Archivos Mensuales: marzo 2011
CONEXION PARANORMAL EN MORELIA
CICLO DE CONFERENCIAS – ESFERA AZUL – 2011 – Marzo.Elementales y Cryptozoología.
Conferencistas invitados:
Hernán Bado (Argentina – México).
FECHA: Sábado 26 de Marzo 2011.
HORA: 4 de la tarde.
LUGAR: Nicolás Bravo #171 Colonia Centro, Morelia, México.Entrada Libre – N.R.D.A.
Transmisión en vivo a través de TV internet por nuestro sitio oficial: http://www.laesferaazul.com.mxOrganizado por: Grupo LA ESFERA AZUL.
El inicio de ciclos de conferencias mensuales de investigación de misterios con total objetividad y seriedad, en eventos únicos en su género, de la mano de los mejores y más reconocidos investigadores nacionales e internacionales de misterios.
“LA INCREIBLE FOTOGRAFIA DE UN “ANIMA”
“LA INCREIBLE FOTOGRAFIA DE UN “ANIMA” DE MAGDALENA YODOCONO”
Por: Roberto S. Contreras Esparza
Patlazlahuaca antiguamente, se encontraba en lo alto del cerro y se dice que por epidemias se cambio a las faldas del mismo, en 1735 fecha en donde se empezó a llamar Yodocono, que en mixteco se traduce como llano-hondo yodo “llano” y cono “hondo”, por estar el pueblo ubicado en medio de los cerros que lo circunvecina, se sitúa dentro de lo que se conoce como el nudo mixteco o Sierra Madre Occidental, esto pertenece al distrito de Nochixtlan en donde se habla el idioma mixteco.
UNA INTERESANTE ENTREVISTA
R. S. C.: ¿Cuál es tu nombre y de donde eres?
O. H.: Carlos Octavio Hernández Jiménez, de México, D. F., pero mis papas son de Oaxaca, Yodocono.
R. S. C.: ¿Que fue lo que te sucedió?
O. H.: Fuimos a la fiesta de unas primas en el pueblo de Magdalena Yodocono que es el lugar en donde se celebro la fiesta, en este lugar existe la leyenda de que en las noches aparece una imagen blanca como si fuese una monja, esta es una leyenda que todos saben ahí. Esa noche mi hermano, mi sobrino y mi hijo no quisieron ir a la comida y salieron a recorrer el pueblo y se pusieron a tomar algunas fotografías; a esa hora (como a las 8 a 8 y media de la noche aproximadamente) ya no pasa mucha gente por el lugar de la iglesia en donde tomaron las fotos.
R. S. C.: ¿Esto cuando fue y a que hora sucedió esto?
O. H.: El primero de enero del 2006. La primera fotografía en donde aparece la imagen, fue a las ocho veinticinco e inmediatamente tomaron una segunda fotografía a las ocho veintiséis, pero ya habían hecho más tomas antes y después.
R. S. C.: ¿Qué fue lo que fotografiaron?
O. H.: Tomaron varias imágenes de la iglesia y al siguiente día que estaban revisando las fotografías que se tomaron se dieron cuenta de esa rara imagen que salio en las fotos.
R. S. C.: ¿Ellos no se dieron cuenta de la imagen?
O. H.: No, porque si no hubiesen sacado mas fotografías de eso que aparece ahí, para ver hasta donde se desaparece la silueta, esa imagen.
GENTE DEL PUEBLO LA CONOCE COMO
“LA PENA O LA BANDOLERA”R. S. C.: ¿Dices que la leyenda en el pueblo de esta “Anima” siempre ha existido?
O. H.: Sí, inclusive mi abuelo ya fallecido nos contaba que en las noches a el se le aparecía en su recamara, recuerdo que yo le preguntaba el porque dormía con un machete en su cabecera y el decía que era para espantar a esta anima; decía que diciéndole groserías y haciéndole señas con el machete lo dejaba en paz.
R. S. C.: ¿Se le conoce por algún nombre a esta ánima?
O. H.: Sí, allá en el pueblo se le conoce por “La Pena” y también le llaman “La Bandolera”.
R. S. C.: ¿La gente del pueblo ya ha tenido contacto con ella?
O. H.: Sí mucha gente ya la ha visto y hay muchas narraciones de los encuentros con ella.
R. S. C.: ¿Crees que sea la misma ánima que aparece en la fotografía?
O. H.: Yo creo que sí, porque el día que estábamos viendo las fotografías, estaba un tío en la casa y se la enseñamos y dijo que si era la imagen blanca que se aparece; según cuentan en el pueblo que cuando una persona va sola los hipnotiza y se los lleva rumbo al monte y al siguiente día aparecen tirados sin zapatos y sin calcetines como si estuviesen tomados y no se acuerdan de nada solo de que vieron una imagen blanca.
R. S. C.: ¿Qué comentarios te han hecho tus familiares o a quienes les has enseñado la fotografía de esta “Anima”?
O. H.: Mi familia me comento que si sabían que este espíritu se aparecía y algunos panelistas del programa de “La mesa de Adame” a quines les mostré la imagen, no me creyeron porque se percataron de que esta anima al parecer hace sombra y no entendemos el porque si se supone que es un fantasma.
NO HAY REGLAS DEL COMPORTAMIENTO DE UN FANTASMA
R. S. C.: ¿Qué fue lo que te llevo a ir a enseñarla a ese programa?
O. H.: Básicamente que conocieran el caso y lo tomaran en cuenta ya que yo antes no creía en estas cosas; además a partir de que yo tenia las fotos en mi casa, empezaron a suceder cosas raras como el que se cayeran las cosas sin motivo aparente y del lugar en donde guardamos la ropa también se caía.
R. S. C.: ¿Alguien más ha visto a esta entidad?
O. H.: Si, sobre esta alma o espíritu, recuerdo que también mi papa tuvo una experiencia cuando iba caminando cerca del río que esta allá en el pueblo el cual divide a la loma y al centro del pueblo; comenta que vio a una señora arreando a unos puercos como a las once de la noche, la saludo y ella le respondió pero se le hizo extraño que una señora grande a esas horas estuviese haciendo eso y se le ocurrió voltear y ya no había nada; se desapareció la viejita con los animales.
R. S. C.: Muchas gracias por tu información.
BABA YAGA
Baba Yagá es vieja, huesuda y arrugada, con la nariz azul y los dientes de acero y posee una pierna normal y una de hueso por lo que a menudo se le da el apelativo de «Baba Yagá Pata de Hueso». Estas dos piernas representan al mundo de los vivos y el mundo de los muertos en los cuales ella deambula. Baba Yagá es un ser perverso y cruel, pero no totalmente malvado; come personas, generalmente niños. Sus dientes le permiten romper huesos y desgarrar la carne con facilidad. A pesar de que Baba Yagá consume diariamente grandes cantidades de carne, ella siempre tiene ese aspecto delgado y huesudo. Baba Yagá vuela montada en un almirez (a veces una olla) y rema el aire con una escoba plateada. Baba Yagá no permite que ninguna persona «bendecida» permanezca dentro de su propiedad, siempre y cuando Baba Yagá sepa que la persona tiene una bendición.
Baba Yaga era la antigua diosa eslava de la tierra, antes de que los dioses rusos ascendieran al poder; sin embargo, Baba Yaga, distaba mucho de ser una diosa benévola, y usaba su poder para afligir a los mortales con penurias y hambre. Poco a poco fue degenerando hasta convertirse en la diosa del inframundo, que instaló su base en una cueva desde donde mantenía contacto con dicho mundo y poco a poco las cercanías se inundaron de un hedor insoportable. Se le considera abuela de Chert, el diablo ruso, y Koshchei, el dios de la desgracia. Poco a poco Baba Yaga se fue apartando del mundo y de los demás dioses, únicamente mantenía contacto con un grupo de mujeres, conocidas como hijas de «Baba Yaga»
Vive en una choza que se levanta sobre dos enormes patas de gallina que le sirven para desplazarse por toda Rusia. La valla de su choza esta adornada con cráneos, en cuyo interior coloca velas. La idea de una casa con patas de gallina podría derivar de las cabañas de ciertos pueblos finoúgricos, que las construían de esta manera para protegerse de los animales. Para entrar en la casa, Baba Yagá dice el conjuro «Casita Casita, da la espalda al bosque y voltea hacia mí». El interior de la choza siempre está llena de carne y de vino. También es resguardada por los sirvientes invisibles de Baba Yagá, los cuales aparecen como manos espectrales. Baba Yagá también tiene a su servicio a los caballeros blancos, rojo y negro, los cuales controlan el día, el atardecer y la noche.
LA BRUJA DE MONTERREY (Nota de Corporación Phantom).
Nos atreveriamos a mencionar que dicha descripción de la famosa bruja rusa «BABA YAGÁ» tiene cierto parecido con la «bruja» grabada en la Ciudad de Monterrey en México, vuela de forma similar en algo que parece una olla , pero esto se lo dejamos a su consideración amable lector e internauta, nosotros no lo podemos asegurar.
Manitu
(EL GRAN ESPIRITU)
Manitu (o Gitchi Manitou, Gitchie Manitou, Gitchee Manitou, Kitche Manitou; Gichi-manidoo, en la cultura tradicional algonquina, es el Gran Espíritu, el Creador de todas las cosas y el Dador de Vida. «Manitu» es una palabra algonquina que significa «espíritu», y «Gitche Manitou» significa «Gran Espíritu». Su significado real es más cercano a «Gran Conexión». Los exploradores franceses traducían el término como «Gran Manitou».
El nombre de la provincia de Manitoba, o Manitou-abah, en Canadá, está relacionado con esta palabra algonquina u Ojibway. Existe una historia que dice que es aquí donde reside el Gran Espíritu, y que aquí fueron colocados los primeros humanos. El granito de tres mil millones de años de antigüedad del área del Parque pudo tener un gran significado para las antiguas poblaciones de la zona. El parque recibe el nombre por las conchas marinas blancas usadas en las ceremonias Midewiwin (prácticas de chamanismo), con las cuales se comerciaba en Norteamérica. Los rollos de corteza de abedul recogen parte de la historia de las migraciones Ojibway, descubridores de estas conchas sagradas, usadas en ceremonias en honor y agradecimiento al Creador, a lo largo de la región de los Grandes Lagos.
Además de los Algonquinos, Gitche Manitu era conocido por otras tribus. Existen, incluso, referencias al Gran Manitu en los Cheyenne y los Sioux Oglala (son de notar las recolecciones de Black Elk), que indican que la creencia en esta deidad se extendía por las Grandes Llanuras y posiblemente por todo el gran grupo de Pueblos Algonquinos.
Gitche Manitou es a menudo tratado en dichas culturas de manera análoga al Dios cristiano. Cuando los primeros misioneros cristianos predicaron el Evangelio a los Algonquinos, absorbieron a Gitche Manitou como un nombre de Dios mediante el proceso de sincretismo. Esto se puede ver, por ejemplo, en la letra del «Huron Carol» (un himno navideño). Otros nombres de Dios incorporados por el sincretismo son Gizhe-manidoo («Misericordioso Manidoo»), Wenizhishid-manidoo («Justo Manidoo») y Gichi-ojichaag («Gran Espíritu»). Aunque Gichi-manidoo y Gichi-ojichaag significan «Gran Espíritu», Gichi-manidoo lleva la idea de una mayor conexión espiritual, mientras que Gichi-ojichaag se refiere a la conectividad individual del alma al Gichi-manidoo. Consecuentemente, los misioneros cristianos a menudo usaban el término Gichi-ojichaag para referirse a la idea cristiana del Espíritu Santo.
El término Manitu se refiere al concepto de un aspecto de la interconexión y equilibrio de la naturaleza/vida, similar al concepto del Este Asiático del Qi; en términos más simples se puede referir a un espíritu. El espíritu es visto como un concepto, pero también como una persona con la que contactar. Todo tiene su propio Manitu—cada planta, cada piedra e incluso cada máquina. En las tradiciones chamanísticas los Manitus (o Manidoog o Manidoowag) están conectados para conseguir un efecto deseado, como las plantas Manitus para curar o el búfalo Manitu para una buena caza. En la tradición Anishinaabe Manitoowag son un aspecto de la Gran Conexión.
Términos relacionados usados por los Anishinaabeg son Manodoowish para animal pequeño Manidoowag y Manidoons para insectos… ambos términos con el significado de «Pequeño Espíritu».
Estos Manitus no existen con una jerarquía parecida a la de los dioses europeos, pero son más semejantes a una parte del cuerpo interactuando con otra y el espíritu de todo, a saber el colectivo es llamado Gitche Manitou.
Se dice que la Isla Manitoulin, en el Lago Hurón es el hogar del Gitche Manitu. Manitowish Waters y Manitowoc, Wisconsin, fueron también considerados como un lugar espiritual para encontrar la presencia de Gitche Manitu, debido a que los ríos Manitowish y Manitowoc son campos de desove de peces, en los cuales se juntan la vida y la muerte.
Manitú, es un término genérico entre Indios que designa al espíritu que un chamán o hechicero es capaz de invocar, uno de estos espíritus es el viento, que se manifiesta en forma de tornado, una especie de criatura aulladora con brazo que lanza las a los viajeros por los aires y puede arrastrar a un pueblo en segundos, se puede decir también al dios invisible, un Manitu que flota sobre las llanuras en las noches sin luna fundiéndose con la pradera india, y es tan poderoso que no se puede explicar, sea como fuese, estos espíritus pueden ser sumamente peligrosos.
CARONTE
EL CANANCOL
El Canancol, según una leyenda maya representaba a lo que hoy conocemos como un espantapajaros, pero con algunos dones míticos, que hacia que la cosecha creciera sin problemas, Según Don Nico ésta es la leyenda:
Su cara se animó con una sonrisa de niño, en tanto que me contestaba: Sé que usted no cree, pero le diré: soy pobre, muy pobre y no tengo quien me ayude a cuidar la milpa, pues casi siempre cuando llega la cosecha, me roban el fruto de mis esfuerzos. Este muñeco que ve no es un muñeco común; es algo más; cuando llega la noche toma fuerzas y ronda por todo el sembrado; es mi sirviente… Se llama Canancol y es parte mía, pues lleva mi sangre. El sólo me obedece a mí… soy su amo.
Don Nico siguió diciendo: Después de la quema de la milpa se trazan en ella dos diagonales para señalar el centro; se orienta la milpa del lado de Lakín (Oriente) y la entrada queda en esa dirección. Terminado esto, que siempre tiene que hacerlo un men (hechicero) se toma la cera necesaria de nueve colmenas, el tanto justo para recubrir el canancol, que tendrá un tamaño relacionado con la extensión de la milpa. Después de fabricado el muñeco, se le colocan los ojos, que son dos frijoles; sus dientes son maíces y sus uñas, ibes (frijoles blancos); se viste con holoch (brácteas que cubren las mazorcas). El canancol estará sentado sobre nueve trozos de yuca. Cada vez que el brujo ponga uno de aquellos órganos al muñeco, llamará a los cuatro vientos buenos y les rogará que sean benévolos con (aquí se dice el nombre del amo de la milpa), y le dirá, además, que es lo único con que cuenta para alimentar a sus hijos. Terminado el rito, el muñeco es ensalmado con hierbas y presentado al dios Sol y dado en ofrenda al dios de la lluvia; se queman hierbas de olor y anís y se mantiene el fuego sagrado por espacio de una hora; mientras tanto, el brujo reparte entre los concurrentes balché , que es un aguardiente muy embriagante, con el fin de que los humanos no se den cuenta de la bajada de los dioses a la tierra. Esta es cosa que sólo el men ve.
La ceremonia debe llevarse a efecto cuando el sol está en el medio cielo. Al llegar esta hora, el brujo da una cortada al dedo meñique del amo de la milpa, la exprime y deja caer nueve gotas de sangre en un agujero practicado en la mano derecha del muñeco, agujero que llega hasta el codo.
El men cierra el orificio de la mano del muñeco, y con voz imperativa y gesticulando a más no poder, dice a éste: Hoy comienza tu vida. Este (señalando al dueño), es tu señor y amo. Obediencia, canancol, obediencia… Que los dioses te castigarán si no cumples. Esta milpa es tuya. Debes castigar al intruso y al ladrón. Aquí está tu arma. Y en el acto coloca en la mano derecha del muñeco una piedra.
Durante la quema y el crecimiento de la milpa el canancol está cubierto con palmas de huano; pero cuando el fruto comienza a despuntar, se descubre… y cuenta la gente sencilla que el travieso o ladrón que trate de robar recibe pedradas mortales. Es por lo que en las milpas donde hay canancoles nunca roban nada.
Es tan firme esta creencia, que si por aquella época y lugar se encuentra herido algún animal, se culpa al canancol.
El dueño, al llegar a la milpa, toma sus precauciones y antes de entrar le silba tres veces, señal convenida; despacio se aproxima al muñeco y le quita la piedra de la mano; trabaja todo el día, y al caer la noche, vuelve a colocar la piedra en la mano del canancol, y al salir silba de nuevo. Cuando cae la noche, el canancol recorre el sembrado y hay quien asegura que para entretenerse, silba como el venado.
Después de la cosecha se hace un hanincol (comida de milpa) en honor del canancol; terminada la ceremonia se derrite el muñeco y la cera se utiliza para hacer velas, que se queman ya en el altar pagano, ya en el altar cristiano.
Y calló el viejecito después de haber hablado con acento de creyente perfecto.
Leyenda tomada del libro «El alma de Campeche en la leyenda maya» de Elsie Encarnación Medina E.