sí mismas, nos pueden llamar por nuestros nombres y en muchas ocasiones pueden decirnos cosas que no tienen sentido para nosotros, lo que podría dejarnos perplejos e intrigados. Algo de lo que sí podemos estar seguros es que estas voces se originan fuera del experimentador. Esto ha sido demostrado en muchas ocasiones realizando pruebas en el interior de una campana de vacío o en jaulas de Faraday (ausencia de interferencias de radio). Esto significaría que estas voces y sonidos paranormales no son generadas por ningún medio acústico conocido.

Sin embargo, experimentos realizados por Hanna Buschbeck en 1972 con una relación de 41 personas que habían obtenido voces, nos ofrecen unas similitudes básicas junto a unos nuevos descubrimientos. En el informe que realizó afirma que en el experimento número 14 se habían proyectado sus pensamientos en la cinta, en el 34 haber detectado una voz que identificó con la de su lejano nieto, y otra experiencia recogida por el director de una clínica en la que asegura haber escuchado en la cinta las voces de sus pacientes, vivos.

Entonces, estamos ante un hecho discutido, si son voces de seres no vivos ¿porque existen manifestaciones de los vivos, aunque sean inconscientemente? Y si son manifestaciones producidas por nuestras mentes inconscientes o conscientes ¿porqué se manifiestan entonces seres que dicen haber vivido o pertenecen a otros planos dimensionales? Esto nos da una idea de la amplitud del fenómeno que no sólo abarca la posibilidad de transcomunicarse con seres de otros planos de existencia, sino también con los de aquí.

No estamos seguros de la procedencia real y absoluta de estas manifestaciones, si bien podemos asegurar que se trata de algo realmente paranormal. Esto nos lo demuestra una de las características más asombrosas de la transaudiocomunicación. Es lo que se llama GRABACION REFLUENTE. Como bien dice Jürgenson, “sobre la base de nuestras leyes electrónicas y con el correr del tiempo en nuestro mundo tridimensional no debería verificarse en absoluto: en otras palabras, una cosa técnicamente imposible”. En estas grabaciones refluentes, “todos los rumores, los sonidos, la música van en dirección opuesta con excepción del registro grabado, que fluye normalmente del todo, claro y límpido, en sentido opuesto al resto del curso de la grabación.”Parece que lo que origina la grabación paranormal no conoce las leyes físicas de la acústica o son verdaderamente maleables a esas energías.

Otro hecho curioso de estas manifestaciones de origen desconocido es que algunas comunicaciones ofrecen algunos datos técnicos sobre la misma. Veamos un ejemplo ofrecido por Karl W. Goldstein y publicado por la revista Evolución. Se trata de un “diálogo” obtenido por el sistema bicanal, es decir, sonido e imagen captadas de forma simultánea; las preguntas fueron realizadas por el doctor Senkowski:

‑ Pregunta. ¿Es cierto que los contactos son realizados mediante la cooperación de los modelos de orden cerebral del experimentador?

‑ Contestación. “Correcto”

‑ P. ¿Puedes percibir esos modelos?

‑ C. “Soy capaz de influirlos”

‑ P. ¿Es cierto que la comunicación se hace por medio de los impulsos del campo pentadimensional de acuerdo con la teoría del físico Burkhard Heim?

‑ C. “Está en lo cierto. Heim es un genio”

‑ P. ¿Puede decirnos si recibiremos detalles exactos del trabajo de Heim para nuestro trabajo de investigación, dentro de algún tiempo?

‑ C. “¿Cuanto tiempo considera usted razonable?”

‑ P. Durante mi tiempo de vida.

‑ C. “Si… si”

‑ P. El problema consiste en que debo escoger entre un número inmenso de frecuencias, sin saber cuales son las más convenientes.

‑ C. “Ya hablaremos de eso, ahora debemos terminar, debido al agotamiento de la energía”

‑ P. Gracias.

Transcomunicación instrumental e identificación acústica

Este fenómeno de comunicación no sólo, al parecer, es como lo dicho, una comunicación. También se han dado casos en los que se han llegado a combinar las facultades telepáticas de los propios investigadores humanos con interacciones psicofísicas entre mente y materia, es decir, desde fenómenos de PES (Percepción Extrasensorial) hasta los conocidos fenómenos de PC (Psicocinesia), todo ello mediante el uso de medios técnicos.

Así por este medio instrumental los “transinterlocutores” han comunicado que tienen que utilizar una forma de lenguaje infantil y proyectar las imágenes de forma sencilla y que podamos reconocer. De esta manera deberíamos evitar la imprudencia de ofrecer una interpretación fantasiosa a esos mensajes.

Por otro lado, un factor a tener en cuenta a la hora de poder identificar las voces y sonidos de origen paranormal es su sonido especial y característico. Sonidos que, evidentemente, solo aquellos que han dedicado muchas horas al estudio de la transcomunicación y que han sensibilizado su oido pueden ver estas diferencias con suma facilidad y claridad.

Estas características sonoras se refieren al tono y timbre que se denotan en las voces. Algunos apuntan un tono inconfundible, como metálico y hueco, con un ritmo y rapidez peculiar y con cierta musicalidad en las frases o palabras.

En cuanto se refiere a la fonética, las palabras registradas presentan a veces una distorsión en mayor o menor grado, algunas más agudas y otras más graves, así como pueden llegarse a grabar a distintas velocidades unas de otras. Ello no hace fácil entenderlas. Otro factor a tener en cuenta es que en ocasiones las construcciones gramaticales son igualmente distintas y llegando a producirse errores de sintaxis. Por lo general, las voces suelen ser muy suaves.

Factores característicos de las grabaciones paranormales

LA GRABACION Y EL LUGAR

  • El registro puede realizarse en una cinta magnetofónica y en otra no cuando se experimenta con dos grabadores gemelos.
  • Pueden grabarse mensajes distintos y distintos tipos de voz y escalas utilizando al mismo tiempo dos o más aparatos grabadores gemelos.
  • Las voces pueden modificarse o eliminarse una vez grabadas.
  • Las voces tienen preferencias por el medio de interfrecuencia radiofónica.
  • Pueden registrarse fenómenos de grabación en cajas de Faraday y en campanas de vacío, así como en cámaras insonorizadas.
  • No hay especial incremento del fenómeno en función del lugar de experimentación. Aunque sí el tipo de registro según el lugar.
  • Existen transmisiones directas más bien largas y que pueden llegar a durar hasta media hora y que parecen provenir de una especie de vehículo llamado nave.
  • Pueden obtenerse resultados positivos con o sin la presencia del o de los experimentadores.
  • Se obtienen registros paranormales independientemente de los aparatos, calidad, tipo o número.
  • Todas las voces, músicas y sonidos de origen paranormal grabadas en cinta magnética sólo pueden ser oídos después de la grabación, a excepción de la utilización de las modernas técnicas basadas en la escucha directa de dichos fenómenos.

LAS VOCES Y SONIDOS

  • Las voces pueden, a veces, mostrarse broncas y desagradables, pero en otras puede comprobarse una tonalidad musical y difícil de olvidar.
  • En la mayoría de los registros obtenidos se ha observado que la voz psicofónica se manifiesta tras una especie de chasquido.
  • La psicofonía espontánea se caracteriza por golpes, sonidos y voces con palabras y frases muy cortas. Mensajes rápidos tipo telegrama.
  • Se pueden dar casos de voces que tienen dificultad de pronunciación o error gramatical.
  • Algunas voces reconocen íntimamente al experimentador. Otras, sin embargo, no tienen conocimiento del experimentador.
  • Se han observado fonemas de niños, adolescentes y adultos; femeninos y masculinos.
  • Se pueden registrar una especie de sonidos secos y sordos, como pequeños golpes de aire en el micrófono. Esto puede ser debido a la dilatación de la membrana del propio micrófono.
  • Algunas voces pueden responder a preguntas formuladas por el experimentador, tanto a nivel físico como mental (telepatía). Algunas veces las respuestas se adelantan a las preguntas.
  • En los casos de voces dialogantes, éstas pueden dar indicaciones de como mejorar técnicamente las comunicaciones. Al parecer cada experimentador tiene unas características técnicas propias y personales.
  • Las voces parecen tener preferencias propias.
  • Las voces pueden manifestarse en distintos idiomas (políglotas), aunque generalmente lo hace en el idioma propio del experimentador.
  • Algunos mensajes ofrecen datos del pasado, del presente e incluso de sucesos futuros.
  • Muchos mensajes se refieren a acontecimientos simples y cotidianos y generalmente no hacen predicaciones morales ni filosóficas. No suelen dar consejos de forma imperativa o condiciones autoritarias sobre las conductas. Tampoco hacen referencias religiosas ni ideológicas.
  • Las comunicaciones pueden aparentar las llamadas de amigos, parientes y conocidos a nivel íntimo y personal. Estas comunicaciones pueden consistir en saludos, breves discursos, augurios, alientos y observaciones graciosas. Suelen ser de índole muy positiva. Una variante es que pueden ofrecer datos sobre el entorno geográfico y detalles de los experimentos.
  • En ocasiones, algunas voces prefieren permanecer anónimas o bajo un seudónimo.
  • Se ha observado que las voces se manifiestan bajo un ahorro energético, que las hace entrecortadas y rápidas.
  • Muchas voces pueden manifestarse como seres ya fallecidos. Otras como seres que no pertenecen ni han pertenecido a este mundo.
  • Los registros de voces pueden ir desde un simple sonido gutural, hasta una frase completa e incluso un diálogo no muy largo. Pueden abundar los neologismos.
  • Es posible grabar voces sin sentido e incluso idiomas no comprensibles para los humanos. En otras se pueden dar palabras y frases en sentido inverso (grabaciones refluentes).
  • Pueden llegar a burlarse de los experimentadores, incluso algunas de las voces pueden contradecir a otras o amenazarlas.

Tipos de voces

Gracias a la cantidad enorme de experimentos realizados se han podido clasificar las voces en cuatro grupos diferenciados:

  • VOCES ACOMPAÑANTES. Se pueden oír en cualquier punto o lugar en que practiquemos.
  • VOCES “IN SITU”. Son voces que se pueden oír en lugares determinados y sólo en ellos pueden ser grabadas.
  • VOCES ESPORADICAS. Son voces que aparecen en escasas ocasiones, una o dos, y no vuelven a registrarse ya más. Suelen hacer alguna referencia muy concreta.
  • VOCES INTERRELACIONADAS. Son las menos frecuentes y no parecen tener relación con el experimentador. Son varias voces que se comunican entre ellas, haciendo en ocasiones referencias al lugar o al experimentador, pero sin llegar a dialogar con el mismo.

Clasificación de resultados

A continuación expondré una clasificación general donde podremos encuadrar los registros paranormales en función de los resultados obtenidos, pero antes quisiera dejar claro que no todos los resultados pueden encasillarse en estas tablas ya que, al ser un fenómeno díscolo, no podemos prever esos resultados. Si al menos podemos utilizarlo como guía de referencia.

TIPOS DE SONIDOS REALES Y DE ORIGEN DESCONOCIDO. IDENTIFICACION EN LA EXPERIMENTACION DE PSICOFONIAS ESPONTANEAS.

  • Identificables. Estos pueden ser de tres tipos:
  • Naturales: Producidos por agentes naturales. Seres vivos y efectos medioambientales (viento, agua, tormentas, animales, etc.)
  • Artificiales: Producidos por agentes artificiales. Ruidos mecánicos, eléctricos o similares.
  • Accidentales naturales y/o artificiales: Son los producidos por distintos accidentes. Roturas, quiebras, roces, caídas y golpes diversos, etc.

No identificables. Sonidos y ruidos diversos que no pueden identificarse por comparación o análisis. Sólo podemos tener una idea por aproximación o parentesco.

  • De supuesto natural
  • De supuesto artificial
  • De supuesto accidental

Sonidos de origen desconocido (paranormales). Son aquellos que han sido registrados en la cinta magnética y no han sido oídos de forma natural.

  • Sonidos y ruidos diversos. No voces.
  • Naturales
  • Artificiales
  • Accidentales
  • Voces con un contexto inteligible.
  • Infantiles
  • Femeninas
  • Masculinas
  • Voces con un contexto ininteligible.
  • Infantiles
  • Femeninas
  • Masculinas

Con respecto a las voces hay que decir que podemos obtener cuatro tipo de resultados:

  1. Respuestas esporádicas
  2. Preguntas esporádicas
  3. Afirmaciones
  4. Formulaciones no acordes

METODOS DE EXPERIMENTACION Y POSIBLES RESULTADOS EN CONSECUENCIA

A continuación expondré diversos modos de experimentación, algunos de ellos no son más que variantes de otros, pero pueden aportarnos ventajas o desventajas según los resultados que busquemos.

Experimentación de campo. Al aire libre.

  1. Con micrófono interno
  2. Con micrófono externo
  3. Mediante frecuencias de radio
  4. Otras técnicas.
  1. Experimentación de laboratorio. En interior.
  2. Con micrófono interno
  3. Con micrófono externo
  4. Mediante frecuencias de radio y/o generadores de onda portadora
  5. Campanas de vacío, cajas de insonorización o de Faraday
  6. Otras técnicas

Posibles resultados en el apartado A.1  (Al aire libre con micrófono interno)

  • sonidos medioambientales
  • voces viajeras (cercanas)
  • sonidos mecánicos o artificiales
  • sonidos accidentales
  • sonidos de origen desconocido (paranormales)

Posibles resultados en el apartado A.2  (Al aire libre con micrófono externo)

  • sonidos medioambientales
  • voces viajeras (cercanas)
  • interferencias electromagnéticas e incursión de ondas hertzianas
  • sonidos accidentales
  • sonidos de origen desconocido

Posibles resultados en el apartado A.3 y B.3 (al aire libre mediante frecuencias de radio)

  • interferencias de radiofrecuencia
  • sonidos de origen desconocido (paranormales)

Posibles resultados en el apartado B.1 (en interior o laboratorio con micrófono interno)

  • sonidos medioambientales
  • voces cercanas (no viajeras)
  • sonidos mecánicos
  • sonidos accidentales
  • sonidos de origen desconocido

Posibles resultados en el apartado B.2 (en interior o laboratorio con micrófono externo)

  • sonidos medioambientales
  • voces cercanas no viajeras
  • interferencias débiles o disminuidas
  • sonidos accidentales
  • sonidos de origen desconocido

Posibles resultados en el apartado B.4 (campana de vacío o aislamiento acústico)

  • Interferencias electromagnéticas (en caso de no utilizar caja de Faraday)
  • sonidos accidentales muy debilitados
  • sonidos de origen desconocido

En las modalidades de otras técnicas pueden realizarse registros con micrófonos introducidos en botellas que contengan una sustancia de alta viscosidad con lo que reduciríamos los defectos acústicos de resonancia, eco, reverberación, etc. así como la disminución general de sonidos ambientales.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

Estudio explora si los muertos pueden comunicarse a través de dispositivos electrónicos.

El Dr. Imants Barušs en la Universidad de Western Ontario en London, Canadá, ha realizado dos estudios que tratan de verificar los informes de que las personas fallecidas se han comunicado a la vida a través de dispositivos electrónicos.

En el primer estudio, que fue capaz de reproducir este fenómeno en un sentido débil, dijo, pero no muy fuerte. Este estudio fue publicado en la revista Journal of Scientific Exploration en 2001 y se detalla en el artículo de La Gran Época “fascinante estudio de las llamadas telefónicas de los Muertos ‘Supuestos Fenómenos: Algunos confirmdos” Él y su equipo registró la estática entre las estaciones de radio en circunstancias controladas y mientras hablaba con cualquier espíritu que a su alrededor; escucharon lo que podría ser interpretado como algunas palabras o frases en las grabaciones. Sus resultados dieron a entender que el llamado “fenómeno de voz electrónica” (EVP) puede existir, pero los resultados no fue lo suficientemente anómalo para ser considerado una réplica en un sentido fuerte.

Su segundo estudio, publicado en 2007, trató de abordar algunas debilidades de la primera. En lugar de utilizar la estática entre las estaciones, lo que era más abierto a la interpretación por parte del oyente, utilizó programas informáticos que generen aleatoriamente letras y palabras enteras para ver si aparecían frases anómalas. Si los investigadores vieron un patrón o tendencia que se desvió muy lejos de lo que cabría esperar para aparecer por casualidad, podría indicar que un espíritu estaba influyendo en la máquina para transmitir un mensaje.

Él utilizó simultáneamente una EVPmaker, un dispositivo que corta archivos de sonido y los vuelve a ensamblar aleatoriamente. La idea era ver si había alguna superposición entre el generador de palabras al azar y la EVPmaker que podría hacer un caso fuerte para espíritus intentando comunicar un mensaje en particular.

Los resultados se mezclaron, con al menos una cadena importante de palabras que aparecen, pero no una gran cantidad de señales anómalas. El resultado más significativo fue encontrado en el uso de otro programa informático, que genera aleatoriamente la palabra “sí” o la palabra “no”. Los investigadores pidieron a 11 verificables preguntas sí-no, nueve de las cuales fueron contestadas correctamente por el generador al azar.

Las dos preguntas que se respondieron incorrectamente fueron un poco abiertas a la interpretación. Se respondió incorrectamente a la pregunta, “¿Vivimos en Londres?” Se dijo “no”, cuando el equipo vivió en Londres, Ontario, Canadá. Barušs señala, sin embargo, que la cuestión podría ser mal interpretada para referirse a la más famosa de Londres, Inglaterra. También se preguntó si uno de los asistentes de investigación tenían cinco “hijos.” Es contestado “sí.” De hecho, el asistente tenía tres hijos y dos perros. Barušs señaló que, si un ser influyó en el sí al azar / no generador, puede haber considerado los perros de alguna manera entre los “niños”.

De cualquier manera, el resultado de 9 respuestas correctas de 11 preguntas fue considerado por Barušs como un “evento estadísticamente raro.” El programa tuvo la oportunidad de un 4,2 por ciento de la obtención de este resultado.

Gran parte de la grabación y la salida por los generadores aleatorios no son de otra manera una fuerte indicación de que los espíritus pueden haber estado tratando de comunicarse. Barušs hizo, sin embargo, resaltar algunos otros eventos de interés.

Una mujer que se considera que es un medio o médium se utilizó en el experimento. La idea era que ella podría ser capaz de detectar cualquier espíritu tratando de comunicarse a través de los dispositivos, y ella podría así dar a los investigadores consejos sobre cómo ajustar los experimentos para el éxito.

Durante una de las sesiones, los investigadores plantearon la pregunta, “¿Qué necesitamos saber que no entendemos acerca de esto?” La médium inmediatamente oyó el EVPmaker producir la palabra “oportunidad”. El generador de palabras al azar se había activado a al mismo tiempo exacto y produjo la frase “en la oportunidad aguda son era sí nombre.” Barušs y otro asistente de investigación actual no escucharon la palabra “oportunidad” de inmediato, pero sí lo oyeron cuando reprodujeron la cinta.

Durante otra sesión, los investigadores plantearon la pregunta, “¿Qué quieres que hagamos para que esto funcione mejor?” La respuesta producida por el generador de frases al azar fue “Nos dimensión ITC afortunados cuando continuamos irreparable.” Baruss y el equipo se preguntó si la palabra “seguir” indicó que deben seguir. Ellos activan el generador de palabra otra vez, la producción de la frase fue “adquirir cifra luz personas siguen lógicas.” La palabra “seguir” se repitió.

La médium dijo que entendía que era una hazaña difícil para los muertos lograr un impacto en dispositivos electrónicos y que pocos podrían hacer el intento. Ella dijo que recibió algunos mensajes de investigadores fallecidos, incluidos colegas de Barušs que “disertaron sobre cuánticos interacciones mente / materia teóricos en lo que parecía ser mucho el mismo estilo que cuando él estaba vivo”, escribió Barušs. Barušs y la médium intentaron meditar antes de las pruebas, según lo sugerido por un espíritu a través del medio.

“A medida que experimentamos con estas estrategias especulativas, la médium y yo sentimos que entramos en una zona de incertidumbre que era contraria a la claridad necesaria de la investigación científica”, escribió Barušs. “Sin embargo, pensamos que tal incertidumbre puede ser necesaria, por lo menos por un tiempo, si a estos fenómenos se les da la oportunidad de desarrollarse de manera que sean capaces de manifestar en una forma medible.”

Él continuó: “Por ejemplo, durante el undécimo período de sesiones, decidimos no probar el sí / no generador ya que nos llevaría fuera del reino de la ambigüedad. No fue sino hasta la sesión de los días 25 y último que deliberadamente evaluó la salida de los sí / no generados con una serie de preguntas a las que podríamos conocer las respuestas “.

Otra posibilidad que debe considerarse, dijo, es que las mentes de los investigadores pueden haber influido en los dispositivos. Pruebas en el Princeton Engineering Anomalías Research Lab (PEAR) en la Universidad de Princeton ha demostrado que la mente puede afectar físicamente los dispositivos electrónicos.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com

Fantasmas y Aparecidos.

La ciencia tiene un punto de vista lapidario sobre este asunto. ¡Los fantasmas no existen! Afirman golpeando la mesa.

Bueno, la ciencia no es la Verdad, la ciencia es uno de los caminos del hombre hacia el conocimiento. A veces no siempre es un camino correcto y hay que desandar lo andado para regresar a la senda real. Cuantas veces la ciencia a negado realidades por el mero echo que atacaban y destruían teorías centenarias. Recordemos a Miguel Servec, Giordano Bruno, Galileo Galilei, Marie Cure etc. Herejes de la ciencia que abrieron nuevas sendas a la realidad.

En 1882 la Sociedad de Investigación Psíquica de Londres realizó un censo de alucinaciones, una encuesta realizada con método científico donde se preguntaba al encuestado si había tenido encuentros con fantasmas. La encuesta, realizada por doctores y científicos, encontró que el 10% de los encuestados había tenido alguna experiencia de esta naturaleza. Si hoy realizáramos una encuesta parecida nos sorprendería el número de personas que reconocerían haber experimentado una visión fantasmal. Esta realidad estadística necesitaba una explicación.

Seamos sinceros, con todo el peso de la ciencia en una mano seguimos negando que el ser humano sea un simple accidente bioquímico. Conozco a numerosos científicos, hombres de lógica y razón que no tienen escrúpulos en reconocer la existencia del alma en el ser humano. Este es uno de los grandes pilares con lo que se ha construido la Historia de la Filosofía, es decir la dicotomía espíritu y materia de cuya síntesis intuimos la Verdad Real. No es este el momento para adentrarnos en este delicioso vericueto, pero nos sirve como trampolín para abordar sin prejuicios el tema de hoy.

A finales del s.XIX algunos científicos reconocieron la realidad del fenómeno de la fantasmogenesis e intentaron encontrar una explicación “natural”. Apuntaron que las apariciones podían ser el resultado de un acto telepático. La mente estaría tras estas apariciones. El primero que apuntó esta solución fue Edmund Gurney, uno de los miembros que participaron en el famoso censo de alucinaciones. Esta explicación “científica” adolece de tomar un agente (la telepatía) que aun no es reconocida científicamente como real. Este era un callejón sin salida.

El gran investigador Frederick Meyers afirmaba que los fantasmas se hallaban más allá del espacio, en un lugar donde nuestras leyes físicas no son aplicables. La materia se encuentra separada del espacio y del tiempo. Para Meyers los fantasmas no son realidades materiales sino psíquicas. Obsérvese que los científicos habían empezado a polemizar no sobre la existencia o no de los fantasmas, sino sobre su naturaleza. Hombres y mujeres con la cabeza muy bien amueblada dedicaron parte de sus vidas a estudiar este fenómeno. La literatura sobre fantasmas es abrumadoramente extensa y numerosa.

Los fantasmas no son necesariamente la aparición desencarnada de los muertos. Esto a muchos resultará sorprendente. Lo cierto es que son frecuentes las apariciones fantasmales de vivos. Reciben el nombre de bilocación o desdoblamiento y hay en la historia recogidos muchos casos. Uno de los más conocidos es el del poeta alemán Goethe, que dejó por escrito haberse visto a si mismo paseando en un caballo. La Iglesia recoge en sus anales vaticanos muchos sucesos de esta naturaleza. Así San Antonio de Papua ofició en dos iglesias distintas a la misma hora en 1226. Alfonso Maria de Liborio estuvo presente en la muerte y velatorio del Papa Clemente XIV, al mismo tiempo ¡se encontraba recluido en una cárcel en Arrezó! La lista de bilocaciones es muy extensa, interesante es el caso del pensionado de señoritas de Neuwelke acontecido en 1845, o el extraño caso de Meter Pardal registrado y corroborado por el arzobispo de Upsala en 1850.

La historia de la fantasmogenesis es un jardín sombrío, pero donde abundan extrañas y exóticas flores. Hay algunas que resultan especialmente evocadoras. Así el fantasma de Ana Bolena recorre las estancias de la Torre de Londres atrapada en aquellos sucesos trágicos y violentos. Las personas que poseen la capacidad de la psicometría saben de que hablo.

Fermín Castro.

FUENTE: http://www.laentradasecreta.com